LAS DECISIONES EN LA PAREJA : DESDE DÓNDE TOMARLAS






Uno de los pasos más complicados en una pareja es la toma de decisiones y la resolución de conflictos. La vida nos expone diariamente ante diferentes opciones entre las que tenemos que elegir. El aprendizaje de un sistema adecuado de solución de problemas permitirá reforzar la pareja y obtener consecuencias positivas de sus decisiones.

El día a día de cualquier persona supone la toma de miles de decisiones más o menos importantes. La mayoría de las personas tienen automatizado el proceso de solución de problemas por el cual acaban decidiéndose por una opción u otra. El aprendizaje juega en este proceso un papel crucial, permitiendo una mejora a través de la valoración de los errores y los aciertos. La acumulación de experiencias positivas generará la reducción del estrés ante los problemas cotidianos y la consiguiente mejora de la autoestima.

La relación de pareja introduce en este proceso un elemento más, “las opiniones y creencias de otra persona”. Esto viene a duplicar y en ocasiones a complicar el proceso de toma de decisiones en la pareja.

Hay que aprender las habilidades que nos permitan aceptar y adaptar a la relación aquellas características de nuestra media naranja que no habíamos pensado tener que “aguantar”





Al iniciar la relación de pareja las expectativas pueden ser tan idealizadas que incluso se cede en exceso para intentar complacer a la otra parte. En este momento los problemas suelen ser pocos y en caso de ocurrir se minimizan. Cuando la relación avanza, comienzan a aparecer las primeras decisiones conjuntos “¿dónde vamos de vacaciones, la playa o la montaña?” “Salimos por tal sitio o por este otro”, “quedamos con tus amigos, o con los míos”, etc.

Es en esta primera etapa de la relación dónde se van a sentar las bases de una buena resolución de conflictos en pareja. La capacidad de escuchar la opinión del otro, la asertividad para expresar nuestras propias necesidades, y la negociación para llegar a una acuerdo, serán lo elementos fundamentales para conseguir salir airosos del conflicto.

Ya comentábamos en un artículo anterior la importancia de escuchar a la otra persona tratando de ponernos en su lugar. En la mayoría de las ocasiones solemos escuchar, pero no siempre intentamos saber lo que siente y lo que quiere decirnos. En muchas ocasiones interpretamos de forma negativa un comentario o una elección diferente a la nuestra. En una pareja no siempre se ha de coincidir en todo y esto no tiene porque significar que se quieran menos. Por tanto debemos preguntar por qué nuestra pareja prefiere la playa o quiere salir con sus amigas o prefiere salir por tal lugar.

Lógicamente, esto no significa que siempre tengamos que hacer lo que nuestra pareja nos propone, sino que tendremos que tener también el “valor” de decirle lo que pensamos o lo que preferimos sin temor a que se enfade. El trabajo es doble, será importante que entendamos lo que nos quiere decir nuestra pareja sin molestarnos por ello y trataremos de decirle lo que nosotros sentimos de la manera más adecuada para que no suponga un comentario crítico (Ver artículo anterior “La comunicación en pareja”)

Si la relación se estabiliza y se da el paso a la convivencia pueden aparecer los primeros conflictos importantes. Los diferentes estilos educativos recibidos, unidos a las expectativas y el tipo de vida que lleve cada uno de los miembros de la pareja, pueden generar multitud de situaciones conflictivas que habrá que ir solventando.

Jacobson (1979) definirá una serie de factores que son importantes, tanto en la atracción inicial como en el desarrollo del conflicto:

• Atractivo inicial

Tiempo de la interacción breve y positivo.
Ausencia de toma de decisiones
Novedad de la comunicación sexual
Expectativas idealizadas

• Desarrollo de conflicto. Surge ante el choque entre las expectativas y la realidad. Aumentará si existe:

Déficit de habilidades.

Deficiencia en control de estímulos.
Cambios en el entorno.
Preferencias discrepantes en cuanto al grado de intimidad deseada.

Uno de los entrenamientos habituales en cualquier terapia de pareja, o en cualquier proceso de mediación familiar, es el de solución de problemas, si bien es cierto, que para llegar a este paso es necesario haber mejorado la comunicación en la pareja y tener un ambiente positivo, cualquier pareja puede beneficiarse de la aplicación de este procedimiento. Las ventajas más claras son:

• Ver los problemas como una búsqueda de soluciones, aprendiendo a describirlos de forma objetiva.
• Aprender una forma adaptativa de enfrentarse ante las dificultades que surgen en la vida cotidiana.
• Consolidar la idea de centrarse en lo positivo y no en lo negativo.
• Conseguir que la pareja madure y salga reforzada ante el éxito de afrontar un problema
• Aplicar el mismo procedimiento en situaciones futuras

En la mayoría de las ocasiones las desavenencias en la pareja puede surgir por conductas de uno u otro miembro que molestan o que interfieren en la propia pareja. En otras ocasiones los problemas surgen por tener que decidir entre dos alternativas opuestas o diferentes. Parta todas ellas la solución de problemas en parejas sería una buen estrategia. Se pude dividir en dos fases:

• Fase de definición del conflicto Es uno de los aspectos más complejos en el campo de la pareja. Se trata de conseguir explicar desde los dos puntos de vista, que es lo nos preocupa o cual es nuestra opinión sobre alguna decisión concreta. Sugerencias que pueden ayudar a la pareja:

· Elegir el momento y lugar para hablar del problema

· Exponer cada uno su punto de vista:

Empezar por algo positivo
Ser específicos y breves
Expresar los sentimientos
Admitir la propia responsabilidad

· Definir el problema debe incluir:

Descripción de la conducta indeseable
Especificación de las situaciones en que ocurre
Descripción e las consecuencias negativas del problema

· No realizar inferencias ni atribuciones personales sobre la conducta de nuestra pareja.

· Discutir solamente un problema cada vez ( No sacar trapos sucios)

• Fase de búsqueda de soluciones En esta fase se intentan plantear y llevar a cabo las posibles soluciones al problema una vez descrito éste. Es importante:

· Centrarse en las soluciones.

No volver al pasado
Utilizar tormenta de ideas
Valorar las ventajas y desventajas para la pareja.

· Seleccionar las soluciones a poner en marcha. El cambio requerirá que ambos participen. Reciprocidad.

· Establecer los medios para conseguir poner en marcha la solución.

· Poner fecha y lugar para valorar la solución.

· Este proceso no debe llevarnos más de una hora


La negociación marital es diferente a otras negociaciones:

• Ceder no implica perder
• Vencer no es convencer.
• Ganar a corto plazo puede suponer perder a largo plazo.
• Los acuerdos se establecen durante un tiempo establecido.
• Evitar el boicot, recordando que se trata de un acuerdo mutuo, y lo difícil que ha sido llegar a él.
• Recordar cual es nuestro objetivo final (encontrarnos bien con nuestra pareja)


D. Alejandro Arribas sánchez.








Seis consejos tibetanos para aprender a vivir




1 No recuerdes, Deja ir lo que ya pasó
Cuando vivimos en función del pasado nos quedamos atrapados en algo que no es real y que solamente puede afectarnos cuando lo recordamos por medio del pensamiento. Debemos usar el pasado únicamente para casos prácticos, como cuando recordamos una ruta o un dato que es relevante en el presente, todo lo demás es innecesario.

2 No imagines, Deja ir lo que puede venir
Vivir en función del futuro genera ansiedad y expectativas, lo cual se convierte en sufrimiento cuando dichas expectativas no se cumplen. Es importante planear nuestro futuro, pero hacerlo sin apego a lo planeado.

3 No pienses, Deja ir lo que sucede ahora
No pensar significa observar el presente sin emitir juicios ni ponerle etiquetas a aquello que percibimos con los sentidos. Por ejemplo, si vemos una rosa, no dejemos que la mente use la palabra “rosa” ya que al hacerlo accede a los recuerdos y categorías que ha almacenado sobre esa flor. Cuando veamos la rosa o cualquier otro objeto o persona no dejemos que la mente le ponga nombre y entonces podremos percibir la realidad pura y desnuda.

4 No examines, No trates de interpretar nada
Las interpretaciones y los juicios deforman nuestra visión de la realidad porque nos obligan a mirar el presente a través de los lentes del pasado. Al hacer esto ya no estamos viendo la realidad sino la proyección de nuestras creencias, prejuicios y paradigmas. Para cumplir este consejo necesitamos eliminar las categorías mentales de “bueno” y “malo” que hacen que percibamos al mundo en blanco y negro, perdiéndonos así de la infinita gama de colores que existen.

5 No controles, No trates de hacer que algo suceda
Esta es la forma más poderosa de oración: soltar todo y dejar que el Tao obre con su inteligencia y nos muestre su designio de forma natural -cuando tratamos de controlar las circunstancias obstaculizamos el fluir del Tao y dejamos que la mente se interponga- para fluir con el Tao se necesita tener la certeza absoluta de que la Vida siempre está de nuestro lado.

6 Descansa y relájate ahora
El sexto consejo nos habla de soltarnos y fluir en el río de la vida en vez de nadar contra la corriente. Esta es la entrega total, cuando lo hacemos conscientemente, la vida empieza a encontrar el rumbo por sí sola y nos lleva a experiencias nunca antes imaginadas, las cuales conducen a nuestro Supremo Despertar. Como en el consejo cinco, necesitamos tener fe en la vida y dejar que esta nos lleve en sus brazos.
 Los seis consejos del Maestro Tilopa ,el gran Maestro tibetano resumen la esencia del Despertar Espiritual.

TODO LO QUE VEO A MI ALREDEDOR ES UNA EXPRESION DE MI MISM@


 
 
"Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.

Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.

A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.

Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.

La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.

Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.

Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.

Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.

Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.

Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones."

- Por Deepak Chopra -

LA DEPENDENCIA: EL CULTIVO DEL DESAPEGO

¿Alguna vez ha investigado usted el problema de la dependencia psicológica? Si lo investiga a fondo, hallará que casi todos somos terriblemente solitarios. La mayoría de nosotros tiene mentes muy superficiales y frívolas. Muy pocos sabemos qué significa amar. Así, a causa de esa soledad, de esa insuficiencia, de esa privación vital, estamos apegados a algo, apegados a la familia; dependemos de ella.

Y cuando la esposa o el marido nos vuelven la espalda, cuando se apartan de nosotros, nos sentimos celosos. Los celos no son amor; pero el amor que la sociedad admite en la familia se considera respetable. Eso es otra forma de defensa, otra manera de escapar de nosotros mismos. Por lo tanto, la resistencia en cualquiera de sus formas engendra dependencia. Y una mente que depende jamás puede ser libre.

Ustedes necesitan ser libres, porque verán que una mente libre contiene en sí la esencia de la humildad. Esa mente libre y, por consiguiente, humilde, es la que puede aprender; no así una mente que ofrece resistencia. El aprender es algo extraordinario; aprender, no acumular conocimientos. Acumular conocimientos es una cosa por completo diferente. Lo que llamamos conocimiento es comparativamente fácil, porque es un movimiento de lo conocido a lo conocido. Pero aprender es un movimiento desde lo conocido a lo desconocido. Sólo así aprende uno, ¿verdad?


Jamás cuestionamos el problema de la dependencia

¿Por qué dependemos? Psicológicamente, internamente, dependemos de una creencia, de un sistema, de una filosofa; pedimos a otro que nos indique una forma de conducta; buscamos instructores para que nos muestren un estilo de vida que pueda brindarnos cierta esperanza, cierta felicidad. Así, siempre vamos en busca de alguna clase de dependencia, de seguridad, ¿no es así? ¿Puede la mente liberarse alguna vez de este sentido de dependencia? Lo cual no quiere decir que la mente deba tratar de alcanzar la independencia; eso es sólo la reacción a la dependencia. No hablamos de independencia, de libertad con respecto a un estado en particular. Si somos capaces de investigar sin la reacción que implica el procurar librarnos de un estado particular de dependencia, entonces podemos penetrar más profundamente en ello [...]. Aceptamos la necesidad de la dependencia, decimos que es inevitable. Jamás hemos cuestionado todo el asunto, por qué cada uno de nosotros busca alguna clase de dependencia. ¿No es porque, en el fondo, lo que realmente exigimos es permanencia, seguridad? Hallándonos en un estado de confusión, anhelamos que alguien nos saque de esta confusión. Por eso, estamos siempre interesados en cómo escapar del estado en que nos encontramos, o en cómo evitar tal estado. En el proceso de evitarlo, estamos obligados a crear alguna clase de dependencia, la cual se convierte en nuestra autoridad. Si para nuestra seguridad, para nuestro bienestar interno, dependemos de otro, esa dependencia da origen a innumerables problemas; y entonces tratamos de resolver tales problemas, los problemas del apego. Pero jamás cuestionamos, jamás investigamos el problema de la dependencia misma. Quizá si pudiéramos, inteligentemente, con plena percepción alerta, investigar esta cuestión, seríamos capaces de descubrir que la dependencia no es en absoluto el problema, que ella es tan sólo un modo de escapar de un hecho más profundo.



Hay un factor más profundo que nos hace depender

Sabemos que somos dependientes; dependemos, ya sea de nuestra relación con la gente, o de alguna idea, o de un sistema de pensamiento. ¿Por qué?

... En realidad, no creo que la dependencia sea el problema; pienso que hay algún otro factor más profundo que nos hace depender. Y que si pudiéramos descubrirlo, tanto la dependencia como la lucha por librarnos de ella significarían muy poco, y todos los problemas que surgen a causa de la dependencia se disiparían. Entonces, ¿cuál es el factor más profundo? ¿Es que la mente detesta, teme la idea de estar sola? Y ¿conoce la mente ese estado que ella procura evitar? En tanto ese sentimiento de soledad no sea realmente comprendido, percibido, investigado, disuelto ‑cualquiera que sea el nombre que prefieran usar-, en tanto permanezca, la dependencia es inevitable, y uno jamás puede ser libre; uno jamás podrá descubrir por sí mismo aquello que es verdadero, aquello que es religión.


Tornarse profundamente alerta

La dependencia pone en marcha el movimiento de desapego y apego, un constante conflicto que no comprendemos y del cual no podemos liberarnos. Usted debe tornarse consciente del proceso de apego y dependencia, percibirlo sin condenarlo, sin juzgarlo, y entonces percibirá el significado del conflicto de los opuestos. Si se torna profundamente alerta y conscientemente dirige el pensamiento para comprender el sentido pleno de la necesidad, de la dependencia, su mente consciente estará abierta y lúcida al respecto; entonces la subconsciente, con sus motivos ocultos, sus búsquedas e intenciones, se proyectará en la consciente. Cuando ocurre esto, usted debe estudiar y comprender cada insinuación del subconsciente. Si lo hace muchas veces y llega a percibir las proyecciones del subconsciente, después de que lo consciente ha considerado el problema de la manera más clara posible, entonces, aun cuando conceda su atención a otros asuntos, lo consciente y lo subconsciente resolverán el problema de la dependencia o cualquier otro problema. De este modo, se ha establecido una constante percepción alerta, la cual, con paciencia y delicadeza, dará origen a la integración; y si su salud y su dieta son las correctas, esto generará a su vez la plenitud del ser.


La relación

La relación basada en necesidades mutuas sólo trae conflicto. Por interdependientes que seamos, nos usamos el uno al otro para un propósito, para una finalidad. Con una finalidad en perspectiva, la relación es inexistente. Usted puede usarme y yo puedo usarle. En esta utilización perdemos contacto. Una sociedad basada en la utilización mutua de sus miembros es el fundamento de la violencia. Cuando nos usamos el uno al otro, sólo tenemos la imagen del fin que deseamos obtener. El fin, el provecho, impide la relación, la comunión. En el uso que hacemos de otro, por satisfactorio y confortador que pueda ser, siempre hay miedo. Para evitar este miedo, tenemos que poseer. A causa de esta posesión, surgen la envidia, la suspicacia y el conflicto constante. Una relación así jamás puede ser fuente de felicidad

Una sociedad cuya estructura se basa en las meras necesidades, ya sean fisiológicas o psicológicas, tiene que engendrar conflicto, confusión y desdicha. La sociedad es la proyección de uno mismo en su relación con otro, relación en la que la necesidad y el uso mutuo son predominantes. Cuando usted usa a otro para sus propias necesidades físicas o psicológicas, en realidad no hay relación en absoluto; usted no tiene un verdadero contacto, una comunión verdadera con la otra persona. ¿Cómo puedo tener una comunión con el otro, cuando el otro es utilizado como un mueble para mi propia conveniencia y comodidad? Así pues, es esencial comprender el significado de la relación en la vida cotidiana.


El «yo» es la posesión

El renunciamiento, el autosacrificio, no es un gesto de grandeza para ser exaltado y copiado. Poseemos porque sin la posesión nada somos. Las posesiones son muchas y muy variadas. Uno que no posee cosas mundanas puede estar apegado al conocimiento, a las ideas; otro puede estar apegado a la virtud, otro a la experiencia, otro al nombre y a la fama, etc. Sin posesiones, el «yo» no existe; el «yo» es la posesión, los muebles, la virtud, el nombre. En su miedo a no ser, la mente se apega al nombre, a los muebles, al mérito; y abandonará estas cosas con el fin de alcanzar un nivel superior, siendo eso superior lo más gratificante, la más permanente. El miedo a la incertidumbre, a no ser, contribuye al apego, a la posesión. Cuando la posesión es insatisfactoria o penosa, renunciamos a ella por un apego más placentero. La máxima posesión satisfactoria es la palabra Dios, o su sustituto, el Estado.

... En tanto tenga uno renuencia a ser nada, que es lo que ocurre con ustedes, debe inevitablemente engendrar dolor y antagonismo. La buena disposición a ser nada no es una cuestión de renunciamiento, de esfuerzo interno o externo, sino de ver la verdad de lo que es. El hecho de ver la verdad de lo que es nos libera del miedo a la inseguridad, del miedo que engendra apego y nos lleva a la ilusión del desapego, de la renunciación. El amor a lo que es, es el principio de la sabiduría. Sólo el amor comparte, sólo en el amor hay comunión; pero el renunciamiento y el autosacrificio son los caminos del aislamiento y de la ilusión.


Explotar es ser explotado

Dado que la mayoría de nosotros busca el poder en una forma u otra, se establece el principio jerárquico: el novicio y el iniciado, el discípulo y el Maestro, y aun entre los Maestros hay rangos de desarrollo espiritual. A casi todos nos gusta explotar y ser explotados, y este sistema ofrece los medios, tanto los ocultos como los evidentes. Explotar es ser explotado. El deseo de usar a otros para nuestras necesidades psicológicas contribuye a la dependencia, y cuando uno depende, debe retener, poseer; y aquello que poseemos nos posee. Sin la dependencia, sutil o grosera, sin poseer cosas, personas e ideas, uno se siente vacío, siente que carece de importancia. Uno quiere ser algo, alguien, y para evitar la roedura del miedo a ser nada pertenece a ésta o a aquella organización, a esta iglesia o a ese templo. Así es uno explotado y, a su vez, explota.


El cultivo del desapego
Sólo existe el apego; no hay tal cosa como el desapego. La mente inventa el desapego como una reacción a las penas del apego. Cuando reaccionamos al apego volviéndonos «desapegados», nos apagamos a alguna otra cosa. Por lo tanto, todo ese proceso es un solo proceso de apego. Nos apagamos a nuestra esposa o a nuestro marido, a nuestros hijos, a las ideas, a la tradición, a la autoridad y demás; y nuestra reacción a ese apego es el desapego. El cultivo del desapego es la consecuencia del dolor, de la pena. Queremos escapar del sufrimiento que genera el apego, y nuestro escape consiste en encontrar algo a lo que pensamos que podemos apegarnos. Así que sólo existe el apego, y es una mente tonta la que cultiva el desapego. Todos los libros dicen: «Desapégate», pero ¿cuál es la verdad en esto? Si uno observa su propia mente, verá una cosa extraordinaria: que al cultivar el desapego, la mente termina por apegarse a alguna otra cosa.



Jiddu Krishnamurti

SAWABONA:CUANDO TE JUZGO ME JUZGO



En realidad somos muy poco conscientes de cómo funciona nuestra mente y su mecanismo de superviviencia llamado Ego : el ego es un programa caracterizado por estar formado de creencias, ideas sobre la realidad que creemos ciertas .
Estás creencias soterradamente están bañadas de juicios : declaraciones de aadecuación o inadecuación de la conducta ajena o  propia etc...
Vivimos creyendo que los otros son nuestros juicios , ponemos etiquetas según estás creencias limitadas y sesgadas sobre los demás y vivimos convencidos de que son como creemos.

""Lo que dice Juan de Pablo habla más de Juan que de Pablo "

Lo cierto es que la mismisima ciencia ha constatado ya esté hecho ; vemos lo que nos interesa ver .


*En el libro titulado Gottesgedanken (Divinas reflexiones), de Bert HELLINGER, escribe:

Hitler: Algunas personas consideran que tú eres inhumano,como si nadie jamás hubiese merecido tal calificativo.
Veo en ti lo mismo que veo en mí mismo,es decir, a un ser humano con padre y madre, y con un destino extraordinario.

¿Acaso así te vuelves más grandioso o más pequeño?¿Eres mejor o peor?Porque si tú eres más pequeño, entonces yo también lo soy. Si tú eres mejor o peor, entonces eso soy yo…
¿Me es permitido amarte, entonces?
Así, no puedo sentir lástima por ti pues tu ascenso y tu caída poseen su origen en una misma causa que es la mía. Yo la venero en ti de igual manera que en mí mismo, y me rindo ante todo lo que ella trajo para mí, cual de la misma forma ella lo haya traído para cualquier otro ser humano.

*Es decir, habla de lo que proyectamos nosotros en Adolf Hitler y que a muchos les asusta reconocer esa parte oscura que todo ser humano tiene, hayas matado o no.

Desde que nacemos somos programados para emitir juicios supuestamente en pos de nuestra protección .Todo aquello que desconocemos ,consideramos una amenaza o bien no va a favor de nuestros intereses es considerado malo versus lo propio que adquiere el apelativo de bueno o correcto.

La trampa está en que todo aquello que yo haga o deje de hacer será juzgado también con el mismo prisma y al final me convierte en víctima sufriente de mi propia programación .


Al observar todos esos rasgos reprimidos mediante la programación cultural etc en mi trato de reprimirlos porque me han enseñado que conllevan un alto precio , un gran sacrificio y un castigo terrible y doloroso :se generá en mi así la culpa , un virus de la programación que utiliza nuestro ego para perpetuar el programa de sufrimiento colectivo y basado en el pecado original ( la especie humana es incorrecta , tanto que el mismisimo Dios nos expulsó y ahora vagamos por la vida sin más remedio que sufrir ). Lo cierto que visto así desde esta perspectiva el mismisimo infierno está en la tierra condenandonos a todos por erroneos e incorrectos y en busca de un perdón clemente que sólo llegará si somos buenos . La controversia acontece cuando buscamos esa verdad o peor la aceptamos como tal sin cuestionarla ; existen millones de verdades , cada religión , cada credo , cada cultura cada grupo tiene o cree tener la verdad .

Lo real es que cuando uno investiga dentro de si , se da cuenta del programa y su inutilidad y trabaja para observarlo y trascenderlo y es entonces cuando encuentra la verdad, hasta entonces los juicios nos impiden ver que hay detrás de las apariencias: Descubres que no hay maldad pero sí que la inconsciencia , la ignorancia de cómo funciona el programa de culpa y sufrimiento es la verdadera razón de que el mundo esté como esté y el ser humano viva alejado de su verdadera naturaleza :Amor. conciencia y vida .



Existe una tribu africana donde sus miembros viven con una gran sabiduría y muy cercanos a nuestra verdadera naturaleza :si alguien hace algo incorrecto,llevan a la persona al centro del pueblo donde la tribu se reune entorno a él y durante dos días le dicen lo bueno que él ha hecho.
La tribu cree que cada persona es buena pero algunas veces la gente comete errores,que en realidad es un grito de ayuda .Ellos se unen para reconectarlo con su verdadera naturaleza.
La persona una vez conectada con su verdadera naturaleza Dice :Sawabona
 

Sawabona es la palabra clave, es un saludo usado en Sudáfrica y decir: "Te respeto, te valoro. Tú eres importante para mí "

En respuesta la persona que agravió, contesta "shikoba" , que es: "Entonces, yo existo para ti".



En conclusión el mundo no es como crees que es sino como tú eres , si juzgas te juzgas.
 
Soraya Founty

Más allá de la inteligencia emocional.




“El ser humano lleva millones de años viviendo en el planeta Tierra. La mayor parte del tiempo la relación con su mundo afectivo, de forma similar a su relación con el medio externo, no ha sido demasiado equilibrada. Tenemos muchos indicios de ello: insatisfacción, insomnio, irritabilidad, represión, explosiones emocionales, fatiga, estrés y enfermedades psíquicas. También tenemos muchos signos de desequilibrio social que lo indican: la violencia y agresividad de unos contra otros, la falta de solidaridad entre los seres que compartimos el planeta, las prisas, la tensión, el egoísmo, los sentimientos generales de soledad y de infelicidad, y tantas otras señales que nos llevan a pensar que estamos realizando una gestión incorrectade nuestro mundo emocional, de forma similar a la que estamos haciendo con los recursos del planeta.”

Así definen Mercè Conangla y Jaume Soler, dos especialistas en inteligencia emocional y con una amplísima experiencia profesional en el tratamiento y la orientación psicológica, los principios de la “ecología emocional”. Para ellos, buena parte de los conflictos de las personas en el mundo actual tienen un paralelismo con los problemas ecológicos. Al igual que se hace un mal uso de los recursos naturales, el hombre está utilizando de forma incorrecta sus propios recursos: las emociones. Pero, para Conangla y Soler, hay caminos para volver a ser “ecológico” y alcanzar la armonía con uno mismo y con las personas que le rodean: familia, hijos, pareja, amigos, sociedad... Todos los sentimientos e impulsos humanos, de la pasión al odio pasando por la ansiedad, pueden ser gestionados de forma adaptativa e inteligente. El primer paso es saber qué nos está pasando: existen unas leyes de la “ecología emocional”, semejantes a las leyes naturales, que ayudan a entender mejor nuestra dimensión emocional y relacional. Conangla y Soler afirman que si bien no elegimos lo que sentimos, sí que somos responsables de las acciones que se derivan de cómo canalizamos nuestra energía emocional. Si aprendemos a gestionar ecológicamente nuestra emociones será posible transformar situaciones aparentemente negativas como la soledad o el fracaso sentimental en oportunidades para crecer, superarnos y caminar hacia la felicidad.

Mercè Conangla y Jaume Soler han dado a conocer el concepto de “ecología emocional”, fruto de muchos años de trabajo, mediante una serie de libros publicados por Amat Editorial. El éxito los ha convertido en dos de los autores españoles más destacados del área del autoconocimiento y de la psicología personal, con más de 50.000 ejemplares vendidos.

Además de esta labor editorial, ambos realizan una intensa labor de difusión de la “ecología emocional” a través de una organización no lucrativa, la Fundación ÀMBIT, dedicada al desarrollo personal.


Atlas de la ecología emocional

1) Los conceptos básicos

- Ecología emocional: Es el arte de gestionar nuestra emociones de tal forma que la energía que éstas generan sea dirigida a nuestro crecimiento personal, a la mejora de nuestra relaciones interpersonales y a la construcción de un mundo más armónico y solidario.

- Abono emocional (o vitaminas emocionales): Ayudan a crecer y ayudan a vivir. Proporcionan nutrientes y energía emocional: agradecimiento, felicitaciones, sonrisas, abrazos, caricias, ternura...

- Agujero en la capa de ozono: Pérdida de protección en nuestro interior que hace recibamos algunos estímulos sin protección ni filtro alguno. Por ejemplo, juicios de valor, críticas, susceptibilidades...

- Biodegradable: Emociones que hay que permitir que cambien, evolucionen o desaparezcan. En cambio, las “no biodegradables” pueden llegar a envenenarnos.

- Cartografía emocional: El mapa mental del mundo que utilizamos como guía en la vida diaria. Información con carga afectiva que señala zonas de peligro, de exploración, rutas adecuadas… Contiene la memoria emocional.

- Contaminación: Afectos en mal estado, como el mal humor, irritación, enojo, desánimo, el rencor o el resentimiento. Se contagian y contaminan el clima emocional global.

- Conservas emocionales: Situaciones agradables cuyo recuerdo podemos guardar para evocarlo cuando lleguen los malos tiempos.

- Desierto: Momento emocional en el que uno se siente en tierra yerma, solo y sin recursos.

- Efecto invernadero y lluvia ácida: Emitimos partículas tóxicas y contaminantes que acaban rebotándonos en forma de lluvia ácida reduciendo a cenizas nuestra vida interior: El mal humor, las agresiones, el rencor, la envidia, los celos, la crítica constante, la queja, el victimismo, la tendencia a señalar siempre los defectos de los demás...

- Energía emocional: Es el combustible que nos ayuda a vivir (automotivación, alegría, amor, ternura...).

- Reciclaje: Transformación de un sentimiento que da la oportunidad de evolucionar y descubrir nuevas posibilidades de nuestro interior. Los celos pueden ser una oportunidad para detectar puntos de mejora y transformarse en más autonomía y seguridad; la envidia, en solidaridad y generosidad; la ira, en energía positiva...

- Reservas naturales y espacios protegidos: Espacios de intimidad reservados a nosotros mismos. Nos ayudan a respirar y a disfrutar de una mejor calidad de vida. Deben expandirse a medida que crecemos.


2) Las leyes de la ecología emocional:

1. Ley de la diversidad y riqueza de afectos:
La vida natural depende de su diversidad y riqueza.
(Todos los afectos son necesarios.)

2. Ley de la interdependencia afectiva:
Toda las formas de vida dependen entre sí.
(Somos sistemas de energía abiertos y nadie es emocionalmente autosuficiente. Todo lo bueno que hacemos tiene un impacto positivo en el Universo, lo desadaptativo perjudica a todos)

3. Ley de la gestión ecológica de los recursos afectivos:
Todos los seres vivos y todos los recursos son limitados.
(Hay que hacer una buena gestión de los afectos. Su mala gestión puede acabar agotándonos y destruyéndonos).


3) Las 7 leyes de la gestión ecológica de las relaciones:

1. Ley de la autonomía: Ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán.

2. Ley de la prevención de dependencias: No hagas por los demás aquello que ellos pueden hacer por sí mismos.

3. Ley del boomerang: Todo lo que haces a los demás, también te lo haces a ti mismo.

4. Ley del reconocimiento de la individualidad y la diferencia: No hagas a los demás aquello que quieres para ti, pueden tener gustos diferentes.

5. Ley de la moralidad natural: No hagas a los demás aquello que no quieres que te hagan a ti.

6. Ley de la autoaplicación previa: No podrás hacer ni dar a los demás
aquello que no eres capaz de hacer ni darte a ti mismo.

7. Ley de la limpieza relacional: Tenemos el deber de hacer limpieza delas relaciones que son ficticias, insanas y que no nos permiten crecer como personas.


Por: Mercè Conangla y Jaume Soler