¿Qué harías si no tuvieras miedo?




“Es duro vivir con miedo, ¿verdad? En eso consiste ser esclavo.”

De la película Blade Runner, dirigida por Ridley Scott
Querido y tal vez asustado jefe:


Me ronda por la cabeza una sospecha. Quizá no tenga razón de ser, pero no puedo evitar manifestártela: no respondes a mis cartas porque estás asustado, porque tienes miedo.

Miedo a descubrir que tú tampoco eres feliz.

Miedo a darte cuenta de que no te escuchas.

Miedo a mostrar tus debilidades.

Miedo a enfrentarte a tus verdaderos deseos.

Miedo a dejar de tener miedo.

Si esto es cierto, tengo que decirte que no eres el único. Todos, cuando nos enfrentamos a un cambio importante en nuestras vidas, tenemos miedo. Pero hay que enfrentarse a ese miedo para cambiar. No hay vuelta de hoja.

Porque el miedo es nuestro mayor freno. Cada vez tengo más claro que una gran cantidad de depresiones nacen de nuestro propio miedo. Dejando de lado los golpes duros, a veces durísimos, que trae la vida, como la muerte de un ser amado, un accidente de graves consecuencias o una grave enfermedad, creo que el resto de las depresiones nacen del miedo, del miedo inconsciente que nos lleva a pensar que no somos libres, que no podemos decidir, que no podemos vivir nuestra vida.

El freno nos lo ponemos nosotros mismos, aunque muchas veces nos es más cómodo culpar a otros, pues esto nos permite seguir jugando al escondite con nuestra realidad interior. En realidad, yo lo acerco y lo alejo todo de mí. Yo puedo ser mi mayor acelerador y mi mayor freno.

La cuestión es que…


…SI NO TE DAS CUENTA, TU PEOR ENEMIGO PUEDES SER TÚ, ES DECIR, TUS MIEDOS.


- Sin darte cuenta, el miedo te roba oportunidades.

- No te deja ver la realidad como es.

- Hace que te sientas muchísimo menos de lo que realmente eres.

- Hace que creas que tienes muchísimas menos opciones (infinitas, en todo el sentido del término) de las que realmente tienes.

- Te lleva a adoptar una posición existencial empobrecida, descontada y banalizada frente a otras en las que podrías vivir con prosperidad.

En definitiva, tus miedos son un conjunto de amenazas que tú pones y que te impiden ser, de verdad, competente. Que etimológicamente quiere decir ser “adecuado”, que a su vez significa “apto”. O sea, que el miedo te convierte en “no apto” para tu propia vida.

Querido jefe, ¿no crees que ha llegado la hora de dejarnos de miedos? ¿Has pensado en lo que harías si no tuvieras miedo?

Confiadamente tuyo,

Álex



P. D. El miedo desaparece con el conocimiento, con el autoconocimiento, cuando nos redefinimos fruto de ese conocernos, cuando nos libramos de las pesadas cargas de los prejuicios sobre los demás y, especialmente, sobre nosotros mismos.

Mi amigo Carlos Nessi dice en su cuento La Señora Gaba: “Nunca tengas miedo… ¡a nada! Nunca te dejes llevar por los engaños y la tentación de los sufrimientos. Tu vida está en tu interior. Lo que des de ti, se transformará en tu riqueza”.

Este mensaje creo que oculta un verdadero tesoro para quien lo sepa descifrar, por lo que vale la pena volverlo a escribir: “Lo que des de ti, se transformará en tu riqueza”. 


Extracto De la Brújula interior . Alex Rovira

MÁSCARAS : los personajes psicólogicos


 

Cada vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad fingiendo no ser lo que no soy .
Lo hago para atraer a la gente Luego atraigo enmascarados.  Alejándose los demás debido a un estorbo: la máscara.
Lo hago para evitar que La gente vea mis debilidades.Luego descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me pueden querer por lo que soy, sino por la máscara.
Lo hago para preservar mis amistades.Luego descubro que cuando pierdo un amigo por haber sido auténtico realmente no era amigo mío sino de lamáscara.Lo hago para evitar ofender a alguien y ser diplomático, Luego descubro que aquello que másvofende a las personasvcon quienes quiero intimares la máscara. Lo hago convencido de que es lo mejor que puedo hacer para ser amado; luego descubro la triste paradoja: Lo que más deseo lograr con mis máscaras es precisamente lo que impido con ellas.

Gilbert Brenson

Todos somos adultos infantilizados emocionalmente




  Te quiero : Yo también te quiero 
Muy pocas personas tienen la tendencia a cuestionarse si el conjunto de supuestos morales , intelectuales o religiosos que marcan su manera de vivir y de la comunidad ,cultura o familia son saludables para sí mismos y los que le rodean , especialmente aquellos que tiene responsabilidades familiares .
Nos sentimos vacíos, infelices y con una sensación interna de displacer continuo y parece que aquello llamado felicidad sólo toca por momentos la puerta para luego marcharse dando un buen portazo que nos rompe por dentro .
Algunos incluso justifican aquellas amenazas, malos tratos, golpes , mentiras , traiciones , represiones y autoritarismo con el que crecieron y no sólo eso sino que lo perpetuán convencidos de que es la única manera de no perder el control y hacerse respetar .

El resultado: una sociedad infeliz,enferma y disfuncional que arranca con autosabotages , criticas, juicios,chantajes y dinámicas inconscientes el amor , el respeto ,el reconocimiento y el cuidado ajeno. Lo paradójico es que estos intentos nunca són fructíferos y recibimos totalmente lo contrario .

Todos pasamos por esto hasta que nos damos cuenta y vamos abandonandolo por comportamientos mucho más conscientes y libres  trabajando en nosotros mismos .


Los niños las adoptamos, estas maneras inconscientes de manipulación y aquellas creencias enfermizas, para convertirnos en miembros de ese grupo. Y además porque no teníamos otra opción. Los mandatos pueden tener su base en el miedo, la moral sexual, el ateísmo a ultranza, la codicia, el sometimiento, el “hay que sacrificarse”, o cualquier otro sistema de creencias que dentro de un contexto determinado, aseguren la supervivencia al conjunto.


Estos niños al llegar a la adultez física siguen siendo niños emocionalmente disfrazados de adultos, nuestros niños interiores tratan de perpeturar sus vivencias infantiles impregnadas de carencias psicológicas que nadie supo colmar , neuróticos ,vacios ,perdidos , sin rumbo manipulando a otros para su propia satisfacción sin ser consciente de ello : Si me quisiera no haría eso ; ¿Te suena?? Pues es tu niñ@ interior tratando de manipular el mundo para recibir o bien cariño , atención o protección ( triángulo dramático disfuncional de Karpman)
Te dirás a ti mismo .. eso le pasa al otro , a mi parejas , mi ex pareja, mi madre etc pero a mí no ... lo siento si ellos juegan quiere decir que tú también estás jugando .
Tú como ellos juegas a ganar el amor y la aceptación de esos modos tan disfuncionales , porque si sufres o has sufrido quiere decir que sin darte cuenta has jugado.
Preferimos seguir cobijados por mandatos externos y necesidades internas no satisfechas cuando eramos niños que convertirnos en adultos responsables y libres que asumen el timón de su barco y satisfacen de forma sana sus necesidades através de ellos mismos o sin necesidad de manipulación soterrada de otros que desean dar.

Soraya Founty 

www.mundotranspersonal.com


Propuesta práctica :Respiración Consciente En La Vida Diaria




Mientras inspiras y espiras, siente el flujo de aire entrando y saliendo de la nariz. Al comienzo puede que tu respiración no sea relajada. Pero después de practicar la respiración consciente durante algún tiempo, sentirás cómo se va haciendo más ligera y natural, más calmada y tran­quila. En cualquier momento cuando estés caminando, haciendo jardinería, escribiendo en el teclado, o haciendo cualquier cosa, puedes volver a esta tranquila fuente de vida.

Puedes decirte a ti mismo:

Inspirando, sé que estoy inspirando.

Espirando, sé que estoy espirando.

Después de unas pocas respiraciones, puede que quieras abreviar esto a: ‘dentro, fuera’. Mientras tengas tu atención centrada en la inspiración y la espiración, tu mente dejará de pensar. Ahora tu mente tiene una oportunidad de descansar. En nuestra vida diaria pensamos demasiado. Dar una opor­tunidad a nuestra mente de dejar de pensar es maravilloso.

Inspirando, sé que estoy inspirando no es un pensamiento. Es sencillamente darse cuenta de que algo está ocurriendo, de que estás inspirando y espirando. Cuando inspiras y llevas tu aten­ción a tu inspiración, traes tu mente de regreso a una reunión con tu cuerpo. Sólo una inspira­ción puede ayudar a la mente a volver al cuerpo. Cuando la mente y el cuerpo van juntos, pue­des habitar verdaderamente el momento presente.

‘Inspirando, sé que estoy inspirando’ es otro modo de decir ‘Inspirando, me siento vivo’. La vida está en ti y a tu alrededor –la vida con todas sus maravillas: el sol, el cielo azul, las hojas del otoño. Es muy importante ir al hogar del momento presente para entrar en contacto con los elementos sanadores, refrescantes, y nutrientes de la vida que hay en tu interior y a tu alrededor. Una ligera sonrisa puede relajar todos los músculos de tu cara.

Inspirando, reconozco el cielo azul.

Espirando, sonrío al cielo azul.

Inspirando, soy consciente de las bellas hojas otoñales.

Espirando, sonrío a las bellas hojas otoñales.

Puedes acortar esto a ‘cielo azul’ al inspirar, y ‘sonreír’ al espirar. Después ‘hojas otoñales’ al inspirar, y ‘sonreír’ al espirar. Cuando practicas la respiración de este modo, te pones en contacto con todas estas maravillas de la vida. La belleza de la vida está nutriéndote. Te liberas de tus miedos y preocupaciones. Te pones en contacto con tu respiración y con tu cuerpo. Tu cuerpo es una maravilla. Tus ojos son una maravilla; con solo abrir los ojos puedes tocar el paraíso de las formas y los colores. Tus oídos son una maravilla. Gracias a tus oídos puedes escuchar toda clase de sonidos: la música, el canto de un pájaro, y el viento soplando a través de los pinos. Cuando pones atención a tu inspiración y espiración regresas al hogar del momento presente, al aquí y ahora, y te pones en contacto con la vida. Si continuaras perdido en el pasado o corriendo hacia el futuro, te perderías todo esto.

Inspirando, sigo mi inspiración en todo su recorrido.

Espirando, sigo mi espiración en todo su recorrido.

Al comienzo, puede que tu respiración la notes un poco forzada o extraña. Tu respira­ción es resultado de tu cuerpo y de tus sentimientos. Si tu cuerpo tiene tensión o dolor, si estás experimentando senti­mientos dolorosos, tu respiración se sentirá afectada. Pon atención a tu respiración y respira plenamente consciente.

Inspirando, sé que estoy inspirando.

Espirando, sé que estoy espirando.

Inspirando, sonrío a mi inspiración.

Espirando, sonrío a mi espiración.

Nunca fuerces la respiración. Si tu inspiración es corta, deja que sea corta. Si no es muy tran­quila, déjala que sea así. Nos limitamos a percatarnos de ello, y tras un tiempo, la calidad de nuestra respiración mejorará de forma natural. La consciencia plena de la respiración identifica y abraza nuestra inspiración y espiración como una madre que llega a casa y coge a su niño para abrazarle tiernamente en sus brazos. Te sorprenderá que tras uno o dos minutos, la calidad de tu respiración mejorará. Tu inspiración se hará más profunda; tu espiración se hará más lenta. Tu respiración se hace más tranquila y armoniosa.

Inspirando, noto que mi inspiración se hace más profunda.

Espirando, noto que mi espiración se hace más lenta.

Cuando notes que tu inspiración y espiración se han hecho más tranquilas, profundas y lentas, podrás ofrecer esa paz, calma y armonía a tu cuerpo. Ahora es tu oportunidad de regresar al hogar de tu cuerpo, reconocer su existencia, y hacerte amigo de él.

Inspirando, soy consciente de mi cuerpo.

Espirando, libero toda la tensión de mi cuerpo.

Estos ejercicios de respiración proceden del mismo Buda. Son muy sencillos, como un juego de niños. Si ayuda, pon la mano sobre tu vientre. Notarás que cuando inspiras, se eleva tu estómago y cuando espiras tu estómago desciende. Subir, bajar. Sobre todo cuando estás echado es fácil sentir tu abdomen subiendo y bajando. Eres consciente de tu inspiración y espiración desde el principio hasta al final. Se disfruta respirando así. Ya no piensas, en el pasado, en el futuro, en tus proyectos, en tu sufrimiento. Respirar se convierte en un placer, un recordatorio de la vida misma.

Inspirando, disfruto mi inspiración.

Espirando, disfruto mi espiración

Más tarde, cuando seas capaz de ofrecer esa paz y armonía a tu cuerpo, ayudándole a liberar la tensión, podrás reconocer e identificar tus sentimientos y emociones.

Inspirando, soy consciente de los sentimientos dolorosos que hay en mi.

Espirando, sonrío al sentimiento doloroso que hay en mí.

Existe un sentimiento doloroso, pero también existe la plena consciencia. La plena consciencia es como una madre, abrazando tiernamente al sentimiento. La plena consciencia es siempre plena consciencia de algo. Cuando respiras con plena consciencia, eso es plena consciencia de la respiración. Cuando caminas con plena consciencia, eso es plena consciencia de caminar. Cuando bebes con plena consciencia, eso es plena consciencia de beber. Cuando eres consciente de tus sentimientos, eso es plena consciencia del sentimiento. La plena consciencia puede traerse para intervenir en cada evento físico y mental, reportando reconocimiento y alivio.

Me gustaría ofrecerte un poema con el que puedes practicar, recitándolo de vez en cuando, mientras sonríes y respiras:

Inspirando, sé que estoy inspirando.

Espirando, sé que estoy espirando.

Conforme se hace profunda mi respiración,

Mi espiración se hace más lenta

Inspirando, calmo mi cuerpo,

Espirando, me siento cómodo.

Inspirando, sonrío,

Espirando, libero.

Permaneciendo en el momento presente,

Sé que este es un momento maravilloso.

Esto se puede acortar recitando una palabra o frase por respiración:

Dentro, Fuera.

Profunda, Lenta.

Calmo, Cómodo.

Sonrío, Libero.

Momento Presente, Momento Maravilloso.

El momento presente es el único momento que es real. Tu tarea más importante es estar aquí y ahora y disfrutar del momento presente.

Thich Nhat Hanh

La verdadera riqueza habita en tu interior : cuando sufrir ya no es una opción




¿Cuántas veces a los largo de tu vida has estado a a merced de lo que ocurría fuera? c¿uántas veces has despertado dispuest@ a cumplir con ese objetivo de paz interior que predicaban en el libro de autoayuda o espiritualidad que estabas leyéndote ?... cómo yo ,no serán pocas las veces que sencillamente fracasaste y al dolor o malestar que tú creías que venía de afuera se sumaba el enfado y frustración por no cumplir tan noble propósito .

Tal vez aún te cueste reconocer que la paz no proviene de fuera , que no puedes esperar que los problemas se solucionen para sentirte feliz o en paz ... tampoco es buena idea esperar que sea otra persona... esa que tú llamas tu media naranja o mitad,sea la que de un plumazo vaya a borrar todo ese sufrimiento y soledad que llevas acumulando dentro de ti durante años.

Tal vez no sea ningún secreto para ti que la felicidad habita en tu interior pero quizás aún sigas preguntándote cómo puede ser eso posible , cómo puedes lograrlo ... ¿acaso es algo que uno pueda sentir sin más? .

Yo siempre lo digo , porque así lo he descubierto en mí , es tan sencillo que resulta complicado.
La clave es recuperar tu poder interior ,responsabilizarte de lo que sientes una y otra vez ...a medida que lo hagas irás ganando en lucidez y todas las respuestas que necesites vendrán a ti : Zas ¡como por arte de magia ahí están listas para ser comprendidas ...
Sí ,por arte de magia ; cuando eramos niños todo era ilusión,magia descubrimiento, aventura . No te planteabas para nada porque el protagonista de tu cuento o dibujo animado favorito podía volar, sólo disfrutabas , contemplabas e incluso si podías imitabas. Se te pidea ahora un acto de confianza profunda , porque ahora que eres adulto no paras de catalogarlo todo dentro de tus restringidos esquemas mentales y tus ideas de cómo deben ser las cosas para que tú no tengas que sufrir .

Tu vida , si observas bien, se ha convertido en una búsqueda neurótica de cómo evitar el sufrimiento , el dolor etc.. NO tienes más que mirar en las bibliotecas, librerías incluso en tu propia casa lo plagadas de libros de autoayuda que te enseñan cómo no sufrir .

Ahí radica el error, en creer que algo externo , profesional , libro o lo que sea va a evitar por el poder de adquirirlo , usarlo o consultarlo  tu sufrimiento .

Te doy una noticia , tal vez ni te agrade ,pero no vas a poder dejar de sentir dolor y tal vez si decides permanecer dormido tampoco el sufrimiento .

El único modo de salir del sufrimiento de la mente es conocer la mente que genera ese sufrimiento , responsabilizarte de lo que ocurre en ella y dejar de culpar a todo lo que ocurre fuera,personas hechos o ideas... El camino es la autoconciencia de uno mismo y que mejor que mirar fuera para saber que pasa dentro de mi .
"Un mendigo había estado sentado a la orilla de un camino durante más de 30 años. Un día pasó por allí un extraño. “¿Tienes algunas monedas?”, murmuró el mendigo, estirando mecánicamente el brazo con su vieja gorra. “No tengo nada que darte”, respondió el extraño. Y luego preguntó, “¿Qué es eso sobre lo que estás sentado?”. “Nada”, replicó el mendigo, “sólo una caja vieja. He estado sentado sobre ella desde que tengo memoria”. “¿Alguna vez has mirado en su interior?”, preguntó el extraño. “No”, respondió el mendigo, “¿Para qué? No hay nada adentro”. “Echa una ojeada”, insistió el extraño. El mendigo logró entreabrir la tapa. Para su asombro, incredulidad y euforia, descubrió que la caja estaba llena de oro.
Yo soy ese extraño que no tiene nada para darte y que te dice que mires en tu interior. No dentro de alguna caja -como en la parábola- sino en un lugar aún más cercano: dentro de ti mismo.

“Pero no soy un mendigo”, te puedo oír decir.

Aquellos que no han descubierto su verdadera riqueza -la brillante joya del Ser y la profunda e inalterable paz que se encuentra en ese lugar-, son mendigos, aún cuando tengan gran riqueza material. Buscan externamente desechos de placer o plenitud -para la validación, la seguridad o el amor-, mientras en su interior tienen un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas, sino que es infinitamente más grande que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer.


Un abrazo hondo 

Soraya Founty 
www.mundotranspersonal.com

CÓMO DESARROLLAR LA AUTOESTIMA :AUTOASISTENCIA PSICOLÓGICA



La autoestima es el resultado de una relación interior entre “el estimador” y “el estimado” internos. Aquí presentamos a los protagonistas de esa relación, cuáles son sus distorsiones y cómo es el camino que las resuelve.

La autoestima es un concepto que cada vez se está utilizando más para describir el estado desde donde uno siente, piensa y actúa y ha merecido numerosas reflexiones que la describen.
Para decirlo simplemente la autoestima es el resultado de lo que uno opina sobre uno mismo. Si opino que no valgo, que no sirvo, que no puedo, tendré una baja autoestima, si en cambio opino que valgo, que sirvo y que merezco respeto, tendré una buena autoestima.

El que opina.

Ese es un punto clave del tema. El que opina es el evaluador interior que todos tenemos. Y ese evaluador es el que siente estima o no hacia el evaluado. Ampliaremos esto:
Todos los seres humanos recorremos una misma secuencia: realizamos algo y luego evaluamos lo realizado. Esto lo reconocemos con más claridad cuando hablamos del balance de fin año, en el que evaluamos nuestra performance, pero dicha evaluación ocurre momento a momento de un modo más o menos consciente. Podemos decir que en cada uno de nosotros existe un realizador y un evaluador que están continuamente interactuando. Deseo lograr 100 y alcanzo 60. ¿Cómo se relaciona mi deseo de lograr 100 con el que alcanzó 60?
Si mi deseo es inmaduro su evaluación será de reproche y descalificación: ¡Sos un inútil, no servís para nada!
El que alcanzó 60 queda descalificado, desvalorizado y des-estimado.

La baja autoestima entonces es el resultado de un evaluador que cuando es frustrado por su realizador reacciona desvalorizándolo.

La resolución de la baja autoestima.

El aprendizaje del evaluador interior es el punto clave de la resolución de la baja autoestima, por lo tanto nos extenderemos en su análisis.
El primer paso es familiarizarse con la relación realizador-evaluador. En general sabemos que conversamos con nosotros mismos, y existen muchas frases que apuntan en esa dirección: ¡Me exijo mucho, me doy con un caño, me felicito por haber tomado esa decisión, etc.
Sabemos que dialogamos con nosotros pero no tenemos claro aún quienes son los que dialogan entre sí. Y un propósito de este artículo es mostrar con más precisión a los protagonistas interiores de dicho diálogo.
Si bien tales protagonistas pueden variar, en la inmensa mayoría de los casos son: un evaluador y un realizador.
No estamos habituados a poner el foco de nuestra atención sobre dichos roles ni sobre la relación que existe entre ellos. Sin embargo cuando lo hacemos iluminamos un campo de diálogos interiores que es una verdadera fábrica de conflictos cuando funciona mal, y de soluciones, cuando funciona bien. De ahí la enorme importancia de percibir con claridad esta relación interior.
Una manera de acercarnos a esta relación es utilizando una metáfora. La más útil es la del jinete y el caballo. El jinete es quien desea, programa y evalúa la acción y el caballo es quien la realiza.
Nosotros albergamos las dos funciones, es decir, somos el jinete y el caballo.
Cuando el jinete es inmaduro cree que él es “el amo”, que lo que cuentan son sus deseos y que la función del caballo es estar siempre disponible para cumplirlos. Si los cumple, ¡…es lo que corresponde! y si no los cumple es porque ¡…este caballo no sirve!
Desde ya que esta actitud daña progresivamente al caballo hasta que en algún momento colapsa.
Cuando el jinete se da cuenta del estado lamentable en el que se encuentra el caballo y que ese es el único que tiene, comienza a revisar su actitud. Cuando el jinete realiza los aprendizajes necesarios que le permiten tener otra mirada del rol de cada uno y accede a un estado de madurez, es entonces cuando reconoce que él no es el amo sino un socio, que el caballo es el otro socio y que cada uno tiene el 50% de las acciones en la sociedad que ambos constituyen.
También comprende que el caballo tiene vida propia y que él puede querer hacer un largo galope y que el caballo puede no estar en condiciones de hacerlo. Reconoce entonces que esa creencia que tenía de que querer es poder, es errónea y que querer es sólo querer, y que es una condición necesaria pero no suficiente para hacer algo.
También revisa esa creencia que afirmaba que “los “caballos” son vagos por naturaleza y hay que presionarlos continuamente para que rindan”. En este nivel de madurez comprende que cuando “el caballo” recibe lo que necesita, tiende –como todo ser vivo- hacia su óptimo.
Entonces va cambiando la actitud de dar órdenes a cumplir por la actitud de la interconsulta, igualitaria y respetuosa.
Este cambio de actitud es una verdadera revolución que cambia radicalmente la relación entre ellos y define además cuál es la esencia del vínculo maduro entre jinete y caballo.

Este cambio en el diálogo interior humano.

Un colega me llamó por teléfono para invitarme a dar un taller y el panorama que presentaba resultaba muy agradable. Yo le respondí: Lo consulto con mi socio y luego te llamo. Sorprendido, él me dijo: ¡Cómo tu socio, si yo te estoy invitando a vos sólo! Y yo le aclaré: ¡Mi socio es quien lo tiene que hacer!
Como dijimos antes, ésta es la esencia del cambio: reconocer que yo soy una sociedad, que soy un nosotros, y que en esa sociedad que soy, el realizador es mi socio a quien le corresponde ser consultado y escuchado para co-diseñar con él la decisión a tomar.
Resulta sencillo leer las palabras pero es un cambio radical en la auto percepción.
Deseaba acercarme a una muchacha que me atraía, dudé un poco y luego fui hacia ella. Antes de llegar veo a otro hombre que se ha acercado y que comienzan a bailar. Si soy un evaluador inmaduro que sólo ve los resultados, la reacción es: ¡Fracasaste! ¡tardás mucho en actuar, sos muy torpe!
Si soy un evaluador maduro, además de los resultados, tengo en cuenta, en primer plano, el estado del “obrero” realizador. Me doy cuenta que estaba nervioso y que necesitó ese tiempo para acercarse. Me doy cuenta que él también está frustrado y mi prioridad es ayudar a mi socio a que supere esa situación. Desde ese sentimiento le digo: Sé que hiciste lo mejor que pudiste, en este caso no resultó, pero, bueno… veremos si se presenta otra oportunidad con esta mujer, y mientras veamos qué otra mujer te atrae… y sigamos adelante, tratando de pasarla bien…

La acción y el actor.

Es importante y esclarecedor distinguir “el actor” de “la acción”.
El evaluador inmaduro evalúa resultados, es decir la acción.

El evaluador maduro reconoce que el actor es su socio esencial y ha aprendido que su función es utilizar las acciones, tanto sean aciertos o errores, para colaborar con el aprendizaje y el bienestar de su socio, el actor.

Esta solidaridad incondicional entre el evaluador y el realizador es la esencia misma de una legítima autoestima.

Y es también el punto de partida para poder sentir la tan anhelada sensación de confianza ante lo incierto de cada nueva experiencia.

Un niño juega a la pelota en la cubierta de un barco. Los marineros corren apurados porque hay amenaza de naufragio y uno de ellos le dice: ¡Cómo estás jugando a la pelota, no ves que nos podemos hundir! Y el niño le responde: ¡Y a mí qué me importa, si yo estoy con mi papá…!
La seguridad de este niño, al saberse acompañado por su papá, es la misma que uno siente cuando sabe que cuenta con un evaluador interior solidariamente asistencial.

Preguntas más frecuentes.

¿Hay diferentes tipos de autoestima?

Puedo tener una baja autoestima en el área deportiva, artística, estética, social, etc. o puedo sentirla como algo que me abarca globalmente como persona. Eso dependerá de la intensidad de la desvalorización y del área particular sobre la que recaiga.

¿Cómo influye la autoestima en la vida personal?

Es muy determinante pues si el evaluador que soy ha desvalorizado al realizador que también soy, cuando como persona me relacione con otra, tendré una sensación básica de minusvalía. Y de hecho no podré tener con otra persona una relación de mejor calidad que la que existe entre los miembros de la sociedad realizador-evaluador que soy.

¿Cómo influyen nuestros padres en la autoestima?

Nuestros padres son nuestros primeros evaluadores. Si ellos han tenido actitudes de desvalorización hacia nosotros cuando frustramos sus expectativas, esa matriz es la que luego internalizamos y ya tenemos una voz interior desvalorizadora que sigue actuando aunque esos padres ya no estén. Y esa voz interior es también la puerta de entrada que nos hace más vulnerables a los gestos de desvalorización de los otros en nuestra vida adulta, es decir la descalificación del otro nos daña más cuando hay una voz interna que nos está diciendo lo mismo.

¿Hasta dónde una autoestima alta no se convierte en soberbia?

Una persona es soberbia cuando tiene una percepción parcial de sí mismo: cuando sólo registra lo que puede y tiene y no registra lo que no puede o no tiene.
Si una alta autoestima está apoyada en esa percepción parcial de sí mismo entonces sí queda entrelazada con la soberbia.

¿Cómo desarrollar la autoestima en los niños?

El rol de evaluador es muy poderoso, para bien y para mal.
Soy profesor de pintura y un alumno me trae su trabajo para que lo vea. Yo puedo evaluar lo que hizo, con sus aciertos y errores, de un modo tal que al niño no le queden más ganas de tomar un pincel por el resto de su vida o puedo hacerlo, señalándole los mismos aciertos y errores, de un modo tal que lo estimule a seguir ensayando y experimentando en esa actividad.
De modo que es muy importante que cuando evaluemos, especialmente si es a un niño, recordemos que estamos en esa posición.

¿Cómo desarrollar la autoestima en nuestros hijos?

Valorando sus logros y señalándoles los errores con respeto, favoreciendo el aprendizaje a partir de ellos, sin enjuiciar, reprochar ni descalificar.
Los niños aprenden más de los ejemplos que de las palabras, de modo que, para enseñarla a los hijos, lo más eficaz y poderoso es vivirla en uno mismo y compartirla con los miembros del entorno.

Artículo publicado en la revista “Uno mismo” en Agosto de 2012.


LA TRAMA INTIMA DE LA AUTOESTIMA.

Dr. Norberto Levy
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
El Dr. Norberto Levy es médico psicoterapeuta. Creador del modelo: “Autoasistencia psicológica®”. Sus libros más recientes son: El Asistente interior, La Sabiduría de las emociones y La Sabiduría de las emociones 2.
www.autoasistencia.com.ar