Dos formas simples de lograr relajarse




RELAX DE LAS SEMILLAS

EL ejercicio es curioso pero cierto. Lleva siempre contigo una bolsita con semillas de anís, hojas de romero, menta, salvia u otras semillas de tu gusto. Cuándo estés tenso o desees un buen relax, toma unas semillas y las masticas muy bien e inhalas el aroma de tu propio aliento. Esto relaja con muchísimo éxito. Tiene la particularidad también de combatir el mal aliento.




RELAX DE LA LENGUA


(Con la punta de la lengua toca y traza círculos en el paladar.) 
 
 1. se harán en sentido horario unas 10 vueltas. 
2. se harán en sentido antihorario otras 10 vueltas. 
Los círculos serán suaves y lentos. Así misma será la respiración.


¿Qué harías si no tuvieras miedo?




“Es duro vivir con miedo, ¿verdad? En eso consiste ser esclavo.”

De la película Blade Runner, dirigida por Ridley Scott
Querido y tal vez asustado jefe:


Me ronda por la cabeza una sospecha. Quizá no tenga razón de ser, pero no puedo evitar manifestártela: no respondes a mis cartas porque estás asustado, porque tienes miedo.

Miedo a descubrir que tú tampoco eres feliz.

Miedo a darte cuenta de que no te escuchas.

Miedo a mostrar tus debilidades.

Miedo a enfrentarte a tus verdaderos deseos.

Miedo a dejar de tener miedo.

Si esto es cierto, tengo que decirte que no eres el único. Todos, cuando nos enfrentamos a un cambio importante en nuestras vidas, tenemos miedo. Pero hay que enfrentarse a ese miedo para cambiar. No hay vuelta de hoja.

Porque el miedo es nuestro mayor freno. Cada vez tengo más claro que una gran cantidad de depresiones nacen de nuestro propio miedo. Dejando de lado los golpes duros, a veces durísimos, que trae la vida, como la muerte de un ser amado, un accidente de graves consecuencias o una grave enfermedad, creo que el resto de las depresiones nacen del miedo, del miedo inconsciente que nos lleva a pensar que no somos libres, que no podemos decidir, que no podemos vivir nuestra vida.

El freno nos lo ponemos nosotros mismos, aunque muchas veces nos es más cómodo culpar a otros, pues esto nos permite seguir jugando al escondite con nuestra realidad interior. En realidad, yo lo acerco y lo alejo todo de mí. Yo puedo ser mi mayor acelerador y mi mayor freno.

La cuestión es que…


…SI NO TE DAS CUENTA, TU PEOR ENEMIGO PUEDES SER TÚ, ES DECIR, TUS MIEDOS.


- Sin darte cuenta, el miedo te roba oportunidades.

- No te deja ver la realidad como es.

- Hace que te sientas muchísimo menos de lo que realmente eres.

- Hace que creas que tienes muchísimas menos opciones (infinitas, en todo el sentido del término) de las que realmente tienes.

- Te lleva a adoptar una posición existencial empobrecida, descontada y banalizada frente a otras en las que podrías vivir con prosperidad.

En definitiva, tus miedos son un conjunto de amenazas que tú pones y que te impiden ser, de verdad, competente. Que etimológicamente quiere decir ser “adecuado”, que a su vez significa “apto”. O sea, que el miedo te convierte en “no apto” para tu propia vida.

Querido jefe, ¿no crees que ha llegado la hora de dejarnos de miedos? ¿Has pensado en lo que harías si no tuvieras miedo?

Confiadamente tuyo,

Álex



P. D. El miedo desaparece con el conocimiento, con el autoconocimiento, cuando nos redefinimos fruto de ese conocernos, cuando nos libramos de las pesadas cargas de los prejuicios sobre los demás y, especialmente, sobre nosotros mismos.

Mi amigo Carlos Nessi dice en su cuento La Señora Gaba: “Nunca tengas miedo… ¡a nada! Nunca te dejes llevar por los engaños y la tentación de los sufrimientos. Tu vida está en tu interior. Lo que des de ti, se transformará en tu riqueza”.

Este mensaje creo que oculta un verdadero tesoro para quien lo sepa descifrar, por lo que vale la pena volverlo a escribir: “Lo que des de ti, se transformará en tu riqueza”. 


Extracto De la Brújula interior . Alex Rovira

MÁSCARAS : los personajes psicólogicos


 

Cada vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad fingiendo no ser lo que no soy .
Lo hago para atraer a la gente Luego atraigo enmascarados.  Alejándose los demás debido a un estorbo: la máscara.
Lo hago para evitar que La gente vea mis debilidades.Luego descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me pueden querer por lo que soy, sino por la máscara.
Lo hago para preservar mis amistades.Luego descubro que cuando pierdo un amigo por haber sido auténtico realmente no era amigo mío sino de lamáscara.Lo hago para evitar ofender a alguien y ser diplomático, Luego descubro que aquello que másvofende a las personasvcon quienes quiero intimares la máscara. Lo hago convencido de que es lo mejor que puedo hacer para ser amado; luego descubro la triste paradoja: Lo que más deseo lograr con mis máscaras es precisamente lo que impido con ellas.

Gilbert Brenson