DE TI AL
INFINITO
Lo que vas a encontrar aquí
es una de las formas más bellas y eficaces de experimentar la
radical naturaleza no-dual de la mente que muchos de nosotros hemos
encontrado. Llámese "Gran Mente", "Brahman", "Espíritu", "Dios", o
simplemente "Yo", estas instrucciones para discernir van a dirigir
tu atención hacia esa parte de ti que es infalible y perfectamente
consciente -el aspecto siempre-despierto y primordial de ti.
Este texto ha sido extraído de un mensaje de correo electrónico
que Ken Wilber envió a un miembro del equipo del Instituto Integral
hace algunos meses. Desde entonces, ha sido reenviado a muchos de
nosotros, y se ha convertido en nuestro favorito. Pensamos que
pronto estarás de acuerdo. En nuestra opinión, el poder de estas
instrucciones para discernir proviene de la repetición del nombre
propio.
Haz clic en
"Edición", entonces clic en "buscar", lo que te llevará a la ventana
"Buscar y reemplazar". Pon "Juan" en el campo "buscar" y entonces tu
nombre propio en el campo "reemplazar con", después dale a
"reemplazar todos".
Tu nombre aparecerá ahora en las instrucciones para discernir...
instrucciones que han sido específicamente escritas para ti y por
ti.
Si puedes, encuentra un lugar tranquilo donde puedas disfrutar
de esta "meditación leída", y entonces simplemente sigue las
instrucciones.
Esperamos sinceramente que disfrutes de esto tanto como lo hemos
hecho nosotros.
DE TI AL
INFINITO
Por Ken
Wilber
Lo que voy a hacer ahora es
simplemente "describir" la conciencia no dual del modo en que es
percibida ahora mismo. Lo que sigue es el flujo espontáneo de
conciencia. Simplemente relaja tu mente y léelo en actitud serena y
receptiva (si una frase tiene sentido, bien, si no, continúa leyendo
relajadamente):
Lo que tú buscas es lo que está leyendo esta página ahora
mismo. Esta Identidad no puede ser encontrada pues nunca se ha
perdido: tú siempre has sabido que tú eras tú. Esta "YOSOYdad" es la
condición permanente de todo lo que surge, es el espacio en el que
todo surge, no hay nada fuera de Si y por eso es la paz completa y
la belleza que irradia en todas direcciones. Juan surge en el
espacio de esta "YOSOYdad", Juan surge en este espacio infinito, en
esta apertura pura. Juan es un objeto, como lo es un árbol o una
nube que surge en el espacio del Yo que tú eres. Ahora no estoy
hablándole a Juan, te estoy hablando a ti. Eso que es consciente de
Juan es este Yo omnipresente. Este Yo es consciente de Juan
surgiendo a cada momento. Este Yo es Absoluto. Lo Absoluto está
leyendo esta página. Juan no está leyendo esta página, Dios está
leyendo esta página. El Yo es consciente de Juan y consciente de
esta página. Tú no eres Juan. Tú eres lo que es consciente de Juan.
Lo que es consciente de Juan es una "YOSOYdad" que en si misma no
puede ser vista, sino únicamente sentida, sentida como una certeza
absoluta, una incuestionable Identidad, YO SOY el que SOY
eternamente, intemporalmente, más allá del tiempo. Sólo existe esta
"YOSOYdad" en todas las direcciones. Todo surge espontáneamente en
el espacio de esta gran perfección que es este Yo, que está leyendo
esta página ahora mismo.
Y tú, Juan, eres ese Yo. Tú siempre has sabido que tú eres
este Yo. Nunca hubo un momento en que no supieras que tú eres tú.
Nunca podrías recordar un momento en el que tú no fueras tú. Lo
único que puedes recordar es algo que este Yo hizo. Sólo existe este
Yo. No lo puedes alcanzar, pues es él el que trata de alcanzar. No
puedes verlo, porque es él quien está mirando ahora mismo, lo cual
significa que todo, simplemente, surge en su conciencia: el mundo
entero surge en tu conciencia momento a momento. Tú eres este
espacio en la cuál todo surge espontáneamente y sin esfuerzo. Tú
eres ese Uno. Tú siempre has sido ese Uno. Sólo existe ese Uno. No
finjas que estas buscando ese Uno. No finjas que has olvidado ese
Uno. Lo único que siempre has conocido, lo único que siempre has
recordado, lo único que en verdad estás sintiendo ahora mismo es ese
Uno: la talidad, la presencia, la cualidad de todo tal como es, y
tal como surge en tu Yo – la simple sensación de Ser – que es
cualquier cosa que sientes, siempre.
Mira las nubes: están surgiendo en tu conciencia, están
surgiendo en ti. Las nubes están fuera de Juan pero dentro de tu Yo.
Mira tu cuerpo y esta sala. Tu cuerpo está en esta sala, mas ambos,
tu cuerpo y la sala, surgen EN tu conciencia. Tú estás literalmente
sosteniéndolos en tu conciencia amorosamente. Las montañas están
apareciendo en tu conciencia: están surgiendo en ti y tú las
sostienes amorosamente en tu conciencia, abrazas lo que va surgiendo
como el amante abraza al amado. Las montañas están surgiendo fuera
de Juan pero en el interior de tu Yo. Las nubes, las montañas, y el
propio Juan están todos, simultáneamente y sin esfuerzo, surgiendo
en este Yo, lo que está leyendo esta página. Todo lo que está
surgiendo lo hace en esta inalterable "YOSOYdad", que no es una
cosa, un objeto o una persona, sino la apertura o el espacio en el
que todas las cosas, objetos y personas pueden surgir. Esta
vacuidad, esta apertura, este grandioso espacio es tu Yo, es lo que
siempre has sido, lo que eres antes de que tus padres nazcan, lo que
eres antes del Big-Bang. No hay antes y después para este ahora que
es el Yo. Sólo existe este ahora del Yo que está leyendo esta página
en este preciso momento. No hay un pasado y un futuro en este
interminable ahora. Todos los antes y todos los después surgen en
esta conciencia instantánea. Sólo existe esta belleza radiante,
omnipresente, sin inicio, sin fin, no-nacida, imperecedera, que es
consciente de esta página, que es consciente de este universo, y que
encuentra todo esto EN el espacio que es. Por lo tanto, todas las
cosas surgen en la inalterable PAZ que las sostiene en su amoroso
interior. Juan está en el universo; el universo está en tu Yo.
Por eso, sé este Yo omnipresente que está leyendo esta
página. No le estoy hablando a Juan, te estoy hablando a ti. Deja a
Juan aparecer y desaparecer como cualquier objeto. Permite que Juan
aparezca, permanezca por un momento, y desaparezca: ¿qué tiene esto
que ver con tu Yo? Todos los objetos aparecen, existen, y
desaparecen en el vasto espacio y en la vacuidad que es conciente de
este momento, y de este y de este y de este. Y, sin embargo, este
momento no tiene fin, nunca has sentido realmente que el presente
hubiese llegado a su término porque eso nunca acontece: el presente
es la única cosa que es real: este ahora, esta simple sensación de
Ser, exactamente la misma sensación o conciencia en la que esta
página flota, en la que Juan flota y en la que las nubes flotan.
Cuando te sientes este instante presente, no hay nada fuera de él –
no puedes ver el exterior de este instante intemporal, porque no hay
nada fuera de él. Ahora y ahora y ahora es todo lo que conocerás, y
este instante presente es, simplemente, otro nombre para el Yo
espacioso en el que surge el kosmos entero, como una radiante,
jubilosa, extasiada sensación de felicidad y un deseo de compartir
esta alegría infinita con alguien más.
Porque esta página y las montañas y las nubes todas surgen
en tu conciencia, no hay nada fuera de tu Yo. Que no exista nada,
literalmente, fuera de tu Yo significa que no existe nada,
literalmente, que lo pueda amenazar. Una vez que conoces esta
Identidad, conoces la PAZ. Porque ya eres, directamente,
inmediatamente, e íntimamente uno e idéntico a "eso" que está
leyendo esta página ahora mismo, has reconocido a Dios directa,
inmediata, inequívoca e innegablemente. Y porque reconoces a Dios
aquí y ahora mismo, como al propio Yo que está leyendo esta página,
sabes que, finalmente, verdaderamente, profundamente estás en casa,
un lugar que siempre has conocido y siempre habías fingido no
conocer.
Por lo tanto, deja de fingir. Confiesa que tú eres Dios.
Confiesa que tú eres Belleza. Confiesa que tú eres la Verdad que los
sabios han estado buscando durante siglos. Confiesa que tú eres la
Paz que supera toda comprensión. Confiesa que estás tan
arrebatadamente feliz que tuviste que manifestar este mundo entero
sólo para dar testimonio de la belleza radiante que no podías
contener solo en y para ti mismo. Confiesa que el testigo de esta
página, el Yo de este y todos los mundos, es el único verdadero
Espíritu que mira a través de todos los ojos y oye a través de todos
los oídos, y se extiende en amor y compasión para abrazar los
propios seres que Él mismo creó en una extasiada danza eterna que es
el secreto de todos los secretos. Y confiesa que estás Solo, que
eres literalmente el Único en todo el universo: no hay otros para
este Único. Hay ciertamente otros para Juan, pero tanto Juan como
los otros surgen en la conciencia que está leyendo esta página, y
ésta conciencia, éste Yo, no tiene otro porque todos los otros
surgen en este Yo. El Uno sin segundo es lo que está leyendo esta
página.
Por lo tanto, sé ese Uno. Pero dale también mi amor a Juan.
Posdata:
¿Comprendes muy, muy, muy
profundamente que aquel que está leyendo esta página es aquel que la
escribió? ¿Que Juan, Ken, y esta página, todos surgen del Testigo de
esta página? Este Yo no es difícil de encontrar, sino imposible de
evitar. Por eso suelta todo ese alboroto sobre encontrar y perder, y
simplemente sé el Uno en el que todos los mundos están surgiendo
ahora. Así que sal a la calle y mira el mundo maravilloso mundo
apareciendo dentro de tu propia conciencia, surgiendo en tu propio
Ser, y después, ya sabes, vete a tomarte una cerveza o algo...
Ken
Wilber
Traducción al español: Gianfranco Mónaco
Revisión: Alejandro Villar