¿Existe la cobardía?






La idea de la cobardía nace de un supuesto equivocado:que todos disponemos de los mismos recursos para enfrentar los peligros, y que algunos, a pesar de contar con ellos, no los enfrentan. A ésos se los llama cobardes.
Esta denominación, además de ofensiva, es falsa. Como también lo es su opuesta: la idea de valentía. En este caso no es ofensiva sino elogiosa, pero igualmente equivocada.
Todos los seres humanos disponemos de diferentes instrumentos para enfrentarnos a amenazas y estamos sometidos a la misma ley psicológica: si la amenaza supera a los recursos, surgirá el miedo.
Tarzán —arquetipo clásico del hombre valeroso— puede
hacer frente a un león sin vacilar, sencillamente porque dispone de los instrumentos para hacerlo. El mismo Tarzán, ante dos o diez leones enfurecidos, inevitablemente sentirá
miedo.
Puedo disponer de recursos de un valor mil, y si estoy rodeado continuamente por peligros de valor cinco mil, viviré continuamente con miedo. Por el contrario, puedo contar con recursos de un valor diez, y si estoy expuesto regularmente
a peligros de un valor cinco, prácticamente no conoceré el miedo.
¿Dónde quedan la cobardía o la valentía ante lo anterior?: se disuelven como conceptos pues cesan en su validez.
Lo que uno comienza a ver en cambio es, simplemente, personas que disponen, o no, de recursos para enfrentarse a la amenaza que se les presenta. También comprende que si quien se retiró desarrolla los recursos necesarios, inevitablemente se enfrentará a la amenaza de la cual se alejó.
Y su opuesto: si quien se enfrentó a ella no hubiera tenido los recursos de que dispuso, habría sentido miedo y se habría retirado.
Es importante alcanzar esta comprensión porque quien es tachado de cobarde, sobre todo si se trata de un niño, queda injustamente estigmatizado, la valoración de sí mismo se ve seriamente dañada y se perturba en gran medida
su forma de relacionarse consigo mismo y con los demás.


Norberto Levy La sabiduría de las emociones

Pasos para perdonarse a uno mismo








Estas son las etapas del perdón verdadero:

1) Identifica tus emociones (a menudo hay más de una). Toma consciencia de
la acusación que te haces a ti mismo o que le haces a otro y de lo que ésta te hace
sentir.
2) Asume tu responsabilidad. Ser responsable es reconocer que siempre
tienes la opción de reaccionar con amor o con miedo. ¿De qué tienes miedo? Date
cuenta también de que tienes miedo de que te acusen de tener miedo.
3) Acepta al otro y suéltate. Para lograr soltarte y aceptar al otro, ponte en su
lugar y siente sus intenciones. Acepta la idea de que la otra persona se acusa y te
acusa probablemente de la misma cosa que tú. Ella tiene el mismo miedo.
4) Perdónate. Esta es la etapa más importante del perdón. Para realizarla,
date el derecho de haber tenido y de tener todavía miedo, creencias, debilidades y
límites, que te hacen sufrir y actuar. Acéptate tal y como eres ahora, sabiendo que
es temporal.
5) Ten el deseo de expresar el perdón. A modo de preparación para la etapa
seis, imagínate con la persona adecuada en el acto de pedirle perdón por haberla
juzgado, criticado o condenado. Estarás listo para hacerlo cuando la idea de
compartir tu experiencia con dicha persona te suscite un sentimiento de alegría y
de liberación.
6) Ve a ver a la persona en cuestión. Exprésale lo que has vivido y pídele
perdón por haberla acusado o juzgado y por haber estado resentido con ella.
Menciónale que la has perdonado sólo si te lo pregunta.
7) Haz el enlace con un cordón o una decisión ante uno de tus progenitores.
Recuerda un acontecimiento similar que ocurriera en tu pasado con una persona
que representase a la autoridad: padre, madre, abuelos, maestro, etc.
Generalmente será del mismo sexo que la persona con la cual acabas de realizar el
perdón. Vuelve a efectuar todas las etapas con esta persona (la figura de
autoridad).
Cuando la emoción sentida sea hacia ti mismo, realiza los pasos 1, 2, 4 y 7.
Date el tiempo necesario para realizar el proceso del perdón. En cada etapa
puede pasar un día o un año. Lo importante es que tu deseo de lograrlo sea
sincero. Cuando la herida es grande y profunda o el ego se resiste, puede tomar
más tiempo. Si la etapa seis del proceso del perdón te resulta difícil, debes saber
que es el ego el que se resiste. Cuando piensas: “¿Por qué ir a pedirle perdón por
estar resentido con él cuando fue él quien me ofendió? ¡Tengo toda la razón del
mundo para estar resentido!", es tu ego quien habla. El deseo más grande de tu
corazón es hacer la paz y sentir compasión por el otro.
No te preocupes por la reacción del otro cuando vayas a pedirle perdón.
Respeta su reacción y la tuya. Nadie en el mundo puede saber lo que va a suceder.
Si al otro le cuesta trabajo recibir tu petición de perdón, es que él mismo no puede
perdonarse. Aunque tú lo hayas perdonado, no puedes hacerlo por él. Deberá
lograrlo por sí mismo. No eres responsable de su reacción, sólo de la tuya. Por otro
lado, el hecho de perdonarte a ti mismo es un hermoso ejemplo para ayudar al otro
a que también lo consiga.
Recuerda que el hecho de perdonar a alguien no significa que estés de
acuerdo con la ofensa, sino que estás en vías de decir que, con los ojos del
corazón, has sido capaz de ver más allá de la ofensa, de ver lo que pasaba en el
interior de la persona. Gracias a este perdón podrás concederte más fácilmente el
derecho de ser tú mismo, con tus sentimientos humanos.

Bloqueos emocionales y dolencias físicas






Iremos viendo las distintas dolencias y sus bloqueos correspondientes durante este mes  en el blog no te lo pierda.
Las causas más comunes de la enfermedad son las actitudes y las emociones
negativas, la culpabilidad, la búsqueda de atención y la utilización de la enfermedad
para evitar una situación desagradable o para huir de ella. También hay personas
que se dejan influir fácilmente y sufren a menudo enfermedades causadas por las
creencias populares, como por ejemplo que "una corriente de aire ocasiona un
catarro". Estas personas atrapan fácilmente las enfermedades llamadas
contagiosas.

todo malestar te dice que te ames,Al amarnos dejamos que sea nuestro corazón quien
dirija nuestra vida, no nuestro ego. Amarnos significa concedernos el derecho de
vivir nuestras experiencias, y amar a los demás es concederles el derecho de vivir
sus propias experiencias. Esto significa darte el derecho de ser humano, con tus
miedos, tus creencias, tus límites, tus fuerzas, tus debilidades, tus deseos y tus
aspiraciones; en fin, darte el derecho de ser como eres ahora. Y todo esto se debe
hacer sin juicios morales de bueno o malo, correcto o incorrecto, viviéndolo
solamente como una experiencia, con el conocimiento de que siempre habrá
consecuencias, agradables o no, resultantes de las decisiones tomadas.
Cuando descubres la actitud mental que te bloquea hasta el punto de crearte
un problema físico, debes pasar rápidamente a la etapa de la aceptación
incondicional de lo que eres, antes de que tenga lugar en ti alguna transformación
mental. Tu cuerpo físico se adaptará con gusto a esta transformación. Recuerda
que él es sólo un reflejo de lo que sucede en tu interior. Con frecuencia los
pacientes me dicen que no comprenden por qué no sanan de un malestar o una
enfermedad una vez que han comprendido su mensaje. No basta con comprender o
aceptar una situación exterior o aceptar a otra persona. Lo más importante es la
aceptación de uno mismo, es decir.. perdonarnos.
Además, debo precisar que el hecho de que tú mismo encuentres la causa de
tu malestar no quiere decir que no consultes al médico. Debes buscar ayuda física
mientras realizas tu búsqueda interior en los niveles emocional, mental y espiritual.
De hecho, es más fácil efectuar una investigación interior cuando no te molesta el
dolor.
Esta percepción metafísica de los malestares y de las enfermedades forma
parte de las novedades que nos aporta la energía de la era de Acuario, novedades
que afectarán a todas las áreas. Dejamos un mundo dominado por la mente para
pasar a un mundo más espiritual, es decir, un mundo en el que SER debe retomar
su lugar. Las personas que se rehusan a aceptar esta transformación tendrán cada
vez más dificultades para ser felices, para estar sanas y para afrontar la vida."


 MIGRAÑA

Bloqueo físico
:
Se caracteriza por la aparición violenta de dolores intensos en un lado de la
cabeza, a menudo acompañados de náuseas y vómitos, que pueden durar algunas
horas o varios días.
Bloqueo emocional:
Esta enfermedad tiene una relación directa con el YO SOY de la persona
afectada. En general se manifiesta en la persona que no se concede el derecho de
ser lo que quiere, incluso antes de que la migraña aparezca. Las migrañas se

producen en la persona que se siente culpable por atreverse a cuestionar a aquellos
que tienen mucha influencia sobre ella. Incluso puede no ser consciente de lo que
realmente quiere. Con frecuencia vive en el "no puedo", hasta el extremo de vivir a
la sombra de alguien. Además, las personas que sufren de migrañas suelen tener
dificultades en su vida sexual porque no están en contacto con su poder creativo,
simbolizado por la región de los órganos genitales.
Bloqueo mental:
Si padeces de migrañas, sólo te queda plantearte la pregunta siguiente : "Si
todas las circunstancias hubieran sido o fueran perfectas a mi alrededor, qué es lo
que hubiera querido SER o qué es lo que quiero SER ?". A continuación, observa lo
que te ha impedido manifestarlo hasta este momento y descubrirás la forma de
pensar que te perjudica, que te impide ser tú mismo. Ya no necesitas creer que
dependiendo de los demás vas a sr más querido. Por el contrario, concédete el
derecho de tener esos temores y de tomarte el tiempo necesario para llegar a tu
meta.
Bloqueo espiritual:
Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una necesidad
importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas al final. Las respuestas te
ayudaran a precisar la verdadera causa de tu problema físico.


ANEMIA
Bloqueo físico:

La anemia suele definirse como una disminución del número de glóbulos rojos
de la sangre. Sus síntomas son: palidez de la piel y de las mucosas, aceleración de
la respiración y del ritmo cardíaco, y una fatiga muy marcada. Se pueden presentar
dolores de cabeza, mareos y zumbidos en los oídos.
Bloqueo emocional:
En metafísica, la sangre representa la alegría de vivir: esto es lo que ha
perdido la persona anémica. Incluso puede resultarle difícil aceptar esta
encarnación hasta el extremo de no desear seguir viviendo. Se deja invadir a
menudo por el desánimo y ya no establece contacto con sus deseos ni con sus
necesidades. Se siente débil.
Bloqueo mental:
Si tienes anemia en este momento, debes volver a contactar con tu capacidad
de crear tu vida sin depender de los demás. Toma más consciencia de los
pensamientos negativos que te impiden encontrar la alegría en tu vida. Deja salir al
niño que hay en ti, ese que quiere jugar y tomarse la vida menos en serio.
Bloqueo espiritual:
Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una necesidad
importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas al final. Las respuestas te
ayudaran a precisar la verdadera causa de tu problema físico.

ANEURISMA
Bloqueo físico:
Un aneurisma es una dilatación de un vaso sanguíneo directamente
comunicado con una arteria; dicha dilatación permanece llena de sangre, rodeada
por una membrana en forma de saco. Existe un gran riesgo de que el vaso
sanguíneo se rompa. Se le suele detectar por la presencia de dolores torácicos, tos
y dificultad para tragar. Si es abdominal, viene acompañado de dolores y trastornos
digestivos, con frecuencia palpables. Se considera generalmente que un aneurisma
cerebral es consecuencia de malformaciones congénitas que se revelan
tardíamente.
Bloqueo emocional:
Este problema puede surgir después de un gran dolor, casi siempre
relacionado con la familia, dolor que bloquea la alegría de mantener las relaciones
como antes. La persona que presenta un aneurisma vive o desea vivir un
rompimiento, aun cuando éste le destroce el corazón. De manera inconsciente,
también se siente culpable de su decisión. Ha acumulado demasiado y ha llegado al
límite. Su decisión de romper la tomó cuando ya no podía más, pues esta persona,
en lugar de actuar, reacciona demasiado.
Bloqueo mental:
El hecho de sufrir un aneurisma es un mensaje urgente para que dejes de
acumular penas internas y tomes la decisión de expresar tus sentimientos a las
personas involucradas en lugar de guardarlos en tu interior. No quieres mostrar tu
enorme sensibilidad, pero no tienes otra opción: o la expresas o te causará la
muerte. También te sugiero que trabajes con tu terquedad, que te lleva a tomar
decisiones radicales de rompimiento, que no te benefician. Tu corazón desea lo
contrario. No te dejes invadir por tus pensamientos negativos: provienen de tu
dolor. Si lo expresas, volverás a encontrar la alegría de vivir con tus seres queridos.
Bloqueo espiritual:
Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una necesidad
importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas al final. Las respuestas te
ayudaran a precisar la verdadera causa de tu problema físico.

Fuente :Obedece a tu cuerpo.¡ÁMATE!
Lisa Bourbeau