Las cinco condiciones para el bienestar de una pareja


 

Te has preguntado alguna vez que hace que una pareja funcione y otra no , en este extracto del libro de Joan garriga tienes la clave . Recomiendo adquirir el libro y leerlo , no tiene desperdicio .Esto es sólo un pequeño extracto .

No hay esquemas preestablecidos, pero sí condiciones que facilitan o dificultan la relación de pareja. Hay criterios que nos permiten reconocer si nos estamos juntando con la persona adecuada o no, si estamos más cerca o más lejos de que el amor se logre.
Arnaud Desjardins, discípulo del sabio hindú Swami Prajnanpad, nos habla de los cinco criterios que su maestro le enseñó para reconocer el valor profundo de una pareja. Cuando éstos se cumplen, la pareja vive en armonía, y sus asuntos son alegres y serenos.

1.- La primera condición es que sea fácil, que fluya sin demasiado esfuerzo. Que las cosas sean cómodas, que no tengamos que malgastar grandes cantidades de energía en emociones ni se nos obligue a luchar contra éstas.
Cuando esta condición se da, existe una comunión real, una comodidad que no es rutinaria, en la que no hay dramas ni tragedias, sino mayormente bienestar. Todo se desenvuelve con naturalidad, y las cosas resultan fáciles y gráciles.
A veces nos juntamos con personas con las que, inexplicablemente, todo chirría, todo es complicado y se avanza con pesadez y esfuerzo. Con otras, sin embargo, todo resulta sencillo y se desliza con provecho. Ayuda, sin duda, el tener estilos afectivos parecidos o que engarcen bien.
Es cierto que podemos modificar un poco las pautas afectivas y de relación que hemos aprendido, resolver asuntos emocionales pendientes que nos han construido en nuestra niñez y que forman parte de nuestra identidad, pero no debemos hacerlo radical y completamente, y tampoco es siempre necesario. Podemos cambiar un poco, pero vale la pena juntarnos con personas cuyos estilos afectivos encajen bien con el nuestro. Es fácil saber cuándo los estilos y las pautas favoritas de relación de cada uno son compatibles: cuando apenas hay discusiones, cuando las emociones fluyen sin grandes altibajos y cuando la relación es nutritiva para ambos.Cuando uno más uno suman más que dos, y no menos que dos.

2.- La segunda condición de Swami Prajnanpad es: que se trate de dos naturalezas no demasiado diferentes. Que la comprensión del otro no esté más allá de nuestras capacidades. A menudo, la fascinación amorosa ignora con soberbia la incompatibilidad de dos naturalezas, y las personas creen amarse de buena fe pero carecen de la posibilidad de una comprensión verdadera. La compatibilidad del hombre y la mujer, o de cualquier pareja, descansa sobre la diferencia pero también sobre la posibilidad de asociación, imbricación y complicidad.
Esto es fácil de entender: si a ella le gusta mucho subir a pie a las montañas y comerse un bocadillo sentada en una roca y a él le gustan mucho los coches glamurosos y los restaurantes de lujo de la ciudad, se trata de naturalezas ciertamente diferentes; o si ella es judía y él musulmán o católico, se trata de naturalezas incompatibles, y esta diferencia deberá ser encarada, integrada y gestionada en la relación. De igual modo, si él viene de una familia muy rica y ella de una familia muy pobre, esto generará un diferencial en la dignidad, el respeto y la igualdad que deberá tratarse.
No siempre es imposible salvar las diferencias, pero sí es imprescindible concienciarlas y afrontarlas para gestionarlas bien.

3.- La tercera condición es que los miembros de la pareja sean verdaderos compañeros, que se sientan como tales, acompañados, ya que el otro es también un amigo y la amistad no se desgasta con el curso de los años. Que puedan compartir sus peculiaridades, gustos, intereses, diferencias, complicidades. Que tengan a alguien al que entienden y que los entiende. Esto pone el acento en que la relación de pareja también es una relación de acompañamiento en un camino común. Ambos se acompañan en los asuntos y vicisitudes del vivir, porque tienen propósitos en común, porque juntos pueden mirar a lugares comunes, porque juntos miran todo aquello que es importante para uno y para el otro, y todo aquello que es importante para los dos en los recovecos de sus almas.

4.- La cuarta condición que enseña Swami Prajnanpad es: tener fe y confianza plena en el otro.Que no sea necesario temer, desconfiar o protegerse para poder reencontrar un corazón inocente. Que el otro nos inspire una completa confianza sobre la cual se pueda cimentar un amor duradero, susceptible de crecimiento. Que tengamos la convicción de que el otro no nos va a dañar.
Ahora bien, ¿qué significa confianza? Cuando decimos confianza plena no se trata de una actitud infantil controladora hacia tu pareja, a la que reclamas sinceridad e infalibilidad absoluta. Sería más bien algo así como la confianza inocente que un niño pequeño siente hacia su madre, pero en el corazón y el cuerpo de un adulto.
Confianza, por tanto, es tener la certeza de que el otro quiere nuestro bien y no nos va a dañar. Esto es importante, porque si vivimos con alguien y no estamos seguros de que quiere nuestro bien empezaremos a tener miedo y tensarnos, y el miedo es el peor enemigo del amor y de la apertura de corazón. De manera que es importante sentir que el otro es bueno y quiere nuestro bien y que podemos confiar en él. También tenemos que saber que cualquier vínculo de intimidad importante trae sus dolores y nos hace recordar antiguas traiciones o indefensiones, de manera que también nuestra pareja en algún momento puede dañarnos, o nosotros a ella. Confianza significa esperar que el otro cumpla sus compromisos y procure nuestro bien, pero también debemos ser conscientes de que en algún momento tal vez no lo haga, y aceptarlo teniendo la certeza de que podremos resistirlo y sobreponernos a ello. La confianza, por definición, no exige garantías.

5.- La quinta y última de las condiciones es, si cabe, la más difícil de cumplir: el deseo espontáneo de que el otro esté bien, lo cual quiere decir, el deseo de que esté bien por encima de nuestros miedos o carencias. Digo que es difícil de cumplir porque en los tiempos actuales, en los que se vive la pareja más al servicio del yo que del tú o del nosotros, es más común que uno tenga el impulso espontáneo de que el otro lo haga feliz, y no de hacer feliz al otro. La palabra «espontáneo» es el epicentro de esta cuestión, y se trata de un sentimiento que no se puede fabricar artificialmente. Se da o no se da. Lo sentimos o no lo sentimos. Consiste en ver al otro con la inteligencia del corazón y no sólo a través de nuestras proyecciones y anhelos, y así lo amamos como es y le damos lo que necesita y espera recibir. Se trata de encontrar la propia felicidad con la plenitud del otro.
Es muy común que los padres sientan hacia los hijos el deseo espontáneo de que sean felices, y que estén dispuestos a dar mucho y hacer muchas cosas para su bienestar, pero eso no es tan común en la pareja. Muchos de nosotros, como niños egoístas, a veces anteponemos nuestro bien al deseo del bien del otro. Por eso, la pareja nos invita inequívocamente a desarrollar generosidad y verdadera consideración hacia el otro. Cuando lo logramos, cuando nos alegramos espontáneamente del bienestar del otro y hacemos lo que está en nuestras manos para que se produzca, sentimos una alegría redoblada.


Joan Garriga
Del libro EL BUEN AMOR EN LA PAREJA.
Cuando uno y uno suman más que dos.

EN BUSCA DE LA VERDAD :EL PODER DEL AUTOENGAÑO



  Érase una vez un hombre que buscaba la verdad. 


Un buen día llegó a un lugar en donde ardía una innumerable cantidad de velas de aceite. Éstas se concentraban cuidadas por un anciano que, ante la curiosidad de este individuo respondió que ése era el lugar de la verdad absoluta.

Aquel le preguntó que significaban sus palabras, a lo cual respondió que cada vela reflejaba la vida de cada individuo sobre la tierra: "a medida que se consume el aceite, menos tiempo de vida le queda."

El hombre le preguntó si le podía indicar cuál era la de él.

Al descubrir que la llama estaba flaqueando, a punto de extinguirse, aprovechó un instante de distracción del anciano y tomó la vela de al lado para verter un poco de ésta en la suya.
Cuando estaba a punto de alzar la vela, su mano fue detenida por el anciano diciendo: "creí que buscabas la verdad." 





¿Se puede confiar en los demás ?


Hacia tiempo que tenía ganas de escribir sobre está cuestión tan importante  , un articulo que recien leí me dió las alas y la inspiración ya que aunque lo veía bastante acertado aún tenía esos tintes de confusión que me acompañaron hasta que pude comprender .Cuando comprendemos nuestra vida se transforma y es el claro signo de que por ahí es por donde se va ; no hay mayor brújula que la paz interior . Mis relaciones personales desde que estoy creciendo y ando en esta aventura son mucho menos numerosas pero mucho más autenticas y placenteras , la clave es la propia autoconfianza , ahora siento que nada ni nadie puede engañarme y que puedo irme cuando algo dentro de mi lo grita desde lo profundo , un grito que nada tiene que ver con el miedo sino más bien con un lúcido y pacífico : Ya está Sori, esto llegó a su fin....
Reconozco que cuando uno crece el tema de la confianza hacia los demás se torna confuso y te debates entre ese deseo de ser Amor , lo que realmente eres y la necesidad de cuidar de uno mismo .
Ahora todo esto me parece muy claro pero antes programaciones internas me impedían verlo así , era una lucha constante entre cuidar de mi o cuidar de los demás .Ahora sé que  amarme es el camino para amar a otros , que si no confío en mi no puedo confiar en los otros  y que si nada de esto sucede no estoy viva sino sobreviviendo.

Es frecuente para mi que tanto en mi entorno inmediato como en mi consulta se trate el tema de la confianza en los demás ¿Se puede confiar en los otros ¿¿ Hay personas en las que sí se puede confiar y en otras mejor estar alerta? ¡ Es un@ un estúpid@ porque confía demasiado y siempre cae en la misma trampa?
Para muchos hoy día es difícil confiar no faltarán referencias especialmente de nuestros mayores sobre cuestiones relativas al honor y a tiempos pretéritos:” En época de Franco podías dejar las puertas abiertas y nadie hacia nada” , “En mis tiempos la palabra de un hombre era suficiente para quedarte tranquilo hoy día no vale nada”
En conclusión hoy día parece resultar casi imposible confiar en nadie desde la perspectiva social  y programada de un mundo cada día más amenazante y potencialmente peligroso.
Hay que ser inteligente, avispado, listo si no quieres ser engañado, sólo los estúpidos son engañados… Esa parece ser la creencia que subyace a toda esta artimaña de defensa y control en pos del mantenimiento y defensa de nuestra propia seguridad y autoestima

Hay algo que no estamos teniendo en cuenta cuando asumimos esta creencia como verdadera y la defendemos con ahínco y vehemencia: No es lo mismo confiar que ser engañado igual que tampoco lo es desconfiar que dejarse engañar
Podemos ser confiados y cuidar de nosotros mismos… a esta actitud de autocuidado se le llama prudencia y no supone desconfianza sino amor propio y deseo de cuidar de nuestros intereses y bienestar.


 Según un estudio realizado en la Universidad de Oxford las personas que confían en los demás son personas más felices y saludables. Además, son más propensas a emprender nuevos proyectos y a crear grupos exitosos ya que tienen una mayor Inteligencia Emocional.

La razón fundamental de que esto ocurra es porque las personas que no confían en los demás viven continuamente obsesionadas con no ser engañadas , controlando cada situación e interacción que viven en su día a día Y sufren considerablemente más cuando son estafados , engañados , robados ya que su propio auto diálogo interior se torna aún más crítico consigo mismos , de tal forma que consideran que podría haber hecho algo , que fueron muy estúpidos por dejarse engañar o por no haberse imaginado que aquello sucedería .
Se vuelven así entrando en ese círculo mucho más acorazadas e hipervigilantes, sufriendo un gran desgaste emocional y físico que deriva en depresiones, estrés y problemas de tipo físico como dolores en cuellos y demás…

Pierden de este modo oportunidades realmente valiosas al no abrirse a los demás , se tornan mucho menos creativos , más infelices , sus proyectos se estancan debido a la falta de aportación externa y navegan sólo en las limitadas posibilidades que su mente asustadiza y controladora les proporciona .
Además cuando te dedicas a desconfiar de los demás estos lo notan y se vuelven también desconfiados en torno a ti y cuentan mucho menos contigo para cualquier cosa así entramos en un círculo sin fin de insatisfacción, relaciones superficiales y miedo.

Realmente como estamos  viendo la confianza en los demás es un claro signo de la autoconfianza propia .NO confio en mis recursos para enfrentar lo que puede suceder ni en mi capacidad de cuidar de mí mism@ y lo expreso fuera .
Todo esto responde a una sutil programación que recibimos de niños, nos decían que el mundo era malo y que nosotr@s no éramos lo suficientemente listos para cuidar de nosotros.
Pero eso no es real, cuando uno vive conectado a sí mismo descubre que la confianza es un asunto propio, que nada  ni nadie te puede dañar si tu no quieres en lo más íntimo, que al final como señalaba Víctor Frank tú decides la actitud con la que te tomarás lo que suceda ya que en realidad los sucesos son neutros y es la mente humana quien los interpretar o juzga en términos de malo o bueno

SI saltamos un paso más y  nos dejamos empapar por  nuestra propia espiritualidad, en un sentido metafísico se hace cierta la frase de que Dios escribe recto con renglones torcidos. Para la persona que está creciendo a nivel personal y espiritual, es decir de un modo integral ningún suceso es casual sino está enmarcado por decirlo de aún modo en un plan general donde todo lo que sucede es para un bien mayor que tal vez en ese momento no podemos ver pero con el tiempo y siempre que estemos aventurados en un camino de autoconocimiento podemos reconocer
La verdadera confianza en resumen no es la que se deposita en los demás… los demás como yo tienen su programación que les determina… la verdadera confianza ha de ser depositida entonces no en los otros sino  en la perfección del universo…
YO juego la partida que me toca; cuido con prudencia  y amor de mí y me abro a los demás  con amor y con cuidado hacia el otro  y el universo hace el resto para que yo me experimente con lo que toque.


Soraya Founty

Psicóloga y Terapeuta Integral 

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