SILENCIO INTERIOR


Debemos aprender a ser silenciosos. Encontrar el silencio es muy fácil. No hace falta aislarse en una montaña o en un desierto. No hace falta tampoco huir del ruido, ni enfadarse por un ruido desagradable. Basta con hacer el silencio en uno mismo, para inmediatamente encontrar el silencio. El silencio es un compañero eterno.

Acabamos de decir que es preciso aprender a vivir en silencio y ya la posibilidad de una falsa interpretación se erige. Vivir en silencio no quiere decir que tengamos que obligarnos a guardar silencio, que tengamos que imponernos el silencio. Si lo hiciéramos tomaríamos las palabras por realidades, imponiéndonos una severa disciplina que haría de nuestro silencio una forma de crispación y de censura superficial.

No se trata de jugar al silencio ni de hacer un simulacro. Tampoco se trata de encubrir nuestro parloteo y nuestro tumulto interior con el caparazón de una actitud artificial, fruto de un esfuerzo. Debemos encontrar el silencio, Es algo mucho más simple y mucho más profundo. Reprimir o imponerse una continencia no tiene el mínimo interés. Lo que sí que lo tiene es el despertar a la presencia del silencio. El silencio está en nosotros, siempre lo ha estado, eternamente. Debemos tomar conciencia del silencio que perdura detrás del minúsculo y decepcionante torbellino de pensamientos que se entrecruzan y chocan como insectos ciegos. Detrás, justo detrás, inmediatamente perceptible, el sorprendente silencio extiende sus dominios.

Para percibirlo basta con estar atento, con llegar a una forma de atención particular. Debemos escuchar, prestarle oído al silencio. Es muy probable que al principio nuestra pretenciosa cacofonía interior nos lo impida, pero quien busca superarla y escuchar lo que hay detrás, termina por encontrar el silencio. Una especie de declive mental se produce, y el silencio nos es perceptible. Los ruidos del mundo continúan llegando hasta nuestros oídos, pero ya no nos importunan, pues llegado desde mucho más lejos, sentimos cómo el silencio se desparrama en nosotros. Un silencio imperceptible para el oído humano, y que sólo el espíritu puede percibir.

Es entonces cuando, mecidos en este inmenso silencio, adquirimos una nueva mirada: Despertamos. La vida se nos revela en su inefable simplicidad. La existencia reviste un sabor especial acompañado de extrañas resonancias. Tenemos la impresión de que la vida humana no hace sino remover ligeramente la superficie de un silencio sin fondo.

A partir de este momento, toda vez que nos hayamos alejado de nuestra realidad interior perdidos en el torbellino de las apariencias del mundo exterior, sabremos que para poner de nuevo las cosas en su sitio, nos bastará con escuchar el silencio, con llamar y evocar a este compañero eterno. En esta evocación, el mundo exterior deja de ser un infierno de despreocupación acaparadora para convertirse en un Edén. Infierno y Paraíso los crea nuestra mirada. Para quien conoce el silencio y permanece en él, los pensamientos del mundo no tienen poder, resbalan como el agua sobre las plumas del pájaro.

Aprendamos pues a vivir en el silencio. Hagámosle un lugar al silencio en nuestra vida cotidiana, dejemos que se instale en ella este gran instructor. En medio de nuestras actividades, sin interrumpir nada, abramos el oído de nuestro espíritu y, detrás de los ruidos, en ausencia de toda reflexión, escuchemos el silencio...

Pensar en la presencia del silencio es comenzar a percibirlo, pues el pensamiento es una evocación. Una evocación en el sentido mágico del término, llama y provoca la manifestación de lo evocado.

En el silencio, el pensamiento se diluye, y el ser verdadero aparece. ¡Que cada día sea una oportunidad para tomar conciencia de las inmensidades del silencio interior!. Y que así, con los años, se establezca y crezca vuestra intimidad con el silencio. El silencio es el espacio en el que está contenido el conocimiento. Llegados al término de vosotros mismos, sois el silencio y sois el conocimiento.



Fuente : http://www.maieutique.org

Yo sólo soy capitán/a de mi barco

  Mi madre tenía muchos problemas :había estado adelgazando peligrosamente y estaba deprimiéndose.
Era irritable, gruñona y amargada.
Hasta que un día, de pronto, ella cambió. La situación estaba igual, pero ella era distinta.
"Viejita -dijo mi padre- llevo tres meses buscando trabajo y no he encontrado nada, voy a echarme unas chelas con los amigos."

-Ah, okey.-Contestaba mi madre. -Ya encontrarás.

"Mamá -dijo mi hermano- reprobe todas las materias en la facultad."

-Ah, okey. -Respondió mi madre. -Ya te recuperarás y si no pues repites el semestre. Pero te lo pagas tú.

"Mamá- dijo mi hermana- Choqué el carro."

-Ah, okey. -Suspiró mi madre. -llévalo al taller, busca como pagar y por lo pronto muévete en combi.

"Nuera -llegó diciendo su suegra, que siempre la fustigaba y encaraba-, vengo a pasar unos meses con ustedes."

-Ah, okey. -dijo mi madre. -Acomódese en el sillón y agarre unas cobijas del clóset.

Todos se reunieron preocupados al ver estas "no reacciones" de mi madre. Sospechaban que hubiera ido al médico para que le recetara unas pastillas de Alpinchimadrina de 1000 mgs.
Seguramente estaría ingiriendo una sobredosis.

Propusimos hacer una "intervención" a mi madre para alejarla de cualquier posible adicción que tuviera hacia algún medicamento anti-encabritamiento.

Pero cual fue nuestra sorpresa que, cuando nos reunimos en torno a ella, explicó:
-"Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que cada quien es responsable de su vida. Me tomó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi enojo, mi insomnio y mi estrés, no sólo NO resolvían sus problemas sino que AGRAVABAN los míos.
YO NO SOY RESPONSABLE DE LAS ACCIONES DE LOS DEMÁS, PERO SÍ SOY RESPONSABLE DE LAS REACCIONES QUE EXPRESE ANTE ESO.
Por lo tanto, llegué a la conclusión de que mi deber para conmigo misma es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde. He tomado cursos de yoga, de meditación, de Milagros, de Desarrollo Humano, de Higiene Mental y de Programación Neurolingüística... y hay un común denominador: QUE YO SÓLO PUEDO TENER INJERENCIA SOBRE MÍ MISMA, USTEDES TIENEN TODOS LOS RECURSOS NECESARIOS PARA RESOLVER SU PROPIA VIDA.
Yo sólo podré darles mi consejo si acaso me lo pidieran y de ustedes depende seguirlo o no. Así que de hoy en adelante, yo dejo de ser el receptáculo de sus responsabilidades, el costal de sus culpas, la lavandera de sus remordimientos, la abogada de sus faltas, la depositaria sus deberes o su llanta de refacción para cumplir sus responsabilidades.
Los declaro a todos adultos independientes y autosuficientes."

Todos se quedaron mudos.
Ese día la familia comenzó a funcionar mejor...
Porque cuando mamá está bien, todos en la casa sabrán lo que les toca hacer.

Somos tres: parejas abiertas



Sé que mi pareja mantiene relaciones sexuales con otra persona. Esto no me hace feliz, pero no me siento capaz de romper mi relación con ella. Y esto me confunde e inquieta.

Según estadísticas el porcentaje de parejas institucionalizadas que tienen relaciones extra matrimoniales, es más alto de lo que en general las personas imaginan. Y lo que este hecho parece señalar es la falta de coherencia con el patrón de exclusividad sexual, un patrón a menudo pactado en rito y establecido de mutuo acuerdo por las dos personas. Y sucede que cuando éste se trasgrede, se activa un estado de ocultación y mentira que el trasgresor se ve obligado a mantener, un estado tóxico que bloquea el corazón y de paso intoxica el vínculo de pareja.

Bien sabemos que durante milenios en las comunidades agrícolas de países en vías de desarrollo que hoy coexisten en la mayor parte del planeta, son los burdeles o bien las amistades “especiales”, quienes de alguna forma han contribuido a la continuidad de la familia. Y dado que la religión condena tales escapadas, la doble moral está socialmente aceptada y hay “manga ancha” para los varones y la presión de sus hormonas. En tales sociedades patriarcales en las que priman las necesidades básicas, si el marido no bebe, cuida de su familia, y tiene visitas sexuales inofensivas con quien su bolsillo aguanta, la esposa y madre de la prole tiende a taparse los ojos sin ningún tipo de drama.

En tales culturas el énfasis de la pareja no está en las aventuras sexuales del varón, sino en no despistarse con otras mujeres y mantener a toda costa a la familia. En realidad aspectos tales como la sinceridad y la comunicación emocional son considerados como asuntos menores y más propios de lo femenino que de quienes viven endurecidos por el sudar la camiseta día a día.




La sociedad más progresista y económicamente desarrollada, tiene en su seno mujeres y hombres con los mismos derechos en vidas más balanceadas. Y esto cambia las cosas ya que hombre y mujer ejercen roles intercambiables, y ambos pretenden las mismas cosas. Se trata de una realidad que ha dado lugar a nuevos escenarios y exigencias. Las mujeres del primer mundo se sienten engañadas y toman serias medidas cuando su pareja tiene relaciones sexuales con terceras personas. Y los hombres, aunque hacen gala de progresismo y están más abiertos que en épocas precedentes, llevan muy mal la posible aventura de su mujer a la que sienten como “suya”.

Más allá del rol elegido por la pareja o las experiencias que que ambos precisen para expandir sus consciencia, es muy posible que una gran parte de seres humanos no estén preparados para responder con integridad a la exclusividad que se pacta, ni tampoco se vean capaces de proponer un acuerdo de unión en régimen de “relaciones abiertas”. Es decir, relaciones en las que cada cual y por su cuenta, asuma gestionar sus propias pulsiones eróticas y particulares tendencias.

En los tiempos actuales sucede todavía que cualquier propuesta de “pareja abierta”, suele desencadenar sentimientos de inseguridad en sus miembros e inquietantes temores de pérdida. En realidad muchas personas consideran que si se constituye una pareja en relación abierta, ¿para qué ser pareja? Mejor en tales casos dejar que tan sólo sea una pura amistad la que entre ambos se establezca.
¿Es entonces condenable la poligamia?

El problema no está en el patrón elegido, sino en la coherencia con el acuerdo que la pareja establezca. Desde esta perspectiva no se trata de condenar la poligamia o de culpabilizar la pasión por una tercera persona que de pronto aparece para tapar carencias en la vida de un miembro de la pareja. Lo que realmente trae problemas es la incoherencia de transgredir al acuerdo, y más tarde el verse obligados a mentir por no haber afrontado un pacto de relaciones abiertas.

Las mujeres en el seno de un mundo laboral desarrollado y trepidante, enfrentan deseos y situaciones en las que encontrar placer con las mismas pulsiones que anteriormente tan solo los hombres manejaban. Ya no solo buscan amar y ser amadas, sino que además no soslayan la posibilidad de vivir aventuras que expandan su mundo y les muevan el alma. En realidad conviene reconocer que la coherencia exige grandes renuncias y compromisos con lo pactado, algo que no siempre compensa cuando se vive una vida en la que todavía no se ha revelado el sentido de lo profundo y permanece velada la verdadera esencia.

Y en este contexto de acuerdos y compromisos que a ambos por igual vinculan, sucede que la mentira es considerado de por sí, como una victoria del miedo y la amenaza. Y bien sabemos que cuando el miedo vence, el amor se retira. El miedo a no afrontar lo que hay, desencadena engaños y traiciones que para muchas personas acaban en verdaderas tragedias. Y sucede que en muchos casos, cuando llega la noticia de que la pareja viene teniendo relaciones secretas, o bien se estalla en iracunda rebeldía o bien el alma de quien se siente engañado, se encoge y nace una desconfianza enfermiza y generalizada. Son momentos en que afloran recuerdos amargos de aquellas noches anteriores vividas en inocente entrega con quien nos hoy sabemos que ya desde entonces nos traicionaba. Es decir, noches pasadas en las que aquellos besos con alma, ahora son extrañamente vistos como una gran pantomima. En realidad quien se siente objeto de traición y mentira, afronta una dolorosa contracción que lo acongoja y humilla. Sin duda una consecuencia emocional que quien trasgrede debe tener en cuenta.

Habrá que reconocer que en la mayor partes de las culturas actuales, no estamos preparados para asumir con comprensión y madurez la llamada infidelidad sexual de nuestra pareja. Todavía esta se suele asociar no sólo a un doloroso “ya no me quiere”, sino también a la vergüenza de sentir que cada caricia recibida nacía de un corazón dividido y por tanto tenía un tanto de farsa. En realidad en un nivel básico de desarrollo, resulta muy difícil asumir tales hechos sin toda la carga de desamor y menosprecio que parece acompañar a la mentira.

Lo que sí está claro, es que la pareja no siempre precisa de la continuidad de la pasión sexual para seguir existiendo. La pareja es un acuerdo de unión más complejo y de mayor calado que el hecho de basar su supervivencia en el tejido monógamo de las relaciones sexuales. Y desde esta perspectiva, cada cual debe evaluar el cómo responder a este tipo de situaciones con el máximo respeto y cordura. Si se pacta exclusividad sexual y no estamos preparados para ello, habrá que trabajarse en la renuncia y al sentido de la aventura erótica para recibir los frutos de una unión más honda. Y si por el contrario se pactan relaciones abiertas, habrá que vivir soltando apegos y sostenerse cuando el sentimiento de abandono y pérdida aparezcan.

La clave de nuestra sociedad racional y desarrollada está en el tipo de acuerdo que haya constituido la relación, y si nuestra acción está o no rompiendo el pacto que fundamenta el vínculo de pareja. En cualquier caso, la persona que se ha entregado a quien dice amarla y que se siente posteriormente “engañada”, suele enfrentar un doloroso quebranto en su seguridad y auto confianza.

Bien es sabido que se puede amar a la propia pareja y a su vez tener relaciones sexuales con otra u otras personas sin que la lealtad sufra merma, sin embargo cuando se entiende la relación de pareja como un camino de crecimiento y complicidad sagrada, la necesidad de ocultación determinará cuando nuestros actos han cruzado una peligrosa raya.
¿Cómo es vivida la llamada infidelidad entre seres con consciencia expandida?

Los miembros de una pareja que participan de la dimensión transpersonal, no viven los acontecimientos de este tipo de igual manera. En realidad cada uno sabe que tan solo desde la verdad puede sostenerse la mutua mirada. Las acciones que cada cual realice serán fruto de su proceso coherente y las consecuencias se deberán asumir sin la dramatización que tanto intoxica en otros niveles de conciencia. Y aunque los vínculos son profundos y acontece dolor por procesos de pérdida, el respeto mutuo es de tal dimensión que se apuesta por crecer con lo que sucede, y desde ahí recolocar cada día la forma de vida con pareja o sin ella. Este nivel de conciencia conlleva mirar a través de las apariencias, y abrirse con atención compasiva a lo que no casualmente llega.

Y de la misma forma que desde la perspectiva existencial, la muerte nunca es una calamidad, tampoco tiene por qué ser una calamidad la fecha de caducidad de una relación de pareja. No hay fracasos, todo son experiencias. Bien sabemos que el dolor de la separación suele desencadenar un sentimiento intenso de duelo y angustia. Sin embargo, se requiere un gran discernimiento para reconocer la dramatización que nuestra mente le añade, ya que esta es el único veneno que realmente acongoja.

Dolor sí, en la medida que éste acontece y durante el tiempo que dura. Sufrimiento no. Pues sin duda éste es un constructo victimista y dramatizador que puede eludirse si somos competentes y observamos el modo en que nuestra mente funciona.

Reconozcamos nuestra responsabilidad para con nosotros mismos procediendo a erradicar el sufrimiento y superemos por tanto nuestra consiguiente incompetencia. El camino para su eliminación no es nuevo ni corresponde al mercado de soluciones mágicas. Se trata de practicar en la cultura del silencio y proceder a observar la propia mente en los procesos tóxicos que esta se monta. El desarollo consiguiente ofrecerá sin duda una habilidad propia de la alta cultura y desde ahí nuestras relaciones estarán permanentemente bañadas de la belleza y verdad que desvela la auto consciencia.




Por José María Doria
Publicado en Claves de Amor y Relaciones el 2 de diciembre de 2013

Advaita Vedanta:La ilusión psicólogica del Yo


Advaita Vedanta es la filosofía hindú más influyente. Al igual que todas las formas de Vedanta, trata de sintetizar las enseñanzas de los Upanishads en una única doctrina coherente. A diferencia de otras formas de Vedanta, enseña que sólo hay una Realidad en el universo y que todo lo demás es ilusorio.

El Advaita Vedanta está estrechamente relacionado con el Jnana Yoga, el yoga del conocimiento.

La gente a veces se refieren al Advaita Vedanta con otros nombres, como no-dualismo, no-dualidad, monismo, Mayavada, o la Escuela de Sankara. La gente a veces también abrevia el nombre indicando "Advaita" o "Vedanta".

En este artículo, usaremos Advaita.
Las Ideas principales del Advaita Vedanta

De acuerdo con el Advaita, sólo la parte más íntima de usted es consciente. Ninguna otra parte de usted puede sentir o ver o saber nada. El nombre en sánscrito de esta conciencia es atman. Es la parte de usted que es real, y se corresponde con el alma en la filosofía occidental.

Ahora aquí es donde se pone interesante. De acuerdo con el Advaita, su atman (y el mío y el de todo el mundo) es lo mismo que la realidad absoluta subyacente de todo el universo, llamada Brahman. Brahman se corresponde con la idea occidental de Dios, excepto que no es una persona super-poderosa. Es impersonal; es la fuente de todo; es lo que el universo es en realidad.

En pocas palabras, su ser interior —el verdadero "yo"— es Dios.

Esta idea, que es la idea fundamental de los Upanishads en la que el Advaita se basa, se puede expresar en la forma de una ecuación:

Atman = Brahman

O, en términos occidentales:

Alma = Dios.

Lo que distingue al Advaita de otras interpretaciones de los Upanishads es lo siguiente: el Advaita afirma que, dado que sólo hay un Brahman, sólo hay un Atman. Sólo hay un "yo" y todos lo compartimos. Todos somos una "cosa" —Brahman.

Además, sólo Brahman es real. Las otras cosas en el universo, como bicicletas, paraguas y nuestros cuerpos, son maya. Maya es ilusorio, ya que parece ser diferente de Brahman, pero no lo es. Debido a que maya nos engaña de esta manera, y puesto que es impermanente, Advaita dice que maya es irreal.

La forma más importante como maya nos engaña es con respecto a nosotros mismos. Creemos que somos nuestros cuerpos, nuestros pensamientos, nuestros deseos, y así sucesivamente. Pero todas estas cosas son maya. Parecen ser "yo", pero esto es una ilusión. En realidad, nuestra conciencia (el "yo" real en nosotros) es otra cosa: Brahman.

Esta es una idea muy extraña y radical. Significa que usted no es usted; usted no es en realidad ningún tipo de persona. Usted es la realidad suprema que subyace en todo el universo. La persona que parece estar en su cabeza, la persona que cree ser, no es más que una ilusión psicológica.
¿Por qué esto es importante?

El Advaita Vedanta es importante porque mediante su comprensión, puede ser capaz de acercarse a la auto-realización. De hecho, al hacer el esfuerzo de comprenderlo, usted está participando en el Jnana Yoga, el yoga del conocimiento, uno de los métodos tradicionales de alcanzar la iluminación.

Para ver por qué esto es así, usted tiene que examinar la idea de que sólo el atman es consciente. Esta idea es más sutil de lo que parece a primera vista.

Si cierras los ojos por un momento y trata de centrar su atención en su yo interior, parecerá fácil al principio. Usted será inmediatamente consciente de los sentimientos, esperanzas, pensamientos, deseos, miedos, y una sensación general de sí mismo. Este es el usted interior, ¿no?

Bueno, pues no. De acuerdo con el Advaita, si usted es consciente de algo, ese algo no es usted realmente. El verdadero usted (el atman) es la parte que es consciente. No es nada de lo que usted sea consciente o tenga conocimiento de ello.

Examine esos objetos internos en los que se centró hace un momento. Usted era consciente de ellos, ¿no? Incluso esa sensación de "yo" es algo de lo que era consciente. Bueno, entonces, de acuerdo con el Advaita, no puede ser el verdadero yo. El verdadero yo (usted) es la parte que es consciente, no algo de lo que usted es consciente.

Este tipo de examen es llamado viveka (discriminación) en sánscrito. Es un componente principal del método tradicional del Jnana Yoga. Si usted sigue haciéndolo, descubrirá que todo lo que actualmente usted considera como sí mismo (incluyendo su ego y la mente) no es consciente. La conciencia en usted es diferente de esas cosas.

Usted puede ir aún más lejos. He aquí un hecho interesante: No importa cuánto se esfuerce, usted no puede centrar su atención en la parte de usted que es consciente. Si pudiera, se convertiría en algo de lo que es consciente o de su conocimiento.

Haciendo un esfuerzo extenuante para hacer esto, a pesar de que es imposible, es un componente principal del método de la auto-indagación de Ramana Maharshi (vicara en sánscrito). Si lo intenta lo suficiente, finalmente llegará al convencimiento de que su sentido ordinario de sí mismo —su ego— no es realmente usted. De hecho, se dará cuenta de que es una ilusión. (Por cierto, no cometa el error de pensar que esto es todo lo que hay en el método de Ramana. Ver que "usted" es una ilusión es una percepción maravillosa, pero no es la auto-realización.)
Lecturas recomendadas

El mejor resumen sobre Advaita Vedanta que hemos visto se encuentra en los siguientes libros: S. Radhakrishnan, Indian Philosophy, Volume II, y S. Dasgupta, A History of Indian Philosophy, Volumes I and II.

La Enciclopedia Británica contiene un buen resumen del Advaita Vedanta en el artículo titulado "Indian Philosoply" bajo el subtítulo de "Vedanta". (Los artículos que se encuentran directamente bajo "Vedanta" y "Advaita" no son tan buenos.)

Si desea leer las obras originales filosóficos que crearon la tradición Advaita, probablemente debería comenzar con Sankara. Sus libros más importantes son Brahma Sutra Bhasya y sus comentarios sobre algunos Upanisads. Estos libros son muy técnicos y difíciles de leer. Algunos libros más fáciles, como Viveka-Chudamani (en nuestra web aquí) y Atmabodhi también fueron tradicionalmente atribuidos a él, pero los eruditos modernos han puesto en duda si realmente los escribió. Probablemente la mejor opción, si quiere probar con un solo libro suyo, es Upadesa Sahasri.

La tradición Advaitan reconoce tres fuentes textuales de especial importancia: los Upanishads, Brahma Sutra, y el Bhagavad Gita.

Además de las obras técnicas de filosofía, la tradición Advaitan ha generado un gran número de obras literarias que son hermosas, entretenidas y útiles para la práctica del Jnana Yoga. Estas incluyen el Yoga-Vasistha, el Ashtavakra Gita, y el Avadhut Gita.

La tradición Advaita también ha producido un gran número de libros de gurús con la intención de ayudar a otras personas a alcanzar la auto-realización. Los dos más grandes autores de esta categoría en los últimos tiempos son Ramana Maharshi y Nisargadatta Maharaj. Consulte la sección de libros en esta página web para encontrar libros publicados en español de estos sabios así como de otros maestros y autores Advaita. Para conocer otros maestros y gurús, incluyendo los modernos occidentales, consulte la sección M
aestros de nuestra página web. 
 
 www.advaitainfo.com
Fuente: Cortesía de Realization.org

¿QUÉ EMOCIONES ME FUMO ?



El cigarrillo está vinculado a los pulmones, símbolo de vida, libertad y autonomía, comunicación entre yo y el universo. Está considerado como una forma de protección, un “velo” que me permite ocultar ciertas angustias profundas. Creo protegerme por esta pantalla de humo que me rodea y que me impide ver la verdad.

Inconscientemente, el cigarrillo colma también necesidades pendientes de la infancia, primeras tomas de pecho, calor, amor, afecto de la madre. Enciendo un cigarrillo sin pensar en ello, es una costumbre, un gesto automático, una manía que se ha hecho muy importante para mí. Necesito equilibrar en más o en menos mi nerviosidad, mi excitabilidad nerviosa. Quiero encontrar “la paz de mi madre”, la seguridad de ésta.

Si fumo, es porque huyo una situación demasiado desagradable, mi familia, mi vida. Este humo hace que mis decisiones estén aún más nebulosas.

El cigarrillo aumenta el ritmo cardíaco y actúa a título de estimulante.

¿Cuáles son las decisiones que no consigo tomar y que me hacen la vida sosa?

Identifico mis necesidades auténticas. Acepto comunicar más y de un modo más fácil. Si quiero dejar de fumar, sería bueno que hallara la causa emocional a la cual está vinculada esta costumbre, lo cual facilitará mucho el cese. Entonces veré más claramente lo que realmente quiero en la vida y mis necesidades estarán colmadas en armonía con mi ser auténtico.

Fuente: el gran diccionario de las dolencias y enfermedades. Jacques Martel.

Lo que rechazo de los demás es lo que rechazo de mi mism@(EJERCICIO)


Ejercicio de la sombra....para desarrollar empatía y compasión



El objetivo de este ejercicio es ayudarlo a ponerse en los zapatos de otro. Desarrollar empatía y compasión forma parte del trabajo espiritual más elevado que podemos hacer para sostener la Visión Global.

Paso A

Tómese un momento para escribir los nombres de tres o cuatro personas que no le agraden o con las que no esté de acuerdo. Además de los nombres, escriba las cosas con las que no coincide o que no le gustan. Por ejemplo, Carlos, padre solo y empresario, escribió que no quiere:

1. A mi cuñado, Jorge. Porque siempre hace notar que le va muy bien en su negocio debido a todas las nuevas tecnologías que está usando. Piensa que yo debería actualizarme.

2. A los políticos. Porque son falsos. No se puede confiar en ellos. No hacen nada.

3. Los izquierdistas recalcitrantes. Porque no son realistas.

Paso B

Ahora vuelva atrás y describa a cada una de las personas como si pudiera ver su propósito mas elevado. Use la imaginación para conjeturar que propósito positivo, más profundo, se halla detrás de las características externas que usted ve y juzga. Carlos escribió:

1. Jorge parece interesarse mucho en el efecto de la tecnología en el siglo XXI. Es un tipo que quiere llegar. Tal vez en otra vida no tuvo muchas oportunidades de usar sus capacidades. A Jorge le gusta decir a los demás lo que sabe. Es un maestro nato.

2. Los políticos son personas que tienen un ideal que, al principio, creen poder alcanzar. Son perseverantes. Corren el riesgo de ser demolidos por la crítica de todos. Están aprendiendo a adaptarse a condiciones que cambian constantemente, para descubrir el uso correcto del poder y el servicio.

3. Los izquierdistas recalcitrantes son gente que quieren ayudar a los demás. Tienen principios muy sólidos sobre lo bueno y lo malo. Pasan tiempo de sus vidas tratando de modificar cosas en las aéreas que les interesan especialmente. Tal vez sufrieron en otras vidas, y están condenados a tratar de hacer algún bien a los demás en esta vida.

En el paso B usted se aparta de la forma normal en que percibe a los demás y hace conjeturas respecto de la intención original de lo que estas personas querían realizar. Tomando otra posición, buscando una razón positiva por la cual las personas son como son, tiene la oportunidad de ser una persona más grande. Contar con más de una percepción de alguien nos permite tener una interacción más creativa con esa persona.

Paso C

Ahora volvamos a lo que escribió en el Paso A. Tache el nombre de una de las personas que no le gustan e inserte su propio nombre. Ahora describa algo que usted hace que sea similar a lo que no le gusta en esa persona. Observe como se siente al leer la frase en voz alta. Carlos leyó en voz alta: Como hace Jorge, a veces hago notar cosas a los demás. Como cuando le dije a mi ex mujer: Te dije que tendrías que haberte ocupado de la prima del seguro, y ahora venció. Dijo que sintió una pequeña serenidad en la zona del corazón al darse cuenta de que a veces podía ser como Jorge.

Que paso con los sentimientos de Carlos sobre los políticos? En el primer paso, escribió que no le gustaban porque eran falsos, que no se podía confiar en ellos y que nunca hacían nada. Mirándose a sí mismo, ahora escribió: A veces, siento que yo también soy un poco falso. Como el otro día, cuando vino Luis y le dije cuanto me alegraba verlo. En realidad, ese tipo no me gusta y sin embargo es cliente mío, así que no quiero ofenderlo. Yo tampoco he mantenido siempre mis promesas. Como aquella vez que le dije a Bárbara que había pedido los materiales nuevos, porque no quería que supiera que me había olvidado. Carlos empezó a recordar incluso que su padre siempre criticaba a los políticos de la misma manera. Cuando Carlos era adolescente, había querido postularse para presidente del centro de estudiantes, pero su padre pensó que le quitaría mucho tiempo de su trabajo extraescolar. Igual que los políticos a los que detestaba porque no cumplían sus objetivos, Carlos sintió: Ojala hubiera hecho más en mi actividad hasta ahora.

Al examinar sus sentimientos sobre los izquierdistas, escribió: Yo, Carlos, no siempre he sido realista. Y nadie ayudo a nuestra familia cuando éramos pobres, de modo que, por que habría de preocuparme por quienes no quieren trabajar, cuando yo apenas puedo mantener mi empresa en funcionamiento? Carlos estaba dispuesto a establecer algunas conexiones entre él y las proyecciones que ponía en la gente que no le gustaba o con la que no coincidía. Todavía le costaba aceptar que tenía una gran necesidad de salir (como los izquierdistas recalcitrantes) a ayudar a los que eran menos afortunados que el. Seguía convencido de que los izquierdistas se engañaban respecto del mundo real.

En este ejercicio, vemos que el desagrado que Carlos siente por Jorge, los políticos y los izquierdistas reflejaba alguna parte de su propia sombra negada. Cuando empezamos a recuperar o reconocernos en las cosas que juzgamos malas, empezamos a abrirnos a la totalidad de nuestra alma. Cuanta más energía enviamos para mante­ner nuestras cualidades negativas en la sombra, menos energía tenemos para crear a partir de nuestro yo integral.

Por ejemplo, a Carlos empezaran a ocurrirle milagros cuando: 1) libere los resentimientos que guarda respecto de su pobreza inicial; 2) reconozca que su deseo de realizar algo más en su actividad es la voz de su Visión del Nacimiento; y 3) se permita servir a una causa humanitaria que sea más grande que el. No solo contribuira en gran medida a sostener la Visión Global, sino que podría sentirse más vivo y gozar de más diversión, aventura y gratificaciones.


Libro: En busca de la luz interior de James Redfield & Carol Adrienne

La proyección Psicológica:lo que veo fuera en realidad está dentro.




Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos. El exterior actúa como un espejo para nuestra mente, en él vemos reflejadas diferentes cualidades o aspectos de nuestro propio ser. Cuando observamos algo que no nos gusta de alguien, sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese aspecto que nos desagrada existe en nuestro interior. Es nuestro inconsciente, ayudado por la proyección psicológica, lo que nos hace pensar que el defecto sólo existe “ahí fuera”, en esa otra persona.

La proyección psicológica es un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros: sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí misma. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando nos sentimos amenazados interna o externamente.

Cuando nuestra mente entiende que existe una amenaza para la propia salud y estabilidad mental, ésta realiza un lanzamiento hacia el exterior de todas esas cualidades, atribuyéndoselas a un objeto o sujeto externo a nosotros mismos. De esta manera, nuestra mente logra aparentemente (aunque no en realidad, ya que más bien se trata de un autoengaño) poner estos contenidos amenazantes afuera. Estas proyecciones son válidas tanto para características negativas (odio, rencor, envidia…) como para positivas (admiración, idealización, cariño…) El mundo interno tiende a teñir el mundo externo con sus propias características. Este tipo de mecanismo psicológico tiene un papel especialmente interesante en el amor, cuando solemos atribuir a la persona amada determinadas características que sólo existen en nuestra personalidad.

A modo de ejemplo, se puede decir que cuando piensas en otra persona, te caiga bien o te caiga mal, experimentas una sensación interior sólo por el hecho de pensar en esa persona. Esto significa que estás experimentando un sentimiento incluso en su ausencia. Lo que importa en cualquier relación es lo que sucede en tu mente, pues es ahí donde existen las relaciones. Recuerda que una relación es algo que no existe físicamente. Se trata de algo creado por las mentes. Las relaciones no existen, sino que existen las personas que se relacionan. Por todo esto, resulta muy poco útil trabajar sobre las relaciones en sí, y mucho más efectivo centrarse en la manera que uno tiene de relacionarse.

A menudo pensamos que “conocemos” a otras personas cuando en verdad lo que estamos haciendo es proyectar sobre ellas nuestra propia realidad. Incluso cuando estamos en presencia de dichas personas, la proyección nos parece más veraz, cuando simplemente lo que está pasando es que superponemos nuestra visión proyectada de la persona sobre su imagen física captada por nuestros sentidos.

Lo importante es DARSE CUENTA de que aquello que proyectamos en los demás es verdaderamente algo que habla (más de lo que queremos admitir) sobre nosotros mismos. Observar dice más sobre el observador que sobre lo que se observa. Darnos cuenta de esto, ponerle consciencia a este mecanismo mental nos permite recuperar el control sobre lo que está sucediendo para poder hacernos cargo y trabajar aquellos aspectos de nosotros de los que no deseamos hacernos responsables, aspectos que no admitimos como propios y que están jugando en nuestra contra.

Gran parte del trabajo que se realiza en el desarrollo personal consiste en librarse de estas proyecciones estableciendo una frontera definida entre la descripción que hacemos de lo que sucede y lo que sucede realmente.

Y es que casi constantemente INTERPRETAMOS todo lo que está teniendo lugar y lo tomamos por cierto, creyéndolo y creando nuestra propia interpretación de las cosas y viviendo de acuerdo a ella, distorsionando de esta manera los hechos e involucrando a otras personas en nuestro ensueño, creando un conflicto que en realidad sólo existe en nuestro interior. La meditación ayuda a trazar esta frontera y, de hecho, uno de sus objetivos es aprender a ver las cosas como realmente son.



















Cómo relacionarse con el EGO de otros