El Secreto de Sócrates

Cuando hable con alguien no empiece discutiendo las cosas en las que hay divergencias entre los dos. Empiece destacando - y siga destacando - las cosas en las que están de acuerdo. Siga acentuando - si es posible - que los dos tiendan al mismo fin y que la  única diferencia es de método y no de propósito.

Haga que la otra persona diga: "Sí, sí", desde el principio. Evite, si es posible, que diga "NO".
Un NO como respuesta es un obstáculo sumamente difícil de vencer.
Cuando una persona ha dicho NO, todo el orgullo que hay en su personalidad exige que sea consecuente consigo mismo... Tal vez comprenda más tarde que ese NO fue un error, pero de todos modos tiene que tener en cuenta su precioso orgullo. Una vez  dicha una cosa, tiene que atenerse a ella. Por lo tanto, es de primordial importancia  que lancemos a una persona en la dirección afirmativa.
El orador hábil obtiene desde el principio una serie de "SÍ", como respuesta. Con ello ha puesto en movimiento en la dirección afirmativa, los procesos psicológicos de quienes lo escuchen. Es como el movimiento de una bola de billar. Impúlsela en una dirección, y se necesita cierta fuerza para desvirtuarla; mucho más para enviarla de vuelta en la dirección opuesta.

Son muy claros aquí los patrones psicológicos. Cuando una persona dice NO y en realidad quiere decir eso, ha hecho mucho más que pronunciar una palabra de dos letras. Todo su organismo- glandular, nervioso, muscular - se aúna en un estado de rechazo. Suele haber en un grado diminuto pero a veces perceptible, una especie de retirada física o de prontitud para la retirada. Todo el sistema neuromuscular, en suma, se pone en guardia contra la aceptación.

Por el contrario, cuando una persona dice "SÍ", no se registra ninguna de estas actividades de retirada. El organismo está en una actitud de movimiento positivo, aceptable, abierto.
Por ende, cuantos más "SÍ" podamos incluir desde un comienzo, tanto más probable es que logremos captar la atención del interlocutor para nuestra proposición final.
Es una técnica muy sencilla esta respuesta afirmativa ¡ y cuan descuidada! A menudo parece que la gente lograra un sentimiento de importancia mediante el
antagonismo inicial en una conversación.

El extremista comienza una charla con un conservador, e inmediatamente le pone furioso. en rigor de verdad, ¿qué beneficios obtiene con ello? Si lo hace sencillamente para obtener algún placer particular, se le puede perdonar. Pero si espera conseguir algo, tan solo demuestra que es psicológicamente estúpido.
Si hacemos que un estudiante, o un cliente, o un hijo, o un esposo, o una esposa, diga NO en un comienzo, necesitaremos la sabiduría y la paciencia de los ángeles para transformar esa erizada negativa en una afirmativa.

Se necesitan años de tiempo y miles de dólares en negocios perdidos antes de aprender que discutir no da beneficios, que es mucho más provechoso e interesante mirar las cosas desde el punto de vista del interlocutor, y hacerle decir "SÍ, SÍ" desde el principio.

¿Su método? ¿Decía a los demás que se equivocaban? Oh, no. Era demasiado
sagaz para eso. Toda su técnica, llamada ahora "método Socrático", se basaba en obtener una respuesta de "SÍ; SÍ". Hacia preguntas con las cuales tenía que
convenir su interlocutor. Seguía ganando una afirmación tras otra, hasta que
tenía una cantidad de "seis" a su favor. Seguía preguntando, hasta que por fin, casi sin darse cuenta, su adversario se veía llegando a una conclusión que pocos
minutos antes habría rechazado enérgicamente.

Los chinos tienen un proverbio lleno de la vieja sabiduría oriental: "quien pisa con suavidad, va lejos".


Diferencia entre dolor y sufrimiento


Alejandro Jodorowsky hace una diferencia entre dolor y sufrimiento…


¿Qué es el dolor?


El dolor es absolutamente necesario para sobrevivir. Si los niños no sintieran dolor se tirarían por la ventana, se quemarían, y nosotros nos mataríamos. La raza humana sin dolor se acabaría en un segundo.


¿Y el sufrimiento?


El sufrimiento es anormal… El ser elimina el sufrimiento, deja el dolor en el instante. Yo siento el dolor, cuando se acaba soy feliz de nuevo, o no soy feliz pero recupero mi tranquilidad. Sólo sufro en el momento en que sufro. Me duele en el momento en que duele, pero el sufrimiento es la multiplicación del dolor en el recuerdo, en la memoria.


Una metáfora para terminar de aclararlo…

Por ejemplo, las madres cuando paren tienen un dolor atroz, y una vez que el dolor pasa, son felices. El dolor es como un parto. Es bueno en la medida en que expresa el sentimiento y se acaba en el presente. El sufrimiento de la humanidad es otra cosa, es mantener el dolor psíquicamente y no soltarlo. Eso es el sufrimiento.


Alejandro Jodorowsky

Escúchese a sí mismo..

 
Interlocutor: Mientras estoy aquí, escuchándolo, me parece que comprendo, pero cuando me encuentro lejos de aquí, no comprendo, aunque trate de aplicar lo que usted ha estado diciendo.

Krishnamurti: ... Usted tiene que escucharse a sí mismo y no al que le habla. Si escucha al que le habla, él se vuelve su líder, su método para comprender, lo cual es un horror, una abominación, ya que así ha establecido la jerarquía de la autoridad.

Por lo tanto, lo que usted hace aquí es escucharse a sí mismo. Está mirando el cuadro que pinta el que le habla; ése es su propio cuadro, no el de él. Si eso está bien claro, que usted se está mirando a sí mismo, entonces puede que diga: «Bien, me veo tal como soy, y no quiero hacer nada al respecto», y ahí se termina la cosa. Pero si dice: «Me veo tal como soy, y tiene que haber un cambio», entonces comienza a elaborar su propia comprensión, lo cual es por completo diferente de aplicar lo que dice el que le habla [...].

Si, en cambio, mientras uno está hablando usted se escucha a sí mismo, gracias a ese escuchar hay claridad, hay sensibilidad; ese escuchar hace que la mente se sane, se fortalezca. Sin obedecer ni resistir, se torna despierta, intensa. Únicamente un ser humano así puede dar origen a una nueva generación, a un mundo nuevo...

Krishnamurti.