Cómo interpretar tus sueños y expandir tu conciencia Por Soraya Founty




Los sueños se mueven en el mundo de las imágenes…como yo lo veo  una parte de nosotros a la que no tenemos acceso trata de comunicarse con nosotros para ayudarnos a liberar todo ese material que nos condiciona. Muchos de nosotros nos hemos planteado alguna vez en nuestra vida porque hacemos justo lo contrario de lo que queremos hacer…

Con mis clientes suelo proceder del siguiente modo: Trato de despertar su conciencia y expandirla de tal modo que estén abiertos a cualquier señal que provenga tanto de dentro como fuera. Con los sueños buscamos resonancias de estos con sus vivencias…

Lo primero es escribir esos sueños, todo lo que recordemos aunque sea inconexo.

Después de eso hacemos un listado de todos los símbolos que aparecen en el sueño y al lado el significado que la persona le da por ejemplo:



“Soñé que buceaba y veía peces que nadaban a mi alrededor y de repente un tiburón amenazante se acercaba yo nadaba y nadaba  pero no lograba moverme.”



El listado que mencionábamos quedaría así:



Bucear:

Peces:

Peces nadando a mí alrededor:

Tiburón:

Tiburón amenazante:

Inmovilidad:



Una vez extraído los componentes del sueño  la persona hace las asociaciones:



Bucear: buscar en lo profundo, sumergirme en mí

Peces: vida, alimento

Peces nadando a mí alrededor: la vida me invita a vivirla

Tiburón: algo que quiere devorarme y hacerme daño, destruirme…

Tiburón amenazante: algo dañino

Inmovilidad: falta de avance



Después con la persona exploramos las emociones asociadas con cada elemento:



Bucear: ligero pero asustado

Peces: vivo, viviendo el presente

Peces nadando a mí alrededor: feliz , acompañado

Tiburón: miedo, pánico

Tiburón amenazante: Asustado

Inmovilidad: frustrado , impotente



 Invito a la persona a poner estas emociones en sintonía con su vida … en qué situaciones de su vida me siento así .

Este es sólo el inicio del ejercicio, con estas mismas conclusiones establecemos 4 polos  en cruz y colocamos cada símbolo con sus emociones en él : tierra , cielo , masculino y femenino. A partir de ahí la persona puede observar la dinámica del conflicto y ponerle solución a nivel emocional e incluso racional , integrando ambas dimensiones.



Abrazo hondo

Soraya Founty




Los psicólogos cambian el diván por el «Skype»



El famoso diván de Freud ha dejado de estar de moda. Los psiquiatras y psicólogos recurren cada vez más a la videoconferencia para tratar con los pacientes. Este método está diseñado para personas que desean una mayor flexibilidad de horarios y que prefieren la comodidad de su propia casa. También aquí, los tiempos están cambiando.

El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, extendió el uso del diván como la mejor forma para que el analista escuchara a sus pacientes, sentándose detrás de ellos, sin la necesidad de que hubiera un contacto visual. Un mueble de origen otomano que fue icono del Romanticismo, y que pronto será otro símbolo más en extinción con el avance de las nuevas tecnologías. 

De Estados Unidos llega una nueva metodología para atender la consulta de psicólogos y psiquiatras: internet. Se conoce como «telepsiquiatría», un nuevo modelo para analizar a los pacientes a través de videoconferencia, aunque ya había sido implantado en la atención a algunos hospitales, prisiones, centros de la tercera edad y clínicas rurales. 

Hoy en día, aplicaciones como «Skype» o «Messenger» han permitido que las terapias sean accesibles a un mayor número de pacientes. Por el rechazo a acudir a la consulta o por el ahorro de desplazamientos y la intimidad de hablar con el especialista desde casa, la terapia virtual gana adeptos día a día.

Proliferan ya sitios web como «Breakthrough.com», que ha contratado a 900 psiquiatras y psicólogos en sólo dos años. Una realidad creciente a pesar del escepticismo que todavía provoca, como muestra la comedia «Web Therapy», la obra de Lisa Kudrow en la que una excéntrica y manipuladora terapeuta lleva a cabo cortas sesiones con sus pacientes a través de la Red.

Sesiones más económicas
Melissa Weinblatt es una profesora de 30 años que trabaja en un instituto de Oregón y que solía recibir tratamiento de la manera convencional: cara a cara con su terapeuta. Ahora, sus sesiones han cambiado 180 grados: «Puedo tener una hora de terapia en "Skype" con mi café de la mañana o antes de pasar la noche en la ciudad con las amigas. O puedo tomarme un descanso durante las compras para tener una sesión. ¡Me llevé a mi médico conmigo a través de tres Estados este verano!», confiesa la paciente.

«En tres años, esto va a despegar como un cohete», declaró en el diario «The New York Times» el abogado y psicólogo Eric A. Harris, que asesora a la Asociación Americana de Psicología. «Habrá un grupo de verdaderos creyentes que piensen que estar en una habitación con un cliente es especial y no acepten la interacción a distancia. Pero mucha gente, especialmente entre los médicos más jóvenes, sienten que ya no hay motivos para pensar así», dijo Harris.

Algunos terapeutas cobran menos por las sesiones, ya que pueden hacerlo desde su casa, lo que supone un ahorro para el paciente, pero también para el facultativo en el mantenimiento de un espacio para su consulta. 

También existen detractores del uso de la cámara web: «De esta manera los pacientes pueden pensar que no los estás mirando a los ojos», dijo Lynn Bufka, especialista de la «Asociación Americana de Psicología».



Extraído de la Razón online 

La Tortuga:¿le amo o sólo amo lo que me aporta ?



Un niño sintió que se le rompía el corazón cuando encontró,
junto al estanque, a su querida tortuga patas arriba, inmovil
y sin vida.

Su padre hizo cuanto pudo por consolarlo: “No llores, hijo. 
Vamos a organizar un precioso funeral por el señor Tortuga. 
Le haremos un pequeño ataúd forrado en seda y encargaremos
una lápida para su tumba con su nombre grabado. 
Luego le pondremos flores todos los días y rodearemos la 
tumba con una cerca”.

El niño se secó las lágrimas y se entusiasmó con el proyecto. 

Cuando todo estuvo dispuesto, se formó el cortejo –el padre, 
la madre, la criada y, delante de todos, el niño– y empezaron 
a avanzar solemnemente hacia el estanque para llevarse el
cuerpo, pero éste había desaparecido.

De pronto, vieron cómo el señor Tortuga emergía del fondo 
del estanque y nadaba tranquila y gozosamente. 

El niño, profundamente decepcionado, se quedó mirando 
fijamente al animal y, al cabo de unos instantes, dijo: 
“Vamos a matarlo”.

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En realidad, no eres tú lo que me importa,

sino la sensación que me produce amarte...

A de M