Los Peligros del “McMindfulness”





Hoy quiero compartir con vosotros algo diferente. Es un artículo que leí hace poco en el Huffington Post acerca de la meditación mindfulness y sus raíces en el budismo.


Antes de dejaros con el artículo tengo que hacer un par de aclaraciones: En primer lugar, el artículo trata principalmente de la moda del mindfulness que está actualmente en su cénit en Estados Unidos. Allí, la meditación mindfulness se ha hecho un hueco en prácticamente todos los aspectos de la vida social, como mencionan los autores al principio del artículo. En el mundo laboral español estamos todavía inmersos en la anterior moda americana, el coaching. Hoy por hoy, todo el mundo hace coaching de todos tipos y colores. Si las cosas siguen su curso normal, es probable que la moda del mindfulness se instale dentro de poco en nuestro mundillo, y creo que es importante difundir mensajes de aviso como el que realizan los autores en este artículo.

La segunda cosa que quería deciros es un poco perogrullada, pero es necesaria: no es mi artículo. No son mis palabras. Está escrito por Ron Purser y David Loy y lo he intentado traducir de la forma más fidedigna posible. He intentado respetar las cursivas originales aunque he introducido alguna negrita simplemente por facilitar la lectura de un artículo que es bastante más largo de los que publico aquí. Los autores son tremendamente claros (brutalmente honestos en algunos puntos), y mi intención es simplemente difundir sus ideas a la gente que no controle el inglés. Aquellos que quieran conocer el original, lo tienen accesible en este enlace.


Por último, si consideras que el artículo es útil, te animo a que lo difundas entre otros practicantes y/o profesionales de meditación. Intentemos que, cuando llegue a España, nos llegue el mindfulness verdadero en lugar del McMindfulness.

Una vez dicho todo esto, os dejo con el articulo de Purser y Loy, que titulan en el original “Beyond Mc Mindfulness“.


Más Allá del McMindfulness, por Ron Purser y David Loy

De repente, la meditación mindfulness se ha convertido en un fenómeno de masas, abriéndose camino hacia escuelas, empresas, prisiones y agencias del gobiernos incluyendo el ejército americano. Millones de personas están recibiendo beneficios tangibles de su práctica de mindfulness: menos estrés, mejor concentración, quizá un poco más de empatía. No es necesario decir que esto es un gran avance que debe ser bienvenido, pero que tiene una sombra.

La revolución del mindfulness parece ofrecer una panacea universal para resolver casi todas las áreas de las preocupaciones diarias. Libros recientes sobre el tema incluyen: Padres mindfulness, Comer (de forma) mindfulness, Política mindfulness, Terapia mindfulness, Liderazgo mindfulness, Una nación mindfulness, Recuperación mindfulness, El poder del aprendizaje mindfulness, El cerebro mindfulness, El camino del mindfulness a través de la depresión, El camino del mindfulness hacia la autocompasión. Casi diariamente, los medios citan estudios científicos que informan los numerosos beneficios para la salud de la meditación mindfulness y cómo una práctica sencilla puede producir cambios neurológicos en el cerebro.

La popularidad creciente del movimiento mindfulness también se ha convertido en una lucrativa industria artesanal. Los consultores promueven la formación en mindfulness prometiendo que mejorará la eficiencia laboral, reducirán el absentismo e incrementarán las habilidades sociales cruciales para el éxito laboral. Algunos incluso afirman que la formación mindfulness pueden actuar como una “tecnología disruptiva”, reformando uncluso las compañías más disfuncionales en organizaciones más amables, compasivas y sostenibles. Hasta el momento, no obstante, no se han publicado estudios empíricos que sostengan dichas afirmaciones.

En sus esfuerzos de promoción, los partidarios de la formación mindfulness habitualmente incluyen en el prólogo que sus programas están “inspirados en el budismo“. Hay un cierto caché a la hora de decir a los neófitos que el mindfulness es un legado del budismo, una tradición famosa por su antiguedad y sus métodos de meditación probados. Pero, al mismo tiempo, los consultores a menudo aseguran a sus patrocinadores corporativos que su particular marca de mindfulness ha retirado todos los lazos y afiliaciones con los orígenes budistas.

Desligar el mindfulness de su contexto ético y religioso del budismo es un movimiento comprensible para hacer dicha formación como un producto viable en el mercado. Pero la urgencia para secularizar y acomodar el mindfulness a una técnica de mercado puede llevar a una desafortunada desnaturalización de esta antigua práctica, cuyo objetivo es mucho más que aliviar una jaqueca, reducir la presión sanguínea o ayudar a los directivos a estar más centrados y ser más productivos.

Generar una técnica más simplificada y secularizada (lo que algunos críticos empiezan a llamar “McMindfulness“) puede volverla más apetecible al mundo empresarial, pero esta descontextualización del mindfulness de su propósito original de liberación y transmisión de ética social tiene algo de “negocio fáustico“. En lugar de aplicar mindfulness como una forma de despertar a personas y organizaciones de las malsanas raíces de la avaricia, aversión y la ignorancia, habitualmente se moderniza hacia técnicas banales, terapéuticas y de auto-ayuda que en verdad refuerzan esas raíces.

La mayor parte de las opiniones científicas y populares que circulan por los medios han retratado el mindfulness en términos de reducción de estrés y mejora de la atención. Los beneficios de estas habilidades son una herencia sine qua non del mindfulness y es su mayor atractivo para las empresas actuales. Pero el mindfulness, entendido y practicado dentro de la tradición budista, no es meramente una técnica éticamente neutra para reducir el estres y aumentar la concentración. En su lugar, el mindfulness es una cualidad distintiva de la atención que depende y se ve influida por muchos otros factores: la naturaleza de nuestros pensamientos, acciones y palabras, nuestra forma de ganarnos la vida y nuestros esfuerzos para evitar comportamientos poco saludables y desarrollar otros comportamientos que propicien acciones sabias, harmonía social y compasión.

Los budistas diferencian entre el mindfulness correcto (samma sati) y mindfulness incorrecto (miccha sati). La distinción no es moral; la cuestión es si la calidad de la consciencia se caracteriza por tener las intenciones saludables y cualidades mentales positivas que lleven a la prosperidad y al bienestar a los demás y a uno mismo.

De acuerdo con el Canon Pali (las primeras enseñanzas registradas del Buda), incluso una persona que cometa un crimen premeditado y cruel puede estar practicando mindfulness, el mindfulness incorrecto. Claramente, la atención “mindful” y la concentración de un terrorista, un francotirador o un criminal de guante blanco no es la misma cualidad de mindfulness que el Dalai Lama y otros adeptos del budismo han desarrollado. El Mindfulness Correcto está guiado por intenciones y motivaciones que se basan en la contención, estados mentales correctos y conductas éticas, objetivos que incluyen pero superan la reducción del estrés y el incremento de la concentración.

Otro malentendido común es que la meditación mindfulness es un asunto privado e interno. A menudo se comercializa el mindfulness como un método para la autorrealización personal, como una forma de aplazar los problemas y tribulaciones del sofocante mundo laboral. Dicha orientación individualista y consumista hacia la práctica de mindfulness puede ser efectiva para la autoconservación y el desarrollo personal, pero es esencialmente inútil para mitigar las causas del sufrimiento colectivo y empresarial.

Cuando la práctica del mindfulness se paquetiza de esta forma, la interconexión de los motivos personales se pierde. Hay una disociación entre la transformación personal de cada uno y el tipo de transformación social y organizacional que tiene en cuenta las causas y condiciones del sufrimiento en un entorno más amplio. Esta colonización del mindfulness también tiene un efecto de instrumentalización, reorientando la práctica hacia las necesidades del mercado en lugar de una reflexión crítica de las causas de nuestro sufrimiento colectivo o “dukkha social“.

El Buda enfatizó que sus enseñanzas trataban sobre la comprensión y cesación de dukkha (sufrimiento en el sentido más amplio). Así pues, ¿qué ocurre con el dukkha generado por cómo funcionan las instituciones?

Muchos defensores del mundo empresarial argumentan que el cambio transformador comienza en uno mismo. Si la mente de cada uno pudiera estar más centrada y en paz, entonces la transformación social y empresarial vendría después. El problema con esta formulación es que las tres motivaciones que el budismo señala (avaricia, odio e ignorancia) hoy por hoy no están confinadas a las mentes individuales sino que se han institucionalizado en fuerzas más allá del control personal.

Hasta el momento actual, el movimiento del mindfulness ha evitado cualquier consideración seria de por qué el estrés es tan generalizado en las modernas instituciones empresariales. En su lugar, las empresas se han subido a la moda del mindfulness porque desplaza, de manera muy conveniente, la carga de la responsabilidad al individuo: el estrés se encuadra dentro de un problema personal y el mindfulness se ofrece como la medicina correcta que ayuda al empleado a trabajar de manera más calmada y eficiente dentro de un entorno tóxico. Envuelto en un aura de cuidado y humanidad, el mindfulness se pone de moda como una válvula de escape, una manera de liberar la tensión, una técnica para afrontar y adaptarse al estrés del mundo laboral.


El resultado es una versión atomizada y altamente privatizada de la práctica de mindfulness, que se ha confinado en lo que Jeremy Carrette y Richard King (en su libro “Vendiendo Espiritualidad; la conquista silenciosa de la religión“) describen como una orientación acomodaticia. La formación en Mindfulness resulta atractiva porque es un método de moda para suavizar el disconfort de los empleados, promoviendo una aceptación tácita del status quo y un instrumento para mantener la atención centrada en los objetivos empresariales.


En muchos aspectos, la formación del mindfulness en las empresas (con su promesa de que empleados más calmados y menos estresados serán más productivos) tiene muchas similitudes con el movimiento, actualmente desacreditado, de las “relaciones humanas” , populares en las décadas de 1950 y 1960. Esos programas de formación fueron criticados por su uso manipulador de las técnicas de asesoramiento como las de “escucha activa”, establecidas como un método de pacificar a los empleados haciéndoles sentir que se oían sus preocupaciones aunque las condiciones laborales permanecían inalteradas. Esos métodos terminaron siendo conocidos como “Cow psychology” porque las vacas (Cow en inglés) dóciles producen más leche.


Bhikkhu Bodhi, un monje budista occidental ha advertido: “Ausentes de critica social aguda, las prácticas budistas pueden ser fácilmente utilizadas para justificar y estabilizar el estatus quo, convirtiéndose en un refuerzo del capitalismo consumista“. Desafortunadamente, un punto de vista del mindfulness más ético y socialmente responsable se percibe hoy como una preocupación secundaria, o como una politización innecesaria del viaje personal de auto-realización.

Uno tiene la esperanza de que el movimiento del mindfulness no siga el camino habitual de la mayoría de modas empresariales – entusiasmo desenfrenado, aceptación sin crítica del status quo y desilusión final. Para convertirse en una fuerza genuina para la transformación positiva personal y social, debe reclamar un marco ético y aspirar a propósitos más nobles que tengan en cuenta el bienestar de todos los seres vivos.

Fuente: http://meditacionmadrid.wordpress.com

Estimular el hemisferio derecho del cerebro




Las personas capaces de dibujar con exactitud lo que están viendo utilizan de preferencia el hemisferio derecho. La mayor parte de los humanos, en cambio, esclavizados por el otro hemisferio, dibujamos como la mona. El problema es que nuestra visión de las cosas está siendo constantemente interferida y corregida por el lado izquierdo. Éste nos dice lo que "debemos" ver, alterando lo que "realmente" vemos. A veces, si estamos un tanto chalados, veremos de un modo muy especial nuestro entorno.

Las hermanitas Quevedo -autoras chilenas de unas inefables obras literarias- decían que la Torre de Pisa es: "Gótica por dentro e inclinada por fuera". Pero, sin ir tan lejos, usted mismo puede tener un gato sentado unos diez metros delante suyo y "saber" que ese felino tendría que aumentar cuarenta, cincuenta o más veces de tamaño para impedirle ver el enorme álamo que se alza a una cuadra de distancia. Pero eso es lo que usted piensa (y tiene razón), aunque no es lo que realmente percibe.

Un pintor no lo ve así. Él, desde su asiento, medirá con el lápiz de dibujo el tamaño que el gato tiene para sus ojos. Es decir, un par de centímetros. Y luego, aplicará esa medida en el árbol, estableciendo que éste se ve sólo unas cinco o seis veces más alto que el gato.

Betty Edwards, profesora de arte en la Universidad del estado de California, sostiene que todos podemos reeducar el lado derecho del cerebro, liberándolo de la esclavitud racionalista de su vecino. Podemos así darnos cuenta de cómo vemos efectivamente el mundo. Para ello, comenzó ideando un original método de dibujo, destinado a neutralizar la habitual interferencia dominante del ámbito militarista del cerebro.

Yo, que dibujo como lo hacía a los siete años, ensayé un aspecto muy insignificante del método Edwards y quedé asombrado del prodigioso artista que soy. Claro está que llegué apenas al "realismo socialista", pero algo es algo.

Haga usted mismo la experiencia: tome la imagen de un dibujo. Yo elegí "La Odalisca" de Matisse, ni más ni menos. Póngalo al revés -patas para arriba- y tape unos dos tercios del dibujo con una hoja en blanco. Luego, comience a reproducir lo más exactamente posible lo que ve en el tercio inferior y continúe el dibujo subiendo la hoja gradualmente. No entenderá un carajo qué demonios está dibujando. Más aún, le dará mucha rabia al lado izquierdista de su cerebro, pero continúe con paciencia. Se asombrará de lo que usted es capaz de hacer. Y, créame, Betty Edwards, liberándonos de la dictadura del sector dominante de la masa encefálica, enseña muchas cosas más que la técnica del dibujo.

Ejercicios para el hemisferio izquierdo

El hemisferio izquierdo es analítico. Los ejercicios apropiados incluyen las palabras cruzadas, los juegos de números como el Sodoku, y la organización de listas. Estos ejercicios son efectivos para ayudarte a desarrollar el hemisferio izquierdo. Si eres escritor, trata de trazar tu historia antes de empezar. Mientras que escribir es una actividad creativa propia del hemisferio derecho del cerebro, armar la historia requiere pensar en forma secuencial, lo que ayuda a desarrollar el hemisferio izquierdo. Si eres propenso a decidir hacer viajes respondiendo a un impulso, oblígate a ti mismo a sentarte y planificar cada aspecto del viaje antes de hacerlo


Ejercicios para el hemisferio derecho

Si eres más propenso a pensar con el hemisferio izquierdo, usar el derecho puede ser un desafío. Las personas que utilizan más el hemisferio izquierdo del cerebro, no son propensas a comportamientos espontáneos. Cambiar los hábitos puede ser un ejercicio simple para el hemisferio derecho. Mira algo diferente en la televisión; cambia lo que ordenas en tu restaurante favorito sin analizar primero el menú; trata de escuchar música mientras limpias la casa o trabajas en el jardín. Los que usan el hemisferio derecho piensan al azar y pueden manejar fácilmente mas de una tarea a la vez, mientras lo más probable es que los que usan el izquierdo se concentren en una sola tarea a la vez.

Combina los ejercicios para el hemisferio izquierdo y derecho

Combinar los ejercicios de ambos hemisferios es la forma más efectiva de unir las dos mitades de tu cerebro y comenzar a pensar en forma integral. Alterna las actividades durante un tiempo y pronto verás una mejora en tus patrones de personalidad y conducta.


Otros ejercicios:

 Con las manos

Se colocan las manos con las palmas hacia abajo, enfrente del cuerpo y a la altura del cuello. Se hace un circulo con la mano izquierda, moviendo ésta hacia el pecho, bajándola, subiéndola, hasta llegar a la posición anterior. Se hace lo mismo con la mano derecha pero en sentido contrario, es decir, el círculo se hace hacia afuera, de tal manera que las manos se crucen varias veces arriba y abajo. Luego se pueden invertir los sentidos de los movimientos con ambas manos. Escribir
Dibujar óvalos continuos con la mano izquierda o con la menos hábil. Practicar mucho hasta que se haga bien comparar como se hace con la otra mano.

Dibujar óvalos continuos con ambas manos al mismo tiempo.
Colorear un dibujo con la mano menos hábil.
Escribir con la mano izquierda de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, después cambiar de mano. 

Hábitos
Cambiar hábitos inconscientes que se hacen con el lado derecho del cuerpo, al lado izquierdo (y viceversa) y ejecutarlos de manera consciente, por ejemplo cepillarse los dientes, levantar objetos, peinarse, marcar objetos, abrir las puertas, tomar un libro u objeto, etc.
Utilizar la mano que te queda mas cerca cuando desees tomar algún objeto cerca de ti
evita girar el cuerpo. 

Actividad y movimiento
Este ejercicio nos ayuda a activar y comunicar los hemisferios cerebrales. Facilita el balance dentro del sistema nervioso y pone en alerta total al cuerpo. Ayuda a la concentración y prepara al organismo para actividades físicas como realizar deporte, moverse rápido o bailar.
1. Párate y cierra tus ojos.
2. Levanta los dos brazos estirándolos hacia los lados.
3. Levanta el pie que más utilizas y ponlo en forma de cuatro (No abras los ojos, a menos que pierdas el equilibrio).
4. Inhala y suelta lentamente el aire.
5. Manteniendo tus brazos levantados, muévelos hacia adelante, permanece unos cinco segundos en esta posición.
6. Repite el ejercicio ahora con el otro pie.




Formas sencillas de estimular el lado izquierdo de tu cerebro

 

Antes de nada descubre cuánto urilizas cada hemisferio en el siguiente test:

 http://es.sommer-sommer.com/test-cerebral/

Aquí tienes las funciones de cada hemisferio :


El izquierdo se especializa en pensamientos ligados a la palabra. Sus preferencias son la abstracción, la lectura, las clasificaciones, el análisis, la escritura, la aritmética. Procede, por lo común de acuerdo a un orden, de manera lineal y según reglas generales. Nuestra formación en Occidente se efectúa por lo general reforzando las habilidades de esta parte "seria" del cerebro.

El derecho, en cambio, es más chacotero y sentimental. Se especializa en la percepción visual y espacial, más que en las palabras y conceptos. Su manera de encarar el mundo no es lineal, ordenada y secuencial. Observa la realidad de un modo global; es decir, no se detiene en las partes que componen un todo, sino en lo que ellas conforman en conjunto. El lado derecho del cerebro, además, está más ligado a la intuición y a los sentimientos. Como decía Pascal: "El corazón tiene sus razones, que la razón no comprende".

 


IZQUIERDO DERECHO
Aprende la parte, luego el todo Aprende el todo, luego la parte
Secuencial Aleatorio
Abstracto Concreto

Global
Verbal No verbal
Cuantitativo Cualitativo

Visualización

Espacial
Matemático
Prefiere estructura
Paso a paso

Relacional
Blanco-negro Color
Convergente (flor) Divergente (jardín)

Sueños
Juicios
Motriz parte derecha Motriz parte izquierda
Analítico Intuitivo
Realista Fantástico

Espontáneo
Predición
Razonamiento Prefiere experimentar
Enfoque en el interior Enfoque en el exterior
ObjetivoImaginativo

Artístico

Innovador
Escéptico Receptivo

Aventurero
Prudente


Temporal Atemporal
Simbólico Literal

  1. Lávate los dientes con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  2. Péinate con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  3. En el desayuno, mueve la cuchara en la taza con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  4. Mueve el ratón con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  5. Bate el huevo con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  6. Utiliza la mano izquierda (derecha si eres zurd@) para abrir y cerrar con llave
  7. Come la sopa con la cuchara en la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  8. Cuando hables, llévate la mano derecha (izquierda si eres zurd@) a la parte baja de tu espalda o métela en el bolsillo del pantalón o del abrigo y deja que la mano izquierda (derecha si eres zurd@) se mueva libremente
  9. Sirve el agua con la jarra agarrada con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  10. Al atornillar o desatornillar tornillos, hazlo con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
  11. Clava los clavos con la mano izquierda (derecha si eres zurd@). Realiza este ejercicio con precaución
  12. Aprende a tocar algún instrumento que requiera el uso de ambas manos (guitarra, piano, trompeta, bajo, saxofón, bandurria, …
  13. Si practicas algún deporte, haz uso preferentemente de la mano y pie izquierdos (derechos si eres zurd@)
  14. Al leer un libro, pasa las páginas con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)
Además:

  1. Átate el nudo de los zapatos en sentido inverso al habitual
  2. Al comer, corta con el cuchillo en la mano izquierda y el tenedor en la derecha (o viceversa si eres zurd@)
  3. Escribe con la mano izquierda (derecha si eres zurd@)


People with hemispatial neglect (or simply, neglect) are slower to experience one half of their world compared to the other, and often disregard one half entirely as if it had ceased to exist
(Van Vleet & Robertson, 2006; Journal of Cognitive Neuroscience)
La gente negligencia hemiespacial (o simplemente, negligencia) es más lenta al experimentar una mitad de su mundo comparada con la otra, y a menudo ignoran una mitad por completo como si hubiese dejado de existir
(Van Vleet & Robertson, 2006; Journal of Cognitive Neuroscience)