¿Se puede confiar en los demás ?


Hacia tiempo que tenía ganas de escribir sobre está cuestión tan importante  , un articulo que recien leí me dió las alas y la inspiración ya que aunque lo veía bastante acertado aún tenía esos tintes de confusión que me acompañaron hasta que pude comprender .Cuando comprendemos nuestra vida se transforma y es el claro signo de que por ahí es por donde se va ; no hay mayor brújula que la paz interior . Mis relaciones personales desde que estoy creciendo y ando en esta aventura son mucho menos numerosas pero mucho más autenticas y placenteras , la clave es la propia autoconfianza , ahora siento que nada ni nadie puede engañarme y que puedo irme cuando algo dentro de mi lo grita desde lo profundo , un grito que nada tiene que ver con el miedo sino más bien con un lúcido y pacífico : Ya está Sori, esto llegó a su fin....
Reconozco que cuando uno crece el tema de la confianza hacia los demás se torna confuso y te debates entre ese deseo de ser Amor , lo que realmente eres y la necesidad de cuidar de uno mismo .
Ahora todo esto me parece muy claro pero antes programaciones internas me impedían verlo así , era una lucha constante entre cuidar de mi o cuidar de los demás .Ahora sé que  amarme es el camino para amar a otros , que si no confío en mi no puedo confiar en los otros  y que si nada de esto sucede no estoy viva sino sobreviviendo.

Es frecuente para mi que tanto en mi entorno inmediato como en mi consulta se trate el tema de la confianza en los demás ¿Se puede confiar en los otros ¿¿ Hay personas en las que sí se puede confiar y en otras mejor estar alerta? ¡ Es un@ un estúpid@ porque confía demasiado y siempre cae en la misma trampa?
Para muchos hoy día es difícil confiar no faltarán referencias especialmente de nuestros mayores sobre cuestiones relativas al honor y a tiempos pretéritos:” En época de Franco podías dejar las puertas abiertas y nadie hacia nada” , “En mis tiempos la palabra de un hombre era suficiente para quedarte tranquilo hoy día no vale nada”
En conclusión hoy día parece resultar casi imposible confiar en nadie desde la perspectiva social  y programada de un mundo cada día más amenazante y potencialmente peligroso.
Hay que ser inteligente, avispado, listo si no quieres ser engañado, sólo los estúpidos son engañados… Esa parece ser la creencia que subyace a toda esta artimaña de defensa y control en pos del mantenimiento y defensa de nuestra propia seguridad y autoestima

Hay algo que no estamos teniendo en cuenta cuando asumimos esta creencia como verdadera y la defendemos con ahínco y vehemencia: No es lo mismo confiar que ser engañado igual que tampoco lo es desconfiar que dejarse engañar
Podemos ser confiados y cuidar de nosotros mismos… a esta actitud de autocuidado se le llama prudencia y no supone desconfianza sino amor propio y deseo de cuidar de nuestros intereses y bienestar.


 Según un estudio realizado en la Universidad de Oxford las personas que confían en los demás son personas más felices y saludables. Además, son más propensas a emprender nuevos proyectos y a crear grupos exitosos ya que tienen una mayor Inteligencia Emocional.

La razón fundamental de que esto ocurra es porque las personas que no confían en los demás viven continuamente obsesionadas con no ser engañadas , controlando cada situación e interacción que viven en su día a día Y sufren considerablemente más cuando son estafados , engañados , robados ya que su propio auto diálogo interior se torna aún más crítico consigo mismos , de tal forma que consideran que podría haber hecho algo , que fueron muy estúpidos por dejarse engañar o por no haberse imaginado que aquello sucedería .
Se vuelven así entrando en ese círculo mucho más acorazadas e hipervigilantes, sufriendo un gran desgaste emocional y físico que deriva en depresiones, estrés y problemas de tipo físico como dolores en cuellos y demás…

Pierden de este modo oportunidades realmente valiosas al no abrirse a los demás , se tornan mucho menos creativos , más infelices , sus proyectos se estancan debido a la falta de aportación externa y navegan sólo en las limitadas posibilidades que su mente asustadiza y controladora les proporciona .
Además cuando te dedicas a desconfiar de los demás estos lo notan y se vuelven también desconfiados en torno a ti y cuentan mucho menos contigo para cualquier cosa así entramos en un círculo sin fin de insatisfacción, relaciones superficiales y miedo.

Realmente como estamos  viendo la confianza en los demás es un claro signo de la autoconfianza propia .NO confio en mis recursos para enfrentar lo que puede suceder ni en mi capacidad de cuidar de mí mism@ y lo expreso fuera .
Todo esto responde a una sutil programación que recibimos de niños, nos decían que el mundo era malo y que nosotr@s no éramos lo suficientemente listos para cuidar de nosotros.
Pero eso no es real, cuando uno vive conectado a sí mismo descubre que la confianza es un asunto propio, que nada  ni nadie te puede dañar si tu no quieres en lo más íntimo, que al final como señalaba Víctor Frank tú decides la actitud con la que te tomarás lo que suceda ya que en realidad los sucesos son neutros y es la mente humana quien los interpretar o juzga en términos de malo o bueno

SI saltamos un paso más y  nos dejamos empapar por  nuestra propia espiritualidad, en un sentido metafísico se hace cierta la frase de que Dios escribe recto con renglones torcidos. Para la persona que está creciendo a nivel personal y espiritual, es decir de un modo integral ningún suceso es casual sino está enmarcado por decirlo de aún modo en un plan general donde todo lo que sucede es para un bien mayor que tal vez en ese momento no podemos ver pero con el tiempo y siempre que estemos aventurados en un camino de autoconocimiento podemos reconocer
La verdadera confianza en resumen no es la que se deposita en los demás… los demás como yo tienen su programación que les determina… la verdadera confianza ha de ser depositida entonces no en los otros sino  en la perfección del universo…
YO juego la partida que me toca; cuido con prudencia  y amor de mí y me abro a los demás  con amor y con cuidado hacia el otro  y el universo hace el resto para que yo me experimente con lo que toque.


Soraya Founty

Psicóloga y Terapeuta Integral 

www.mundotranspersonal.com


Presentación de la novela :EL CANTO DE DIOS De Vicente Goyanes



“Hay dos corrientes entre los humanos: la corriente inconsciente (de las personas) que desde hace miles de años ha sido la dominante y que cada vez se vuelve más demente y creando más destrucción”... "Pero está emergiendo la corriente de la consciencia nueva, no condicionada, espiritual”... “De continuar como hasta ahora sin duda va a tener un efecto cada vez más destructivo. Puede que el planeta no tolere un proceso de aprendizaje tan largo para la humanidad”. E. Tolle


“La polución del planeta no es más que un reflejo exterior de la polución psíquica interna: millones de individuos inconscientes que no se hacen responsables de su espacio interior”. E. Tolle



“El canto de Dios” describe el mundo que espera a la generación que inicia ahora su andadura, como la hija del autor, de 3 años, a quien dedica el libro. Se anticipan aquí los estertores del capitalismo y los efectos del cambio climático entre 2056 y 2064, en una narración dinámica donde se contraponen por un lado la visión serena de un maestro de Aikido y de la Filosofía Perenne, y por otro las argucias de la tecnología controlada por multinacionales. Y en este sentido las soluciones que previsiblemente adelantarán tanto la ciencia como el misticismo, deberán ir necesariamente de la mano, pues como dijo André Malraux: “El siglo XXI será espiritual o no será”.

“Mi nombre es Sara Neiss. Soy ingeniero molecular en Berkeley, donde dirijo un programa de geo-remediación. Convencida de nuestra autodestrucción como especie, he venido centrando todos mis esfuerzos en salvar a Gaia, nuestro querido planeta. Pero sucedió hace ahora cinco años que toda mi vida dio un vuelco total en tan solo siete días. Mi abuela Emilia, al fallecer, me hizo un extraño legado cuya realización ha ido enseñándome a ver la vida desde una perspectiva nueva, a contactar con los seguidores de Tolle y otras líneas de misticismo práctico, a no perder la paz y la esperanza, a contemplar la salvación del planeta siguiendo un enfoque diferente”.

“El canto de Dios” es una novela espiritual de anticipación con un desenlace totalmente inesperado.

Disponible en formato digital:

www.amazon.com

Goyanes, Vicente

Doctor en Medicina, investigador y profesor universitario en España y Estados Unidos, ahora retirado. Fue miembro de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias y de la Academia de Ciencias de Nueva York. Su experiencia en meditación, autoayuda y psicología transpersonal procede de sus estudios durante 32 años sobre filosofía Advaita, Zen, Meditación de Atención Plena y Gestalt en España, Francia, Estados Unidos, India y Bután. Es autor de la novela Bhairava, la voz del silencio (2008), así como en digital El Monasterio Cuántico y Sacul el inmortal.



Los problemas de cuello y su raíz emocional


Viendo que muchas personas se acercan a nosotros con problemas de cervicales y de cuello en general, hemos creído importante tratar aquí este tema de forma sencilla y gráfica. Teniendo en cuenta siempre que las relaciones entre enfermedades y comportamientos no son algo que se pueda utilizar como norma, sino más bien como indicador para seguir investigando, vamos a adentrarnos un poco en las relaciones que pueden traer aparejadas las dolencias cervicales, con ciertas emociones, pensamientos y actitudes. 

El cuello es el “pilar” que sustenta la cabeza y que la une con el resto del cuerpo. Como ya venimos haciendo, buscamos, en principio, la función biológica del órgano que queremos investigar. En un interesante artículo del kinesiólogo Ariel Joselowsky, que podemos encontrar completo en esta dirección: http://www.arieljoselovsky.es/index.php/dolores-corporales/35-capitulo-6-vertigo-y-mareo.html encontramos lo siguiente:

“cuando una persona se halla emocionalmente ansiosa tiende a contraer los músculos que unen la cabeza con los hombros y tensiona toda la musculatura que va desde la nuca hasta la parte más elevada de los hombros. Esta es una clara actitud de agresividad (igual que la de algunos animales que erizan el pelo de su lomo para intimidar en forma agresiva a su posible rival), por supuesto contenida en el hombre moderno. Este gesto que hacemos los seres humanos de acercar los hombros a la cabeza y pensionar la nuca, es un resabio del gesto que usaba el hombre primitivo durante sus actos de caza. La tensión de los hombros y nuca servía en aquel entonces para dar punto de apoyo a su pedrosa mandíbula que estaba mucho más desarrollada que la que poseemos hoy que se constituía en su principal arma.”

Esta zona, pues, suele recibir gran tensión en los momentos en los que contenemos nuestra agresividad. En el Diccionario de Biodescodificación “El Código secreto del sintoma”, de Enric Corbera y Rafael Marañón, encontramos que las vértebras cervicales están relacionadas con la comunicación verbal. De esta forma podemos sentir dolencias en esta zona cuando sentimos impotencia ante un sentimiento, o ante una situación, o bien por “tener que bajar la cabeza” frente a algo, o alguien. En cuanto a esta última causa, añadimos también otra apreciación de Joselowsky que nos clarifica aún más el asunto:

“Desde el punto de vista de la transmisión cultural, la idea de bajar la cabeza significa humillación o humildad, mientras que la idea de levantarla comunica dignidad. Todas las religiones proponen bajar la cabeza ante Dios como muestra de humildad y así reconocerlo como un ser superior. Desde que el poder existe entre los hombres, bajar la cabeza ante el que lo sustenta, ha sido un signo de dominio y humillación; por el contrario, mantener la cabeza firme y erguida como los soldados en su formación, es un signo de dignidad. “Esconder la cabeza” o “llevar la frente bien alta” son dos conceptos que han tenido un claro sentido y vigencia desde siempre.
Sin querer, la cultura popular ha dado un trabajo extra a los músculos cervicales y fundamentalmente a los de la nuca. En nuestros días, donde priva el individualismo, un cuello rígido a pesar de ser causante de dolor, es un símbolo de éxito, y una cabeza caída es una expresión de fracaso. Claro que esto no es casualidad; los primeros músculos que aprendemos a mover en forma voluntaria son precisamente los músculos del cuello, y esto ocurre generalmente en los tres primeros meses de vida. Pero ya de adultos siguen siendo los músculos del cuello los responsables de mostrar nuestra voluntad ante la  sociedad.”

Por último, también nos ha parecido interesante añadir la visión que Brigitte Champetier de Ribes expone en su libro “Constelar la enfermedad desde las comprensiones de Hellinger y Hamer”. Según su visión, los conflictos en las cervicales suelen ser conflictos de fidelidad al clan familiar. En este caso, se trata de algo más concreto, aunque en definitiva  el tema de la agresividad contenida y de la dificultad de comunicación, está también implícito en los problemas de ámbito familiar. 

De todos modos, la cuestión es investigar qué situaciones tenemos en nuestro entorno que nos provocan conflicto (trabajo, familia, pareja...etc). Todos estos factores pueden ser determinantes a la hora de encontrar un motivo profundo y raíz en nuestras dolencias en el cuello. Esto no quiere decir que uno no tenga que visitar al fisioterapeuta o al especialista que elija, ni mucho menos; de hecho, lo que sucede cuando uno resuelve el asunto emocional que le oprime, es que la visita al terapeuta correspondiente se verá grandemente mejorada y será mucho más productiva, puesto que los músculos, o las vértebras se encontrarán en mejor disposición para que vuelvan a su ser natural. 

Como siempre, os invitamos a escuchar a vuestro cuerpo con la disposición de entender que la naturaleza es pura inteligencia, y que cuando una dolencia se presenta, no es otra cosa que el cuerpo hablando. 

Fuente :www.unkido.com