Se puede querer a dos hombres a la vez… y no estar loca


Las mujeres omuhonga, de Namibia, participaron en el estudio sobre sexualidad femenina. Que me disculpe el viejo Machín por feminizar su bolero (Corazón loco). Él amaba a dos mujeres a la vez pero, en estos días, una reciente investigación demuestra que amar a dos hombres, o a tres (y suma los que quieras) es una posibilidad biológicamente eficaz para las homínidas. Afirma que la mujer es, por naturaleza, tan promiscua como el hombre (que también) y los únicos límites a nuestra díscola genética están en los cinturones culturales que cada cual aprende y, entre ellos, la independencia económica.

El nuevo estudio lo firma la antropóloga Brooke A. Scelza, de la Universidad de California, Los Ángeles, y lo acaba de publicar en Evolutionary Anthropology. Scelza sostiene que el papel sexual de las mujeres no se limita a la elección de un macho adecuado, sino que también buscamos múltiples parejas sexuales.

Scelza investigó los quehaceres de mujeres de distintas sociedades, entre ellas, las Omuhonga, en Namibia. Es un pueblo seminómada que vive principalmente del pastoreo de ganado. Los maridos viajan largas distancias con las manadas, y, en su ausencia, las mujeres pueden (o no) tener otras parejas. De las 110 mujeres que entrevistó Scelza, un tercio dijo que sus relaciones con otros hombres causaron el nacimiento de al menos un niño. Como en su sociedad la promiscuidad no es un estigma, tanto mujeres como hombres hablan de ello abiertamente.
Las mujeres ya no ligamos, científicamente, igual que las moscas.

La investigación de Scelza afila el vértice de una batalla científica que se sostienen desde hace décadas, y cuya responsabilidad inicial es del lúcido Darwin. El debate, básicamente, es determinar científicamente si en nuestra especie, especialmente en las hembras, la estrategia reproductiva más eficaz es tipo mosca, o tipo bonobo (el simio promiscuo con el que compartimos más ADN que con cualquier otra especie, un 98.7%).

La propuesta dominante en el Olimpo científico, y la más instalada en la mente colectiva, es que las mujeres elegimos pareja con la misma estrategia que la mosca de la fruta, la provechosa Drosophila melanogaster. Veamos cómo se llegó a la mosca.

En su obra El origen del hombre, Darwin puso en tinta que la mujer tiene un papel dominante a la hora de elegir compañero, y que, de entre los mejores, solo elige uno. Los machos, por tanto, tienen que competir entre ellos por ser el elegido, y dejarse los cuernos si hace falta. La razón que Darwin encontró es que para un macho humano producir células sexuales es algo biológicamente barato 100 millones de espermatozoides en cada “¡ay!” lo atestiguan. Así que le interesa copular con cuantas más mejor, para lograr el mayor número de descendientes que le honren. Conclusión: la estrategia biológica de más éxito para el hombre es la poligamia.

La visión de Darwin sobre la mujer era la opuesta: un gran óvulo al mes, con un coste biológico de las dimensiones del Himalaya. La hembra, por tanto, tiene que seleccionar al buen macho, y solo a uno, que garantice un descendiente fuerte y sano.

Darwin nos vio, así, hombres polígamos y mujeres monógamas por orden biológico natural. Pero él solo lo anunció. En 1948 el genetista británico Angus J. Bateman llevó a cabo un trabajo experimental para demostrarlo, y eligió como sujeto de estudio a la moscas de la fruta, la Drosophila melanogaster.

Bateman se dedicó a buscar moscas con rasgos físicos diferenciadores: alas rizadas, pelo grueso, ojos en una hendidura… las puso a copular y después contó descendientes que hubieran heredado esos rasgos. Con su famosísimo experimento mostró que el número de descendientes de un macho aumenta en la misma proporción que el número de parejas seducidas, mientras que la mosca hembra no gana nada con la variedad. Trasladar sus conclusiones de la mosca al humano le llevó un párrafo. Y ahí quedo: para el genetista, las humanas ligamos con la misma estrategia que la mosca de la fruta.
 
 
 
 


 
 
El de Bateman es el estudio experimental sobre selección sexual más citado en la actualidad, pero para discutirlo. Patricia Adair Gowaty, profesora de ecología y biología evolutiva de la universidad de UCLA, repitió el experimento de Bateman mosca a mosca y encontró que el genetista se había hecho un lío al contar mutaciones, y que algunos aspectos fundamentales del estudio no eran correctos. «Posiblemente el trabajo de Bateman nunca debería haber sido publicado», afirmó la investigadora.

Hay numerosos estudios que ensalzan la promiscuidad como estrategia biológica eficaz para ambos sexos. El más reciente es de la antropóloga Brooke A. Scelza, de la Universidad de California, que, como los huevos Kinder, también tiene sorpresa.

Dice Scelza que ha encontrado gran diversidad de normas sexuales por el mundo, desde la monogamia forzada estrictamente al poliamor, y que ha dado con una razón detrás de los modelos donde las parejas múltiples son más abultadas. Allí donde las mujeres tienen más recursos económicos, o mayor independencia del hombre, triunfa el corazón loco.

Para Scelza esto explica por qué la infidelidad femenina se ha incrementado en occidente y apunta el caso de Islandia, en el primer puesto en la clasificación en igualdad de género según el Foro Económico Mundial de 2013 y, al mismo tiempo, donde el 67% de los niños nacen fuera del matrimonio. La tasa mayor del mundo occidental.

Aunque la batalla por explicar el comportamiento sexual humano continuará, lo que parece es que hay posibilidades para todo. Aunque no está mal saber que si te enamoras de dos, tres o siete hombres a la vez, loca, biológicamente loca, no estás.



Lorena Sánchez

Fuente : http://hominidas.blogs.quo.es

La historia del Mago de Oz es una alegoría sobre la trayectoria del alma hacia la iluminación.




Esta gran obra  basada en un cuento del siglo pasado ,"El maravilloso Mago de OZ" está repleta de metáforas y simbolismos que ha sido interpretada y analizada desde un punto de vista teológico, económico, social y psicológico.Representa desde mi punto de vista un camino hacia la transformación personal y el despertar de la propia conciencia.
 Este cuento para niños  incluye una excelente  representación simbólica y metafórica ;Un transfondo aleccionador para cualquier persona que esté creciendo e intuyendo que esta vida es algo más que una sucesión de eventos como la mente nos refleja . Trae consigo auténticas lecciones de vida para aquél ser que va despertando y comienza a a ser capaz de observar :
 

Aparentemente esta es la historia:

"La huérfana Dorothy vive una vida sencilla en Kansas con su tíos Emma y Henry, y su perro Totó. Un día, la vecina es mordida por el perro y se lo lleva por orden del sheriff, Totó consigue escapar y regresar junto a Dorothy, pero tienen que huir porque ella teme que hagan daño al perro. En esa búsqueda de una vida mejor es arrastrada por un tornado, apareciendo en una fantástico lugar donde existen las brujas malas y buenas, un espantapájaros sin cerebro, un león cobarde, un hombre de hojalata sin corazón, unas zapatillas rojas poderosas y otros momentos fantásticos que sucederán durante  el camino de baldosas amarillas hasta llegar a la brillante Ciudad Esmeralda, donde conocerá al llamado Mago de Oz, un hombre mágico en el que tienen puestas todas sus esperanzas para satisfacer sus deseos. "



El proceso de los Protagonistas: El camino a la ciudad esmeralda o camino al despertar de la conciencia.


 
EL lugar donde vive Dorothy con sus tíos,Kansas, representa el mundo percibido por lo sentidos , el mundo material , físico donde todo ser comienza su viaje espiritual .
En la granja donde vive la niña todo es monótono , aburrido y gris .Hay una ausencia total de emoción.( vacío existencial)


Un suceso inesperado hace que la niña tome conciencia de la necesidad de elevarse hacia algo  un nivel superior de conciencia , un mundo donde poder seguir su camino hacia el despertar de su conciencia . Muchos hemos vivido ese proceso o lo están viviendo .Ese libro , esa persona , ese cambio en tu vida que marco un antes y un después en tu conciencia.


La niña es llevada hacia al mundo de Oz a través de un tornado gigante, lo que es lo mismo, una espiral que se eleva, (espirales de conciencia o niveles de conciencia  ) .  La simbología de la espiral también se repite en el comienzo del camino de baldosas amarillas cuando éste se representa en expansión, significando la evolución  y el desapego paulatino sobre la materia, el camino de la vida donde el amarillo representa la energía de la “armonía a través del conflicto”. La niña se encuentra en un nuevo mundo lleno de luz y color, con personajes extraños y nuevos para ella.Toda una oportunidad para experimentarse y autoconocerse.


Antes de comenzar el viaje, Dorothy recibe los zapatos de plata (de rubíes en la película para que el contraste con el amarillo del camino fuera mayor) representan el denominado “cordón de plata”, considerado entre los ocultistas como la unión que existe entre el mundo material y el espiritual.( hay que tener en cuenta que el autor ... pertenecía a una sociedad teosófica- ocultista y toda la simbología esta muy enraizada en la forma que este  tenía de vivir su propio proceso personal.


Es entonces cuando los tres personajes claves que acompañaran a Dorothy aparecen , El espantapájaros ( la mente racional) , el León cobarde ( el miedo que paraliza) y el hombre de hojalata ( las emociones estancadas y oxidadas)
Estos tres personajes se presentan con importantes carencias del nivel persona  y restos que habrán de ser resueltos por cada uno de ellos para poder ser seres completos Así :


El espantapájaros quiere ser inteligente 

 
Una vez comienza el camino, la niña conoce al espantapájaros, representante de la mente. El personaje es encontrado en una estaca de la que no se puede mover, donde está inmóvil, símil sobre el comportamiento de la mente analítica y lógica (hemisferio izquierdo) Es el hemisferio que selecciona, esquematiza, organiza… no deja lugar a la imaginación, a la abstracción de los pensamientos que nos ofrece el hemisferio derecho. Es lo que le falta al personaje del espantapájaros para así sentirse completo. En el viaje es quien toma decisiones y ofrece ideas al grupo sin tener consciencia de que lo hace, mientras reclama un cerebro.


El hombre de hojalata quiere tener un corazón

 
El hombre de hojalata es la representación de las emociones que la vida oxida y las convierten en innobles y rígidas, como un metal como la hojalata. Es un personaje rígido que necesita de constante atención para que no se oxide, necesita de la gente para que le echen aceite. Es un personaje que necesita amor y ofrece amor.


El león quiere ser valiente 


El león cobarde es la representación del miedo que nos paraliza en la vida. Representa elementos de nuestro plano físico ya que el valor, el realizar la acción debida en cada momento, la decisión a la hora de tomar las decisiones, la acción, son elementos con gran carga funcional. La falta de acción nos limita, nos hace perder manifestación de nosotros. La existencia debe basarse en la acción, en hacer, poder equivocarse, levantarse, volver a hacer, acertar y sacar nuestras propias conclusiones basándonos en nuestra experiencia. El miedo, sin embargo, nos provoca la inacción, nos paraliza y nos contrapone contra el elemento fundamental de la existencia. Como el resto de los personajes, durante el camino el león dará muestras de aquello que reclama para él, muestra valentía a cada paso del camino.



Para Dorothy la única forma de volver de nuevo a su casa es  encontrando al “todopoderoso” mago. Durante el camino, Dorothy estará acompañada de sus tres singulares compañaeros que  buscan lo que ahora mismo no tienen en sus vidas, creyendo firmemente que conseguir sus sueños se deberá gracias al poder del Mago de Oz. 





Los cinco personajes acaban descubriendo que el verdadero poder siempre había estado en su interior, dentro de ellos mismos:   la voluntad de Dorothy, la sabiduría del espantapájaros, el amor del hombre de hojalata y el valor del león. Tres componentes de cualquier proceso de desarrollo interior y que cualquier terapeuta o acompañante ( el mago de oz ) sostiene como hilos conductores de una verdadera transformación.

El camino de baldosas amarillas es ese proceso de búsqueda y transformación personal con sus brujas" buenas" (aspectos  que nos agradan de nosotros mismos ) y sus brujas "malas "(aspectos que nos desagradan pero que es necesario integrar para ser seres completos : la sombra psicológica) .Un camino integral que poco tiene que ver con bypasses espirituales sino más bien con dosis de sabiduría interior que vamos adquiriendo por el camino para ser capaces de integrar nuestra mente con nuestro corazón  y volver a casa .
Si queremos volver a casa -la paz y la felicidad que somos - tenemos que ser conscientes de que es necesario coger las riendas de nuestras vidas y poner el corazón, la voluntad y la sabiduría en nuestro camino de baldosas amarillas.



 Soraya Founty



Ver la película completa  : en youtube o peliculasfox


CÓMO DEJAR DE SER VICTIMAS

 
 
 
 
 
Interesante Entrevista a Jorge Lomar que nos habla de su proceso de transformación personal, del perdón transpersonal como camino para sanar la mente, de como programamos nuestra ego para crear un personaje y de lo fácil que es dejar de ser víctimas cuando se logra asumir que no somos lo que creemos ser.
 
Jorge Lomar para quienes no lo conozcais es presidente de la Asociación Conciencia para el Crecimiento Humano.
Desde el 2003 es facilitador de talleres y retiros. Su mensaje aporta nuevos puntos de vista para abordar la vida, introducen a la meditación, la auto-observación y las relaciones conscientes, tomando como referencia las enseñanzas de Un Curso de Milagros y la filosofía Advaita.
Conferenciante especializado en las claves de la autorrealización. Colabora en eventos y congresos aportando espacios de meditación y reflexión.
Autor de los libros "Vivir el Perdón" [2013], editado por Ediciones El grano de Mostaza, y "Ecología Mental" [2010], y "La Inteligencia del Amor" [2008], editados por Corona Borealis, todos ellos en venta en esta web. Escribe artículos habitualmente para diversas publicaciones y páginas web.
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Psicología Transpersonal por la Escuela Superior de Técnicas y Estudios Avanzados de Barcelona. Reside en Madrid.
 
 

¿Qué vínculo hay entre el amor, la inteligencia y la sabiduría? ¿Cómo actúa la sabiduría frente a un conflicto?



La inteligencia es la capacidad de resolver problemas. El tipo de problemas que pueda resolver definirá cuál es la inteligencia que tengo: si es filosófica, matemática, química, corporal o musical, etc.

Si utilizo mi inteligencia en química para producir armas que destruyen a mucha gente, tendré una inteligencia química pero no una inteligencia que comprenda la cualidad unitaria que subyace en todo lo vivo y el rol complementario que cumplen todos sus componentes. La sabiduría es, precisamente, el conocimiento vivencial profundo de dicha unidad.

Dicho de otro modo, la sabiduría es el amor hecho autoconciencia. Es la energía del amor convertida en concepto, conocimiento, enseñanza.

¿Cómo actúa la sabiduría frente a un conflicto?

Un conflicto es un vínculo en el que cada parte cree que la solución radica en la eliminación del otro: "Yo estaré bien sólo si logro vencerlo o apartarlo". Ésta es la esencia del conflicto tanto en el universo interpersonal como intrapersonal.

Un conflicto intrapersonal típico es el que se da entre los impulsos y la mente.

El impulso dice: "Yo quiero expresarme, convertirme en acción, y tú, mente, no me dejas. Te la pasas calculando y anticipando y no me dejas vivir. Quiero eliminarte para poder ser feliz".

La mente responde: "Tú avanzas enceguecido y traes más problemas que otra cosa. Estoy harta de que te equivoques, te ilusiones, te engañen, y tener que pasarme la vida tratando de arreglar los platos rotos. Te voy a frenar como sea porque eres un peligro total".

Y así puede continuar largamente esta batalla con todo el daño y sufrimiento que acarrea... hasta que alguien pueda devolver la armonía a ese sistema.

Ésa es la tarea de la sabiduría. Ella es la que puede reconocer la parte de verdad y de error que hay en cada antagonista y explicárselo a cada uno de ellos del modo en el que lo puedan entender. De esa forma contribuye a reconstruir el vínculo de complementariedad perdido entre los impulsos y la mente, ese vínculo en el que ambos se pueden volver a reconocer tan necesarios el uno para el otro como lo son las dos manos entre sí.

Los impulsos y la mente podrían compararse con el acelerador y el freno. Vistos en forma aislada parecen opuestos que se anulan uno al otro. Recién cuando se incorpora la imagen del auto en el tránsito es que se comprueba que son complementarios: puedo acelerar porque cuento con el freno y viceversa.

Conectar con la unidad mayor que permite ver lo complementario que hay en lo aparentemente opuesto es lo que hace la sabiduría del amor...


Aprendices del amor

Las emociones y la mente

NORBERTO LEVY


SI DAÑAS, ME DAÑAS



  Parvati es una de las diosas más amorosa, benevolente y misericordiosa del panteón hindú. Es la consorte de Shiva y se manifiesta como extraordinariamente compasiva. Cierto día, uno de sus hijos, Kartikeya, hirió a una gata con sus uñas. De regreso a casa, corrió hasta su madre para darle un beso. Pero al aproximarse al bello rostro de la diosa, se dio cuenta de que ésta tenía un arañazo en la mejilla.
--Madre -dijo Kartikeya-, hay una herida en tu mejilla. ¿Qué te ha sucedido?
Con sus ojos de noche inmensa y profunda, la amorosa diosa miró a su querido hijo. Era su voz melancólica y dulce cuando explicó:
--Se trata de un arañazo hecho con tus uñas.
--Pero, madre -se apresuró a decir el joven-, yo jamás osaría dañarte en lo más mínimo. No hay ser al que yo ame tanto como a ti, querida madre.
Una refrescante sonrisa de aurora se dibujó en los labios de la diosa.
--Hijo mío -dijo-, ¿acaso has olvidado que esta mañana arañaste a una gata?
--Así fue, madre -repuso Kartikeya.
--Pues, hijo mío, ¿es que no sabes ya que nada existe en este mundo excepto yo? ¿No soy yo misma la creación entera? Al arañar a esa gata, me estabas arañando a mí misma.

*El Maestro dice: Al herir, te hieres. A quienquiera que dañes, te dañas a ti mismo.

Psicología Perenne :¿Qué tienen en común las diferentes religiones y tradiciones espirituales ?



Para Ken Wilber lo que hay de comúnen la herencia espiritual humana se pueden resumir en siete puntos fundamentales:

1.- El espíritu existe

2.- El espíritu está dentro de nosotros

3.- A pesar de ello, la mayor parte de nosotros vivimos en un mundo de ignorancia, separación y dualidad, en un estado de caída ilusorio, y no nos percatamos de ese espíritu interno.

4.- Hay una salida para ese estado de caída, de error, de ilusión; hay un camino que conduce a la liberación

5.- Si seguimos ese camino hasta el final llegaremos a un renacimiento, a una liberación suprema.

6.- Esa experiencia marca el final de la ignorancia básica y el sufrimiento.

7.- El final del sufrimiento conduce a una acción social amorosa y compasiva hacia todos los seres sensibles.


Además de la suma de estos siete puntos los maestros de la espiritualidad humana comparten también el camino que sugieren para alcanzar esta conciencia: la experiencia directa. Sus afirmaciones no se basan en meras creencias, ideas, teorías o dogmas, sino en la experiencia directa, en la experiencia espiritual Real. Y es esto lo que diferencia a los verdaderos místicos de los religiosos dogmáticos.

La experiencia mística no es algo que se pueda traducir en palabras, sin embargo lo mismo ocurre con la mayor parte de las experiencias, ya sea un amanecer o una sinfonía de Mózart.

A lo largo de décadas, siglos y milenios, los místicos han estado comprobando y refinando las experiencias y creando un record de constancia histórica que haría palidecer incluso a la ciencia moderna.

Las prácticas espirituales y contemplativas utilizadas por los místicos como la oración contemplativa o la meditación, pueden ser muy poderosas, tanto que han logrado prevalecer en la historia de la humanidad y han encontrado eco en las diferentes culturas por diversas que puedan parecer.

Los místicos de piden que no creas absolutamente en nada y te ofrecen un conjunto de experimentos para que los verifiques en tu propia conciencia. El laboratorio del místico es su propia mente, y el experimento en la meditación. Tu mismo puedes verificar y comparar los resultados de tu experiencia con los resultados de otros que también hayan llevado a cabo el mismo experimento.

Wilber afirma que el espíritu está dentro de uno, y que ahí reside todo un universo en nuestro interior. El asombrosos mensaje de los místicos es que en el centro mismo de su ser, cada uno vive la divinidad. Dios no esta dentro ni fuera, ya que el espíritu trasciende toda dualidad, pero uno lo descubre buscando fuertemente adentro. Hasta que ese “adentro” termina convirtiéndose en más allá. Y es el yo individual o el ego lo que impide que tomemos conciencia de nuestra identidad suprema.

Ese “tu”, por el contrario es nuestra esencia más profunda, o si lo preferimos, nuestro aspecto más elevado, la esencia sutil, como lo describe el upanishad, que trasciende nuestro ego mortal, y participa directamente de lo divino. En el judaísmo se le llama en Ruach, el espíritu divino y supraindividualidad que se halla en cada uno de nosotros, y que se diferencia del nefesh, el ego individual.

En el cristianismo por su parte, es el pneuma, el espíritu el esíritu que mora en nosotros y que es de la misma naturaleza que Dios, y no la psique o lama individual que, en el mejor de los casos, solo puede adorar a Dios. Como dijo Coomarawamy, la distinción entre el espíritu inmortal y eterno de una persona y su alma individual y mortal (el ego) constituye un principio fundamental de la filosofía perenne.

Tercer punto, la razón por la que no puedo percibir mi verdadera identidad, mi unión con el espíritu, es porque mi conciencia esta obnubilada y obstruida por alguna actividad; aunque recibe muchos nombres diferentes, es simplemente la actividad de contraer y centrar la conciencia en mi yo individual, en mi ego personal. Mi conciencia no se halla abierta, relajada y centrada en Dios, sino cerrada, contraída y centrada en mi mismo. Y es precisamente la identificación con esa contracción en mi mismo y la consiguiente exclusión de todo lo demás lo que me impide encontrar o descubrir mi identidad anterior, mi verdadera identidad con el Todo. Mi naturaleza individual, “el hombre natural” ha caído y vive en el error, separado y alienado del espíritu y del resto del mundo. Estoy separado y aislado del mundo de ahí afuera, un mundo que percibo como si fuera completamente extraño, ajeno y hostil a mi propio ser. En cuanto a mi propio ser en si, desde luego que no parece ser uno con el Todo, con todo lo que existe, uno con el espíritu infinito, si no que por el contrario, permanece encerrado y aprisionado dentro de las paredes limitadoras de este cuerpo mortal.

A este fenómeno se le conoce como dualismo. Ya que me divido a mi mismo en un “sujeto” separado del mundo de los “objetos” ubicados ahí afuera y a partir de este dualismo original, sigo dividiendo el mundo en todo tipo de opuestos en conflicto: placer y dolor, bien y mal, verdad y mentira, etc. Ya que al trazar una frontera divisoria entre aquello que pretendo separar automáticamente genero una zona de conflicto. Según la filosofía perenne, la conciencia que se haya dominada por el dualismo sujeto-objeto, no puede percibir la realidad tal como es, la realidad en su totalidad, la realidad como identidad suprema. En otras palabras el error es la contracción de uno mismo, la sensación de identidad separada, el ego. El error no descansa en algo que hace el pequeño yo, sino en algo que es. Ese ser contraído, ese sujeto aislado, al no reconocer su verdadera identidad con el Todo experimenta una aguda sensación de carencia, de privación, de fragmentación, En otras palabras: la sensación de estar separado, de ser un individuo separado, de nacimiento al sufrimiento, de nacimiento a la “caída”.

El sufrimiento no es algo que ocurre al estar separado, sino que es algo inherente a esa condición. “Pecado”, “sufrimiento”, y “yo” no son sino diferentes nombres para un mismo proceso que consiste en la contracción y fragmentación de la conciencia. Por eso es imposible rescatar al ego del sufrimiento. Como dijo Gautama el Buda: para poner fin al sufrimiento debes abandonar al pequeño yo o ego; pues ambas cosas nacen y mueren al mismo tiempo. Un místico Ingles del siglo XVIII lo expresa de la siguiente forma: “He aquí la verdad resumida. Todo pecado, toda muerte, toda condenación, y todo infierno no son sino el reino del yo, del ego. Las diversas actividades del narcisismo, del amor propio y del egoísmo que separan el alma de Dios y abocan a la muerte y al infierno eterno”. O las palabras del Sufi Abi l-Khayr:”no hay infierno si no individualidad, no hay paraíso si no altruismo”. Y también encontramos este mismo tipo de declaraciones entre los místicos cristinos, como nos lo demuestra la afirmación de la teología germánica de que “lo único que arde en el infierno es el ego”.

El cuarto principio de la filosofía perenne se refiere a la forma de superar la caída, una forma de superar este estado de cosas, una forma de desatar el nudo de la ilusión y el error básico: Rendirse o morirse a esa sensación de ser una identidad separada. Esta caída se puede revertir instantáneamente comprendiendo, que en realidad, nunca ha tenido lugar, ya que solo existe Dios y, por consiguiente, el yo separado nunca ha sido mas que una ilusión.

En otras palabras el cuarto principio de la filosofía perenne afirma que existe un Camino y que, si lo seguimos hasta el final, terminará conduciéndonos desde el estado de caída hasta el estado de iluminación. Desde el Samsara hasta el Nirvana, desde el Infierno hasta el Cielo.

Existen muy diversos caminos, cada tradición ha generado desde su estructura superficial un Camino particular, pero todos comparten una sola estructura profunda. Y esta se puede dividir en dos grandes posibilidades: una es expandir el ego hasta el infinito y la segunda es reducir el ego a la nada. La primera es una vía de conocimiento, mientras que el segundo es una vía devocional. Un sabio hindú dice: “Yo soy Dios, la verdad universal”. Un devoto, por su parte dice: “Yo no soy nada ¡oh Dios! Tu lo eres Todo”. En ambos casos aparece la sensación de identidad separada”.

El quinto gran principio de la filosofía Perenne es el del Renacimiento o la Iluminación. El pequeño yo debe morir para que dentro de nosotros pueda resucitar el gran Yo. Las distintas tradiciones describen esa muerte y nuevo renacimiento con nombres muy diversos. En el cristianismo Jesús representa la muerte del yo separado y la resurrección constituye el arquetipo de la muerte del yo separado y la resurrección a un destino nuevo y eterno dentro de la corriente de la conciencia. San Agustín lo expresa de la siguiente manera: Dios se hizo hombre para que el hombres se pudiera hacer Dios.

El sexto principio es que al morir el ego y por lo tanto liberarnos de los deseos y apegos, se extingue el sufrimiento. Y no se trata de que después de la iluminación o de la práctica espiritual en general ya no experimentes dolor, angustia, miedo, o daño. Todavía sientes eso. Lo que simplemente ocurre es que esos sentimientos ya no amenazan tu existencia y, por tanto, dejan de constituir un problema para ti.

El séptimo punto nos dice que la verdadera iluminación deriva en una acción social inspirada por la misericordia y la compasión, en un intento de ayudar a todos los seres humanos a alcanzar la liberación suprema. La actividad iluminada no es más que un servicio desinteresado. Como todos somos uno en el mismo Ser, entonces, al servir a los demás estoy sirviendo a mi propio Ser.