LA PAREJA CREATIVA Y LIBRE




¿Te has desilusionado alguna vez ante las promesas brotadas del amor?
¿Te niegas momentos de intimidad por no saber vivirlos sin incompatibilidades?
¿Acaso piensas que no puedes crear tu propio modelo de relación de pareja?



Las relaciones de pareja son uno de los aspectos vitales que mayor transformación están
experimentando en el imparable desarrollo del ser humano. Se da la circunstancia que conforme éste avanza, y da lugar a mentes despiertas y corazones abiertos, las relaciones de pareja se alejan de los tópicos que las han fundamentado durante  centurias.

Uno de los primeros síntomas del nuevo paradigma de la pareja es el de la libertad, pero no el de una libertad que pone el acento en un “hago lo que me apetece”, sino aquella que respeta ese “yo quiero” que se genera en un ser despierto. En realidad se trata de la libertad que brota desde un lugar más allá de la pura carencia o compensación subterránea, un estado de conciencia desde el que saberse completo en lo profundo de sí mismo.

Y este estado tiende a manifestarse en la pareja como serena complicidad, más que como dependencia, tiende a manifestarse como amistad del alma, más que como juego de compromisos y obligaciones. Desde este estado brota una libertad creativa que no sabe de culpas, sino de respeto, y en todo caso, sabe de confianza en todo aquello que pueda llegar a sentir el llamado “otro”, un otro que no solo demanda espacio para manifestarse en sus procesos, sino que está también movido por la misma Inteligencia de Vida que subyace tras todo lo que sucede. Una actitud que conlleva confianza como estado natural, así como complicidad silenciosa con la pareja, y ausencia total de juicio
 condenatorio, juicio propio de la mente ordinaria, tan aprisionada en el juego del pensamiento y la memoria.

En realidad el antiguo paradigma de “complementarse” con la pareja, consideraba que la llegada de ésta resolvía la soledad o cualquier carencia sobre la que se asentaba. La relación era un juego de limitaciones que bailaban entre el miedo a estropear la relación y la mentira necesaria para tener la casa en paz. Situaciones que los egos asustados y dependientes se montaban, tratando de perpetuar lo que hicieron papá y mamá, es decir,crear una familia y...

Por de pronto, un ser creativo tendrá relaciones creativas, y desde esta perspectiva sabrá dar cauce a lo que sienta, sobre todo cuando se vea atraído por personas “ajenas” a la relación de pareja, atracción que lejos de nacer para complicar el ego, nacen desde el alma, un alma que anhela recorrer los vericuetos del Plan Evolutivo en la aventura diaria de lo inesperado. Y cuando a un ser de pronto le sucede el regalo de sentir a otro, tal vez primero tendrá que dar gracias a la vida por abrir su corazón, más allá de que la causa aparente de su apertura sea el llamado otro. Y en segundo lugar, proceder a discernir entre lo real y las proyecciones propias del enamoramiento. Sucederá entonces que aprenderá a abrazar, a comunicar, y a establecer vínculos profundos, vínculos más propios de la autenticidad de un ser consciente que de adolescentes rasgos de apego, incompatibilidad y confusión. Una vivencia de apertura que enriquece no solo la propia alma, sino también a la del cómplice con quien se camina cada día.

Lo que sucede desde el antiguo paradigma es más bien lo contrario. Sucede que muchas personas que todavía no han despertado, ignoran como vivir creativas y libres en el seno de una familia reproductora, una familia amenazada por el mandato de la hipoteca, con el compromiso de la camada a cuestas, y con apretadas vidas funcionales que, a menudo constituye la vieja esclavitud del modelo heredado. Un modelo que de no ser vivido desde la consciencia, no permitirá percibir algo que vaya más allá de la supervivencia, y menos todavía apostar por retiros de silencio, lecturas para comprender, y aventuras para crecer y despertar.


Cada persona tiene la relación de pareja que merece su nivel de consciencia. Y desde esta perspectiva, hay todavía muchos modelos de relación que no se han constituido desde la consciencia, modelos que en consecuencia no han sido liberados de la tiranía de una mente ordinaria basada en el miedo, un miedo que se tapa atándose a otra persona, eludiendo el camino sutil por el filo de la navaja, y tratando de cumplir el contrato de anestesiarse día a día, antes que sufrir la amenaza de la soledad y la consiguiente gestión espiritual de la misma.


Las relaciones de pareja suponen la gran oportunidad del autodescubrimiento, del reconocimiento de la propia vulnerabilidad, del atravesar los miedos inherentes a las sombras y de elevar el corazón en amoroso beneficio hacia todos los seres que se cruza en el camino.


La pareja no es una senda fácil para los egos, pero sí puede suponer una gran expansión de consciencia, sobre todo cuando cada cual no se responsabiliza de los sentimientos de otro, cuando cada cual abre la relación a “lo que hay”. La llegada de la comprensión conlleva asimismo soltar el miedo que controla y manipula, y finalmente, permitir que cada cual enfrente sus demonios como camino hacia la luz, camino recorrido en presencia silenciosa de un amado cómplice, un cómplice que se fundamenta en el descubrimiento de la esencia, meta última de toda asociación humana.

Jose María Doria. Inteligencia transpersonal .Observando .

EN BUSCA DE LAS PUERTAS ; LOS DERVICHES




Derviche significa literalmente “el que busca las puertas”. Los derviches son los sufíes islámicos. El sufismo es una corriente espiritual surgida en Persia antes de la era cristiana que se integró posteriormente en el Islam y que engloba a unos 50 millones de personas de todo el mundo.


Ellos proponen un camino de búsqueda de la experiencia de Dios para alcanzar la unidad a través del amor. Su propósito es inspirar una unión entre los seres humanos y Dios, mediante la elevación del alma a unos estadios más elevados de conciencia. Además de esta faceta espiritual, el sufismo ha dado lugar una rica cultura, en forma de música y poesía, que se ha desarrollado en diferentes ámbitos y países, siendo especialmente destacables a este respecto los ejemplos de Turquía y Pakistán.


La mayoría de los sufíes están organizados en tariqas u órdenes, que han creado elaborados rituales de recitación, que incluyen danzas destinadas a generar estados místicos que faciliten el camino del iniciado (muridin) hacia la unión con Dios.

La danza de los derviches no es al azar. Cada movimiento, cada gesto simboliza alguna cosa. Los giros se practican según determinadas reglas, en lugares y momentos precisos. La mano derecha se coloca extendida hacia lo alto con la palma mirando hacia el infinito, la mano izquierda se dirige hacia la tierra. De esta manera el bailarín se convierte en un mediador entre el cielo y la tierra, lo infinito y lo finito, la persona se vacía para ser un canal de lo divino.
En este rodar rítmico se busca entrar en unión con el Todo olvidándose de uno mismo.

El vestuario usado por los danzarines también tiene su simbolismo especial. Al entrar al templo, los derviches llevan sobre sí un sayal negro que significa la última morada, la tumba. Poco a poco se despojan de esta capa y debajo aparece otra blanca. – Como en la alquimia y sus fases de transmutación de la materia. Primero la nigredo, luego la albedo y finalmente la rubedo. Primero hay que eliminar lo oscuro y subconsciente para que más tarde aparezca lo blanco y puro.- Las largas ropas blancas que los derviches visten representan la pureza conseguida después de la eliminación o muerte del ego; los largos gorros en forma cónica simbolizan el control del pensamiento y de las emociones que todo iniciado debe poseer. Durante la danza mística, que puede durar horas, Los derviches forman un círculo y cada uno de ellos se mueve en armonía al ritmo de la música, aumentando lentamente la velocidad e intensidad de los movimientos hasta que todo termina en una cumbre de exaltación espiritual.




Este baile les lleva a girar sobre su eje, símbolo también de la victoria sobre la muerte. Extienden sus manos, la derecha recibe la energía del mundo espiritual, superior de los cielos. La izquierda la dirigen a la tierra. Originalmente, el sheik o líder, representaba al Sol y los danzantes eran los planetas. 

Este método se sustenta en cuatro elementos fundamentales: la música, la poesía (suele ser de Rumi), la danza y la conciencia. Esta danza giratoria, también se llama Sema yestá compuesta por siete partes que representan el viaje místico de un individuo hacia Dios. La ceremonia intenta reflejar la naturaleza giratoria de todo lo que se encuentra en la naturaleza, desde las galaxias, al pensamiento y finalmente a los átomos. Mediante la práctica de esta danza el sufí llega al conocimiento de la Verdad, lucha y vence a su ego y a la muerte y alcanza la perfección. Cuando regresa de su viaje espiritual, lo hace como alguien transformado que aspira a servir con luz, amor y entrega a toda la creación.


Me gustaría comentar que en diversos lugares de Turquía se pueden ver estos espectaculos  pero en su gran mayoría sólo son bailarines profesionales que se preparan para dar el espectaculo sin una intencionalidad espiirtual en la mayoria de los casos
Aqui os dejo un video donde podeis ver la verdadera ceremonia




La vida es un espejo, Mahatma Gandhi

                                                                  

Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuales eran los factores que destruyen al ser humano. Tranquilo y sereno respondió así:

La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante  mí.
“El que quiera ser amado, que ame”.