Presentación de la novela :EL CANTO DE DIOS De Vicente Goyanes



“Hay dos corrientes entre los humanos: la corriente inconsciente (de las personas) que desde hace miles de años ha sido la dominante y que cada vez se vuelve más demente y creando más destrucción”... "Pero está emergiendo la corriente de la consciencia nueva, no condicionada, espiritual”... “De continuar como hasta ahora sin duda va a tener un efecto cada vez más destructivo. Puede que el planeta no tolere un proceso de aprendizaje tan largo para la humanidad”. E. Tolle


“La polución del planeta no es más que un reflejo exterior de la polución psíquica interna: millones de individuos inconscientes que no se hacen responsables de su espacio interior”. E. Tolle



“El canto de Dios” describe el mundo que espera a la generación que inicia ahora su andadura, como la hija del autor, de 3 años, a quien dedica el libro. Se anticipan aquí los estertores del capitalismo y los efectos del cambio climático entre 2056 y 2064, en una narración dinámica donde se contraponen por un lado la visión serena de un maestro de Aikido y de la Filosofía Perenne, y por otro las argucias de la tecnología controlada por multinacionales. Y en este sentido las soluciones que previsiblemente adelantarán tanto la ciencia como el misticismo, deberán ir necesariamente de la mano, pues como dijo André Malraux: “El siglo XXI será espiritual o no será”.

“Mi nombre es Sara Neiss. Soy ingeniero molecular en Berkeley, donde dirijo un programa de geo-remediación. Convencida de nuestra autodestrucción como especie, he venido centrando todos mis esfuerzos en salvar a Gaia, nuestro querido planeta. Pero sucedió hace ahora cinco años que toda mi vida dio un vuelco total en tan solo siete días. Mi abuela Emilia, al fallecer, me hizo un extraño legado cuya realización ha ido enseñándome a ver la vida desde una perspectiva nueva, a contactar con los seguidores de Tolle y otras líneas de misticismo práctico, a no perder la paz y la esperanza, a contemplar la salvación del planeta siguiendo un enfoque diferente”.

“El canto de Dios” es una novela espiritual de anticipación con un desenlace totalmente inesperado.

Disponible en formato digital:

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Goyanes, Vicente

Doctor en Medicina, investigador y profesor universitario en España y Estados Unidos, ahora retirado. Fue miembro de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias y de la Academia de Ciencias de Nueva York. Su experiencia en meditación, autoayuda y psicología transpersonal procede de sus estudios durante 32 años sobre filosofía Advaita, Zen, Meditación de Atención Plena y Gestalt en España, Francia, Estados Unidos, India y Bután. Es autor de la novela Bhairava, la voz del silencio (2008), así como en digital El Monasterio Cuántico y Sacul el inmortal.



Los problemas de cuello y su raíz emocional


Viendo que muchas personas se acercan a nosotros con problemas de cervicales y de cuello en general, hemos creído importante tratar aquí este tema de forma sencilla y gráfica. Teniendo en cuenta siempre que las relaciones entre enfermedades y comportamientos no son algo que se pueda utilizar como norma, sino más bien como indicador para seguir investigando, vamos a adentrarnos un poco en las relaciones que pueden traer aparejadas las dolencias cervicales, con ciertas emociones, pensamientos y actitudes. 

El cuello es el “pilar” que sustenta la cabeza y que la une con el resto del cuerpo. Como ya venimos haciendo, buscamos, en principio, la función biológica del órgano que queremos investigar. En un interesante artículo del kinesiólogo Ariel Joselowsky, que podemos encontrar completo en esta dirección: http://www.arieljoselovsky.es/index.php/dolores-corporales/35-capitulo-6-vertigo-y-mareo.html encontramos lo siguiente:

“cuando una persona se halla emocionalmente ansiosa tiende a contraer los músculos que unen la cabeza con los hombros y tensiona toda la musculatura que va desde la nuca hasta la parte más elevada de los hombros. Esta es una clara actitud de agresividad (igual que la de algunos animales que erizan el pelo de su lomo para intimidar en forma agresiva a su posible rival), por supuesto contenida en el hombre moderno. Este gesto que hacemos los seres humanos de acercar los hombros a la cabeza y pensionar la nuca, es un resabio del gesto que usaba el hombre primitivo durante sus actos de caza. La tensión de los hombros y nuca servía en aquel entonces para dar punto de apoyo a su pedrosa mandíbula que estaba mucho más desarrollada que la que poseemos hoy que se constituía en su principal arma.”

Esta zona, pues, suele recibir gran tensión en los momentos en los que contenemos nuestra agresividad. En el Diccionario de Biodescodificación “El Código secreto del sintoma”, de Enric Corbera y Rafael Marañón, encontramos que las vértebras cervicales están relacionadas con la comunicación verbal. De esta forma podemos sentir dolencias en esta zona cuando sentimos impotencia ante un sentimiento, o ante una situación, o bien por “tener que bajar la cabeza” frente a algo, o alguien. En cuanto a esta última causa, añadimos también otra apreciación de Joselowsky que nos clarifica aún más el asunto:

“Desde el punto de vista de la transmisión cultural, la idea de bajar la cabeza significa humillación o humildad, mientras que la idea de levantarla comunica dignidad. Todas las religiones proponen bajar la cabeza ante Dios como muestra de humildad y así reconocerlo como un ser superior. Desde que el poder existe entre los hombres, bajar la cabeza ante el que lo sustenta, ha sido un signo de dominio y humillación; por el contrario, mantener la cabeza firme y erguida como los soldados en su formación, es un signo de dignidad. “Esconder la cabeza” o “llevar la frente bien alta” son dos conceptos que han tenido un claro sentido y vigencia desde siempre.
Sin querer, la cultura popular ha dado un trabajo extra a los músculos cervicales y fundamentalmente a los de la nuca. En nuestros días, donde priva el individualismo, un cuello rígido a pesar de ser causante de dolor, es un símbolo de éxito, y una cabeza caída es una expresión de fracaso. Claro que esto no es casualidad; los primeros músculos que aprendemos a mover en forma voluntaria son precisamente los músculos del cuello, y esto ocurre generalmente en los tres primeros meses de vida. Pero ya de adultos siguen siendo los músculos del cuello los responsables de mostrar nuestra voluntad ante la  sociedad.”

Por último, también nos ha parecido interesante añadir la visión que Brigitte Champetier de Ribes expone en su libro “Constelar la enfermedad desde las comprensiones de Hellinger y Hamer”. Según su visión, los conflictos en las cervicales suelen ser conflictos de fidelidad al clan familiar. En este caso, se trata de algo más concreto, aunque en definitiva  el tema de la agresividad contenida y de la dificultad de comunicación, está también implícito en los problemas de ámbito familiar. 

De todos modos, la cuestión es investigar qué situaciones tenemos en nuestro entorno que nos provocan conflicto (trabajo, familia, pareja...etc). Todos estos factores pueden ser determinantes a la hora de encontrar un motivo profundo y raíz en nuestras dolencias en el cuello. Esto no quiere decir que uno no tenga que visitar al fisioterapeuta o al especialista que elija, ni mucho menos; de hecho, lo que sucede cuando uno resuelve el asunto emocional que le oprime, es que la visita al terapeuta correspondiente se verá grandemente mejorada y será mucho más productiva, puesto que los músculos, o las vértebras se encontrarán en mejor disposición para que vuelvan a su ser natural. 

Como siempre, os invitamos a escuchar a vuestro cuerpo con la disposición de entender que la naturaleza es pura inteligencia, y que cuando una dolencia se presenta, no es otra cosa que el cuerpo hablando. 

Fuente :www.unkido.com

EL VALOR DE LA AUTOCONFIANZA:EL CALIFA QUE APOSTO SU CONFIANZA


Cuentan que hace muchos años vivía un califa avaro y cruel que sentía verdadera pasión por las apuestas. Se decía que sólo apostaba cuando tenía la certeza absoluta que iba a ganar. Y para ello imponía las condiciones de la apuesta para asegurarse que siempre la victoria.

Una mañana, al salir a uno de los patios, vió una enorme pila de ladrillos. Al instante gritó: “¿Quien quiere apostar conmigo?”. Niguna de las personas que estaban en el patio respondió dado que conocían sus temibles condiciones a la hora de apostar.

El califa enfadado por el silencio de las personas ante su ofrecimiento, volvió a decir: ” Apuesto a que nadie es capaz de transportar esta pila de ladrillos con sus manos de un lado al otro del patio antes de que el sol se ponga”.

Un joven albañil que se encontraba ahí, le preguntó :”¿Cuál sería la apuesta?”

“Diez tinajas de oro si lo consigues”, le respondió el califa.

“¿ Y si no lo consigo?”, le preguntó el joven albañil.

“Entonces te cortaré la cabeza”, le contestó el califa.

El joven albañil, tras dudar unos minutos, le contestó: “Acepto la apuesta con una condición:podrás detener el juego en cualquier momento y, si lo haces, sólo me darás una tinaja de oro”.

El califa, sorprendido por la condición impuesta por el joven y tras meditarlo para tratar de encontrar donde estaba la trampa, aceptó la condición solicitada por el joven albañil. Y la apuesta empezó.

El joven empezó a transportar los ladrillos con sus manos y tras una hora de trabajo, sólo había transportado una pequeñísima parte de los ladrillos.Y sin embargo, sonreía.

“¿Por qué sonries?”, le preguntó el califa. “Está claro que vas a perder la apuesta. Nunca lo conseguirás”.

” Te equivocas”, le contestó el joven albañil.“Estoy seguro de que voy a ganar”

“¿Cómo es eso posible?”, le preguntó el califa sorprendido.

“Porque te has olvidado de algo muy sencillo y por eso sonrio”, contestó el joven albañil y siguió transportando los ladrillos.

Ante esa respuesta, el califa empezó a inquietarse. ¿se habría olvidado de algo? la condición parecía sencilla y era imposible poder transportar los ladrillos en el día. Harían falta varios hombres más.

Al cabo de varias horas, el califa le volvió a preguntar al joven albañil si seguía convencido de ganar. La respuesta fue la misma acompañado de una gran sonrisa.

El califa se sentía cada vez más agitado. ¿Cómo era posible que fuese a ganar?. Empezó a sudar ante la posibilidad de perder la apuesta y 10 tinajas de oro. Consultó con varios matemáticos, astrólogos y todos le dieron la misma respuesta: es imposible que un sólo hombre pueda cumplir la apuesta.

A medida que iba pasando el día, el califa se sentía cada vez más turbado, pese a que la pila de ladrillos estaba casi entera. Estaba claro que no iba a ganar la apuesta, entonces ¿por qué sonreía?.

” ¿Por qué sonries?“, le preguntó nuevamente el califa cuando quedaba ya unas pocas horas para que se escondiese el sol.

El joven albañil, pese al cansancio, le respondió: “Sonrio porque voy a ganar un tesoro”

“Eso es imposible”, le dijo el califa. “El sol está en la segunda mitad del cielo y la pila de ladrillos es muy alta todavía”.

“Has olvidado algo muy sencillo”, le contestó nuevamente el joven albañil.

“¿Qué me he olvidado?, le preguntó el califa consumido por la posibilidad de perder.

“¿Quieres detener el juego, entonces?”, le contestó el joven. “Eso significará que habré ganado la apuesta y habrás perdido una tinaja de oro”.

“¡Sí, si!, ¡díme qué me he olvidado!. ¿Es algo sencillo?”, le preguntó el califa.

“No has prestado la suficiente atención a la condición que puse”, le dijo el albañil.

“Pero si no he hecho otra cosa que pensar en ello”,protestó el califa.

“Sí, pero sin comprender que para mí una tinaja de oro es un inestimable tesoro. Desde el principio sabía que no podía ganar la apuesta pero yo sólo quería una tinaja. Y tu te jugabas 1o tinajas “, le dijo el joven.

“Te has olvidado de lo más sencillo”, prosiguió el joven. “Te has olvidado de que podías perder la confianza en ti mismo”.
 
 
En la vida nos encontraremos muchos retos no será necesaria la presencia de ningún califa para ser consciente de que continuamente la vida nos ayuda a avanzar gracias a eventos que si bien parecen casuales se presentan con un fin mayor del que tu limitada mente puede vislumbrar.Muchos hemos tenido la suficiente lucidez, tras un trabajo personal, para darnos cuenta de que la clave de cualquier reto es la propia confianza ; una confianza que va más allá de la limitada identidad ego y  que se abre a un universo infinito de posibilidades donde nuestra fortaleza y habilidades son algunas de las bazas con las que contamos .Es evidente que el universo entero conspira ante una mente sosegada y confiada abriendo una abanico de puertas por donde podemos abrirnos a la vida.La clave está en asumir esos retos desde nuestro centro , no desde los personajes que se desaniman , quieren competir o tienen una visión pesimista de la realidad .
¿ En qué se diferenciaban la actitud del albañil de la del califa ? Confianza , una confianza cuya ausencia perturbaba al uno pero hacia sonreir al otro ...

Henry Ford decía :

«Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto».
 

Es así puede que lo consigas o puede que no pero tu actitud desde luego determinará en gran medida los resultados  ya que depende de ti que todos tus recursos internos sean invocados o no ...
 
Una mente que no tiene más que un martillo en la frente no podrá ver más que clavos por doquier... te corresponde sanar tu ego , reprogramarte para poder ver más allá de esos clavos que te impiden lograr lo que deseas y ya eres .


Soraya Founty 
www.mundotranspersonal.com