Curso individual “Educación para el Despertar"



  

¿Qué es la Educación para el Despertar?


Un proceso de autodescubrimiento transpersonal en 40 días en el que se combina 40 enfoques de la atención hacia áreas de reconocimiento de la identidad esencial con 40 ejercicios diarios de carácter práctico para realizar en la vida cotidiana. Se trata de 40 enfoques de atención con sus respectivos ejercicios para cada día del curso, y 7 “investigaciones” para los fines de semana.

Se trata de un Proceso Transpersonal destinado a mantener la atención sostenida en el propio curso del vivir, al tiempo que entrena la observación y sentido último de cada palabra y acción cotidianas.

Conocerse a uno mismo es una práctica olvidada en nuestra cultura de la rapidez y la eficacia. La prisa por resolver problemas y concluir tareas, en su mayor parte relacionadas con el trabajo diario, nos ha llevado al olvido de nosotros mismos. ¿Quién soy? ¿Cuáles son mis cualidades espirituales y cómo pueden ayudarme en mi vida cotidiana? ¿Qué es aquello que poseo y puede hacerme feliz sin depender de lo material? Estas preguntas tienen su respuesta en nosotros mismos, pero estamos dormidos.

El hecho El trabajar en este proceso se puede asemejar al hecho de acercarse a un manantial; tanto si te acercas con un vaso, con un cubo, o con un balde, los llenarás…lo cual significa la importancia de tu implicación en el proceso y ello determinará el grado de apertura y florecimiento de tus posibilidades. de entregarte a este proceso, supone un encuentro con el camino de “vuelta a casa”, lo cual produce regocijo que se manifiesta en tomas de conciencia diarias que convierten la vida en una gran aventura del Despertar.
     
El curso es como un mapa preciso para que lo recorras con todo tu corazón, luego podrás darte cuenta de tu desarrollo en atención, darte cuenta de la ilusoria realidad que constantemente fabrica nuestra mente, pudiendo desenmascarar lo ilusorio y abrir tu ser al encuentro con lo Real.
  En este proceso notarás que se produce una gran ampliación de tu visión, ya que pondrás consciencia y lucidez a los momentos de tu vida cotidiana.

 Este curso, puedes hacerlo on-line, cuenta con material de lectura, investigación e introspección desarrollado por  la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal.
Las tutorías se pueden llevar a cabo por vía telefónica o por Chat.(skype etc…)

Cuanto mayor sea tu compromiso con esta práctica, mayores y mejores serán los resultados que obtendrás. Se acabó hacerlo todo automáticamente, como si fueras una maquina. Conócete a ti mismo, tus posibilidades, cualidades y potencial. Desarrolla tu atención: “presta atención” a tu vida, decisiones, la forma en que ahora haces las cosas y que, quizá, te hace desgraciado. Puedes cambiarlo a mejor despertando.

Soy Terapeuta Transpersonal formada en la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal, donde ha sido creado y desarrollado este curso. Estoy cualificada para realizar el seguimiento y la orientación durante su realización.











El vientre femenino





Cuando una mujer hace el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de su vagina, está acentuando la herida. El contacto con el pene
de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino....

El cuerpo es un símbolo y el vientre, el útero femenino, es el símbolo de la conexión con lo no manifestado, la Diosa. El vientre femenino ha sido agredido durante miles de años, por el mundo masculino y la energía metálica separada del corazón y la Madre Tierra que ha dominado nuestra civilización.

Y aún hoy sigue siendo agredido terriblemente en nuestra “avanzada” civilización. Se le agrede cuando el hombre sigue utilizándolo para descargar toda su frenética compulsividad mental, cuando tantos y tantos hombres se masturban dentro del vientre de una mujer y a eso le llaman hacer el amor. Le agrede la propia mujer cuando permite que cualquier hombre entre dentro de ella, y cuando ella misma copia los patrones sexuales masculinizantes, dirigiéndose a una sexualidad superficial (clitoridiana) y convirtiéndose en ese tipo de mujer, tan común hoy en día, que utiliza activamente la sexualidad desligada del sentimiento. Se le agrede por supuesto en los hospitales, en el llamado “parto tecnológico” dominante hoy en día, donde tantas y tantas mujeres paren de forma antinatural y son sometidas a la atrocidad de la episiotomía y otras aberraciones médicas, en aras de la “efectividad técnica”. Se la agrede cuando se ha inventado la píldora, que destruye el ciclo femenino, o todos los otros sistemas anticonceptivos intrusivos en el cuerpo de la mujer, curiosamente siempre sistemas para la mujer, ¿por qué no para el hombre? Se agrede el vientre femenino, cuando se ha hecho creer a la mujer que su regla es un trastorno, una molestia “que tiene que sufrir” y que la impide actuar en un plano de “igualdad” con el hombre. Cuando se la ha hecho separarse del momento sagrado que es la menstruación y a base de “tampax” apartarse e incluso repudiar su propia sangre. Podríamos continuar con un sin fin de agresiones más de una civilización masculina que, desde su “omnipotente” hemisferio izquierdo, ha cometido y sigue cometiendo para controlar y aplastar a la Diosa, a la cual ha temido y no ha entendido. No es de extrañar que nuestra civilización esté destruyendo la Tierra, siendo la Tierra la expresión por excelencia de la energía de la Diosa.

Es necesario que el vientre femenino sea sanado de todo el dolor, de todo el miedo y de todo el rencor, del karma colectivo, de miles de años de aplastamiento de lo femenino, de desprecio y de agresión a la Diosa.

Existen diferentes formas, y lo que podríamos llamar técnicas de sanación, que desembocan todas en tomar consciencia de la verdadera identidad, despejando todas las creencias erróneas sobre uno mismo incrustadas en nuestra mente-cuerpo. El mismo acto sexual, en la forma tántrica, es una potente forma de sanación.

La sexualidad tántrica puede ser una ayuda poderosa en el camino de sanación del vientre femenino, pues revierte el proceso de la enfermedad del desamor que inunda las células del vientre femenino. Cuando una mujer hace el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de su vientre, está acentuando la herida. El contacto con el pene de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino. Comienza a darle “nueva información”, esta vez desde la consideración, desde el amor. Por eso es muy importante para cualquier mujer en el camino de sanación consciente, ser cuidadosa en sus relaciones. No se trata de represión, de negar ahora el derecho de libertad sexual, tan arduamente conseguido; sino de una toma de consciencia de “lo que estamos haciendo”. Pasado el tiempo, tan necesario, después de siglos de locura de represión, de la liberación sexual de los hippies, estamos ahora en otro lugar, donde debemos empezar a tomar responsabilidad sobre las verdaderas consecuencias de lo que hacemos.
Aporte de: M G https://www.facebook.com/marionayala?fref=ts

Pautas para trabajar el miedo.El miedo es mi aliado



INDAGACIÓN PERSONAL
Si usted siente un miedo disfuncional, que lo angustia y pa-
raliza, le sugiero lo siguiente:
a)Identifique con claridad y precisión qué lo asusta (la so-
ledad, la exclusi
ón, el rechazo, el abandono, la burla, etc.).
b)Observe cómo es el aspecto suyo que siente ese miedo,
es decir, cómo es su aspecto temeroso. Si puede dibujar, sobre
un papel o mentalmente, la figura humana que mejor lo refle-
je, eso lo ayudará a percibir mejor las características de su as-
pecto miedoso.
c) Imagine que ese aspecto está delante de usted y observe
qué reacción emocional tiene al verlo y qué opina de él. Y dí-
gaselo como si iniciara un diálogo. Al hacerlo estará encarnan-
do el papel del evaluador interno del aspecto miedoso.
d)Una vez que se ha expresado desde ese papel, imagine
que puede ponerse, por un instante, en la piel del aspecto te-
meroso y vea c
ómo se siente al escuchar lo que el evaluador
interno le ha dicho.

e)  Fíjese, además, qué es lo que necesitaría recibir, en pala-
bras y en acciones, de parte de su evaluador, para sentirse ge-
nuinamente ayudado a crecer y fortalecerse.
f)   Continúe este diálogo interior todo el tiempo que necesi-
te hasta que ambos personajes recuperen el vínculo de coope-
raci
ón eficaz que les corresponde por ser miembros del mismo
equipo.
g)  Recuerde que usted está constituido por los dos. Trate de
familiarizarse con ellos a fin de reconocerlos en su vida diaria,
cada vez con más facilidad y rapidez, en qué momento está
actuando desde su aspecto temeroso, cuándo lo hace desde el
evaluador interno, y cómo es, momento a momento, la rela-
ción entre ambos.
Cuanto más solidaria y cooperativa se hace esa relación,
m
ás se disuelve el miedo disfuncional.
Aunque en una situación evalúen que la amenaza los des-
borda y decidan retirarse, esa retracción deja de ser conflictiva.
Si uno no comprende el miedo y es impaciente, suele creer
que la retracci
ón siempre significa fracaso. Sin embargo, cuan-
do la retirada surge de un acuerdo interior, no la experimenta-
mos como fracaso sino como parte del derecho que nos asiste
a elegir las condiciones m
ás propicias para nuestro desempe-
ño. El I Ching dice al respecto: «No es fácil entender las leyes
de una retirada constructiva. [...] Saber emprender correcta-
mente la retirada no es signo de debilidad sino de fortaleza.
»
En la medida en que uno se ejercita cotidianamente en
el arte de llevar a cabo estas tareas psicológicas interiores, el
miedo recupera su perdida dignidad original y vuelve a ser la
valiosísima señal de alarma que es.


Extraido de La sabiduria de las emociones . Norberto Levy