¿Relamente estamos creciendo espiritualmente? Descubrelo






  EGO ESPIRITUAL:Creencias equivocadas del Camino Espiritual.

Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. a veces, hacemos "sacrificios" con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos. La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “dios se ha olvidado de nosotros”. En realidad los errores como tales no existen, pues todo nos conduce a un necesario aprendizaje. todo es un asunto de consciencia que solo puede expandirse a partir de las vivencias que nosotros mismos hemos invocado, sin juicio alguno si tales experiencias son "buenas" o "malas".

> El universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. el universo tiene sus “teclas” y la metafísica nos las enseña. ¿Cuáles son? algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer "errores" y a frustrarse en sus expectativas.



Algunos de los "errores" más comunes son los siguientes:



 1. Envolverse en una burbuja de protección, o en una luz, o en color, o

pedir a ángeles, o cualquier otra forma que proteja de los peligros que  existen afuera .

 lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales, todo es dios; por lo tanto, nada puede hacernos daño.

En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: “vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.

Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un "error". No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras “creencias”. Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que sentimos internamente que es así, es lo que toma forma en el mundo externo.

La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos para quienes se encuentran inmersos en los medios masivos de comunicación. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la interiorizamos como una verdad dentro de nosotros.

La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.



2. Enviar luz a otros para que mejoren

Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y

demás. Sin embargo, la mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual.

Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque “el problema” es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo. si la persona a ayudar esta inaccesible o inconsciente, habrá que pedírsele permiso a su alma y recibir confirmación de alguna manera antes de proceder.

la mayoría de los problemas o enfermedades son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa.

El enviar la luz a la persona podría incluso hasta acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor.

Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi guía interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.

En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu guía interior te haga ver la verdad que está operando en dicha situación.  



3. Creer que vamos hacia dios, que evolucionamos espiritualmente



No vamos hacia dios, ya estamos en dios! todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro espíritu es perfecto y completo; no puede ni tiene que evolucionar. En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.

Tal vez el "error" provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de él.

Nosotros y el “cielo” somos uno, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra evolución de conciencia o despertar espiritual. Conócete a ti mismo -profundamente- y despertarás de toda ilusión y engaño implantado por agentes exteriores a ti.



4. Angustiarse o preocuparse cuando hay un familiar enfermo o atravesando  algún tipo de crisis en nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar.



Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución. Cuando te afliges por la enfermedad de un ser querido, agravas esa enfermedad, le das más fuerza y poder, alimentando a la víctima en su propia victimización. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una inteligencia superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona. lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el poder divino.



5. Creer que uno ha sido “elegido” por dios



Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso. Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.

Esta forma de arrogancia también se ve en las religiones que se sienten propietarias de dios. si uno no sigue su culto, está perdido. En el universo

Existe un solo dios y es el mismo para todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo dios.

>todos somos iguales ante los "ojos" de dios. En realidad no existe tal dios como lo que está pintado en las imágenes de la mayoría de las religiones estructuradas. Solo hay existencia, el poder de la vida, en sus multidimensionales e infinitas manifestaciones. Para la existencia nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo existencial.



6. Sacrificarse por otros



No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.

El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de La acción equivocada de nuestro ego.

El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.

 La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.



7. Depender de amuletos, estampas religiosas, cristales, velas, imágenes, o cualquier otro tipo de elemento



Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones

Psicológicas que nos estimulan; a veces "para bien", otras "para mal".

Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen. Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la presencia divina a ese objeto. Dios es omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.

Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, las energías negativas pueden afectarla. De esta forma co-crean su propio infortunio pues vivimos en un universo mental.

“todo lo que creemos se hace realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi naturaleza divina? nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente. Pero para ello primero hay que conocerse a sí mismo. Solo así podrás amarte a ti mismo, que es el primer requisito para poder amar a otro.



8. Creer que uno puede guiar a otros o que puede ser guiado



Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la

Presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera guía es interna, es tu intuición, la voz de tu espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán. Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior. No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.

El mejor guía con que contamos está dentro de nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar. Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.

Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Pero evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la “guía más válida y acertada está siempre dentro de ti”.



 9. Creer que los maestros espirituales son aquellos que nos proveen de la información teórica



Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantadas y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. el hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego. De hecho son excepcionalmente pocos quienes viven auténticamente lo que predican.

Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.

Todas las religiones del mundo enseñan que dios es amor, que vivir con dios significa expresar amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, Iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.

Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no. existe una ley en el universo: todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.



10. Creer que uno no puede enojarse, temer, o sentir cualquier otra emoción negativa por estar en el camino espiritual



Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo.

Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos las sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no. el tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer.

Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse. En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: “todo está bien en mi mundo”, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.

La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir, evitando arrojar tu malestar sobre otros. Todo lo que hagas hacia otro te será devuelto con creces, al margen de que sea "bueno" o "malo" lo que hayas vertido.



En conclusión:



 La mayoría de las creencias aquí enunciadas están generadas por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: “a partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”. Si seguimos las indicaciones de nuestro maestro interno, nunca podemos fallar.

 "aprende a conocerlo en la quietud de tu silencio interior"






Abrazo hondo y recordad encontrad un alma lucida y caminad junto a ella hasta el momento de dejarla ir… Sois vuestros maestros, ahí fuera no hay nada… lo que es fuera es dentro. Namasté


DIFERENCIA ENTRE AMAR Y QUERER









Todos los vicios de la mente son fruto de interpretar de forma egocéntrica la realidad, una actitud impulsiva e inconsciente que nos impide aceptar lo que sucede tal como viene y a los demás tal como son. Ésta es la causa real de todo nuestro sufrimiento, que además nos encierra en un círculo vicioso muy peligroso. Para poder amar, primero hemos de albergar amor en nuestro corazón.

En este caso, el problema es en sí mismo la solución. Y lo primero que debemos saber es qué es el amor. No al que estamos tan acostumbrados, sino al de verdad. Porque una cosa es querer, y otra muy distinta, amar. Querer es un acto egoísta; es desear algo que nos interesa, un medio para lograr un fin. Amar, en cambio, es un acto altruista, pues consiste en dar, siendo un fin en sí mismo. Queremos cuando sentimos una carencia. Amamos cuando experimentamos plenitud. Mientras querer es una actitud inconsciente, relacionada con lo que está fuera de nuestro alcance, amar surge como consecuencia de un esfuerzo consciente, que nos hace centrarnos en lo que sí depende de nosotros.

Cuando uno ama no culpa, ni juzga, ni critica, ni se lamenta. Los que aman intentan dejar un poso de alegría, paz y buen humor en cada interacción con los demás, por muy breve que sea. Amar también es aceptar y apoyar a las personas más conflictivas, porque son precisamente las que más lo necesitan. Amar de verdad es sinónimo de profunda sabiduría, pues implica comprender que no existe la maldad, tan sólo ignorancia e inconsciencia. La paradoja es que el amor beneficia primeramente al que ama, no al amado. Así, el amor sana y revitaliza la mente y el corazón de quien lo genera. Por eso recibimos tanto cuando damos.

(El País, 22 de Enero del 2006)
La vida es un espejo . Enric Corbera

La Búsqueda Interior y el despertar de la conciencia







Las personas que se introducen en la búsqueda interior rápidamente comprueban que la información que necesitan les llega de las formas y lugares más insospechados. Claro, que lo primero que se aprende es que nada es casual y en cuanto se ha predispuesto la mente para recibir el conocimiento, el universo pone en marcha los mecanismos para que esas “casualidades” –que siempre han estado ahí, pero éramos incapaces de ver- se pongan en nuestro camino de una forma evidente. El que está preparado para escuchar, oye.

Esto es una fase eufórica, como un niño con gafas mágicas que le permiten ver un nuevo mundo fantástico lleno de posibilidades. Cuando uno está eufórico desea compartirlo con la gente que tiene a su alrededor, y aquí es donde se encuentra con una desilusión que debe aceptar; no todo el mundo tiene mis gafas y no me entienden. El camino del buscador es un camino en solitario; nacemos solos, vivimos solos y morimos solos.

Con esto no deseo desanimar a nadie, pues creo que elegir este camino es lo más hermoso y emocionante que un ser humano puede hacer, y a fin de cuentas creo que es lo que debe hacer. Y por supuesto, siempre habrán compañeros de viaje con los que experimentar y maestros que nos iluminarán con sus enseñanzas, pero no debemos apegarnos a ellos. Déjalos que depositen en tu página de la vida en blanco la pieza de puzzle que necesitas en ese momento y que sigan su camino. Se dice que el alumno no encuentra al maestro, sino que el maestro llega cuando el alumno está preparado.

El buscador muchas veces entra en fases de sobredosis de información, que no puede asimilar, leyendo montones de libros, asistiendo a seminarios y talleres, consultando a diestro y siniestro, etc. Llega el momento en que no puede discernir entre la paja y las piezas del puzzle que le faltan, ha echado tantas semillas en un campo estéril y árido que no germina nada. No hace falta buscar al sembrador de conocimiento, sino preparar la tierra con esmero para recibir las semillas. Mi campo debe estar limpio de las malas hierbas de miedos, culpas, apegos y deseos. Bien abonado de voluntad, confianza y apertura mental, y, finalmente regado con abundante Amor puro y cristalino. La calidad de la información depende de la calidad del receptor, el buen vino siempre pide una buena copa. ¡A tu salud buscador!




Aquí tienes detallados los 11 síntomas que te permitirán entenderte y saber si estás experimentando un Despertar Espiritual en tu vida:



1. Dolores y malestares físicos, especialmente en el cuello, los hombros y la espalda.

2. Sentimientos de profunda tristeza sin razón aparente. Estás liberando tu pasado (ésta y otras vidas) y esto causa un sentimiento de tristeza. Es similar a la experiencia de cambiarse de una casa en la que has vivido muchos, muchos años, a una nueva. Por mucho que desees cambiarte a la nueva casa, se siente la tristeza de dejar atrás los recuerdos, la energía y las experiencias de la vieja. Esto también pasará.

3. Llorar sin razón alguna. Similar a la anterior. Es bueno y es sano dejar que fluyan las lágrimas. Ayuda a liberar la vieja energía interior. Esto también pasará.

4. Apartarse de las relaciones familiares. Pudiera parecer como si estuvieras separándote de tu familia y amigos. Esto también pasará. Después de algún tiempo, tal vez establezcas una nueva relación con ellos, si así es lo adecuado. Sin embargo, la relación estará basada en la nueva energía, sin las ataduras anteriores .

5. Cambios repentinos de trabajo o profesión. Un síntoma muy común. Al cambiar, las cosas que te rodean cambian también. No te preocupes por ahora por encontrar el trabajo o la profesión correctas. Esto pasará también. Estás en medio de una transición y es posible que hagas varios cambios de trabajo antes de establecerte en uno que se ajuste a tu pasión.

6. Patrones de sueño desacostumbrados. Es probable que te despiertes muchas noches entre las 2:00 y las 4:00 de la mañana. Hay mucho trabajo en marcha en tu interior y con frecuencia esto hace que te despiertes a tomar un respiro. No te preocupes. Si no puedes volver a dormirte, levántate y haz algo en vez de quedarte en la cama preocupándote de las cosas humanas. Esto también pasará. Sueños intensos. Estos pudieran incluir sueños relacionados con guerras y batallas, persecuciones y monstruos. Literalmente estás liberando la vieja energía interior y estas energías del pasado a menudo están simbolizadas por guerras, huidas y "cocos". Esto también pasará.

7. Desorientación física. A veces te sentirás desubicado. Como espacialmente cuestionado, con la sensación de que no puedes poner los pies en la tierra o de que andas caminando entre dos mundos. Al transitar la conciencia hacia la nueva energía, a veces tu cuerpo se queda atrás. Pasa más tiempo cerca de la naturaleza para que te ayude a aterrizar la nueva energía en tu interior. Esto también pasará.

8. Incremento de la "auto conversación". Con mayor frecuencia te vas a encontrar hablando contigo mismo. De pronto te das cuenta que llevas media hora de conversación contigo mismo. Se está dando un nuevo nivel de comunicación dentro de tu ser y estás experimentando la punta del iceberg con la ?auto conversación?. Las charlas se incrementarán y serán más fluidas, más coherentes y más intuitivas. No te estás volviendo loco, simplemente  estás despertando a una nueva conciencia .

9. Sentimientos de soledad, incluso en compañía de otros. Puedes sentirte solo y aislado de los demás. Puedes sentir el deseo de "huir" de grupos y multitudes. estás recorriendo un camino sagrado y solitario. Por mucho que los sentimientos de soledad te causen ansiedad, es difícil que en este momento puedas relacionarte con los demás. puedes llenar ahora tu espacio con tu propia divinidad. Esto también pasará. El vacío interior se llenará con el amor y la energía de tu nueva conciencia.

10. Pérdida del entusiasmo. Puedes sentirte totalmente desapasionado, con escaso o ningún deseo de hacer nada. Está bien y es parte del proceso. Tómate este tiempo para el "NO-hacer". No luches contigo mismo por ello, porque también pasará. Es similar a volver a arrancar la computadora. Necesitas apagarla un momento para que pueda cargar ese nuevo y sofisticado programa o, en este caso, la energía de la nueva semilla que crece en ti

11. Un profundo anhelo de regresar a Casa. Tal vez sea ésta la más difícil y desafiante de todas las condiciones. Puedes experimentar un profundo y abrumador deseo de abandonar el planeta y regresar a Casa. No es éste un sentimiento "suicida". No se basa en la cólera o la frustración. No le des excesiva importancia ni hagas un drama, para ti o para los demás. Hay una silenciosa parte de ti mismo que quiere ir a Casa. La causa original de esto es bien simple. Ya cumpliste el contrato de esta vida. Estás listo para iniciar una nueva vida, mientras estás todavía en tu cuerpo físico. Durante este proceso de transición, tienes reminiscencias interiores de cómo es estar del otro lado. ¿Estás preparado para enlistarte en otra jornada de servicio aquí en la tierra? ¿Estás preparado para aceptar los retos de trasladarte a la Nueva Energía? Sí, por supuesto que podrías irte a Casa ahora mismo. Pero has llegado hasta aquí y después de muchas, muchas vidas, sería una lástima a marcharse antes de que termine la película. Además, el Espíritu te necesita aquí para ayudar a otros a hacer la transición a la nueva energía. Van a necesitar un guía humano, exactamente como tú, que ha hecho el viaje de la vieja energía a la nueva. El sendero que en este momento recorres te proporciona las experiencias que te capacitarán para convertirte en Maestro del Nuevo Humano Divino. Por solitario y oscuro que sea a veces tu viaje, recuerda que nunca estás solo.


PACIENCIA , CONCIANZA Y PERSEVERANCIA




QUÉ SON LAS POLARIDADES









¿Alguna vez conociste a alguien que se victimice y bajo ciertas presiones se enoja extremadamente? ¿Te ha pasado de conocer a alguien extremadamente insensible, aunque cuando se sensibiliza lo hace de una forma hasta exagerada?



Al ser humano se le hace muy fácil catalogar lo bueno y lo malo. Otras etiqueta como triste-alegre, inteligente – tonto, exitoso-fracasado, divertido – aburrido, conducen a lo que se conoce con el nombre de polarización. A raíz del uso del lenguaje solemos catalogar a las personas y a nosotros mismos bajo palabras que están en los extremos. El uso del lenguaje, no hace más que confirmar lo que pasa dentro de nosotros.



Normalmente nos topamos con alguien y utilizamos algunos de estos términos, como por ejemplo: es divertido, es gracioso, es motivador, o por el contrario, es aburrido, tiene poca onda, es un depresivo.

 Esta división de lo blanco y lo negro, evitando los grises, es un problema no solo del ambiente laboral, sino que se da en las relaciones, tanto de familia, amigos y de trabajo.

Decimos que las personas tenemos aspectos nuestro que conocemos. Por ejemplo, soy perfeccionista. Lo conozco yo, y seguramente lo conocen los demás. En este ejemplo, se dice que el perfeccionismo está en luz.



La contracara del perfeccionismo depende de cada persona: puede ser el conformista, el vago, el dejado, etc. Esta polaridad vive dentro de nosotros, pero no la reconocemos. Entonces se dice que está en sombra.



Siempre, si dentro de mí hay un perfeccionista, un gracioso, un insensible o extrovertido habita en mi sombra, la polaridad o el opuesto de cada uno de ellos. Generalmente son partes nuestras que rechazamos. Las pateamos hacia el fondo, porque no las queremos tener cerca.



Luego cuando nos encontramos con alguien que tiene alguna de estas características que tenemos en sombra, suele provocarnos desagrado. Esto es lógico, ¿por qué razón querría tener cerca a alguien que tiene un aspecto mío que yo rechazo?



No todo es tan fácil, las polaridades aparecen. Quien se victimiza, en ocasiones se polariza siendo acusador. Quien quiere ser perfeccionista, se polariza luchando por ser un poco más flexible, aquel que es gracioso, tratará de ser alguna veces serio. Las polaridades generalmente aparecen en situaciones emocionales intensas.



Desde el concepto gestáltico, se trata de unir estos átomos que se repelen, para que formen una molécula. De esta forma puedo ser gracioso cuando lo deseo, y serio cuando sea necesario. Perfeccionista cuando lo necesite, y vago cuando requiere relajarme o descansar. La persona que tiene estas partes integradas ni siquiera tiene que preguntárselo. Simplemente actúa según el contexto y la necesidad.



Desde la Programación Neurolingüística, esto se realiza con una integración de partes. Desde la Gestalt posiblemente con una silla vacía. Desde el análisis transaccional, descubriendo si actúa mi niño, mi adulto o el padre crítico. Todas las disciplinas, en fin, conducen a lo mismo.



Cuando una persona descubre sus polaridades, se dice que ya ha realizado el primer paso para que estos átomos comiencen a dejar de repelerse.



Otros ejemplos, sobretodo en la pareja y en la familia, pueden ser:



Demandante – Demandado

Sensible – Insensible

Superado – Enojado

Víctima – Acusador

Celoso – Superado



Ahora mismo podés comenzar a indagar sobre tus polaridades:



Haz el siguiente ejercicio que no te llevará más de 5 minutos:



Escribe en una hoja todo lo que tú NO eres. Vamos, solo te llevará 3 minutos y descubrirás muchas cosas tuyas.



Una vez que termines el listado, busca el opuesto. Por ejemplo, si escribiste que no eras agresivo, busca el opuesto a ser agresivo, por ejemplo, pacífico.



Revisa los opuestos, y trata de descubrir si alguno de esos se relaciona con vos. Si alguna vez actuaste así, o has querido ser así, o por el contrario, no te gusta la gente que es así. Alguno de esos opuestos puedes pasarlos por alto porque no representan nada. Pero piensa lo siguiente:



¿Cómo puedes definirte por lo que no eres? La única forma de hacerlo es suponiendo que eres lo contrario.



Espero que haya sido de utilidad. Me explayaré al respecto en las próximas notas.





Ing. Axel Persello




¿Si no es ahora cuándo?Cambia tu Vida





Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:

“Ayer falleció la persona que impedía el crecimiento de Usted en esta empresa.

Está invitado al velorio, en el área de deportes”.

Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.

Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la inquietud aumentaba:
-¿Quién será que estaba impidiendo mi progreso? ¡Qué bueno que el infeliz murió!!

Uno a uno, los empleados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco.

Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma. Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo, cada uno se veía a si mismo…. con el siguiente letrero:

“Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento:

¡TU MISMO”!
Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida.
Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tu eres la única persona que se puede ayudar a si mismo.
Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, tus amigos, tus padres o tu pareja
Tu vida cambia cuando cambias tu, eres el único responsable de ella.
“El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia.
Estoy totalmente convencida de que las encrucijadas y las crisis de tu vida se resuelven con mayor facilidad con el acompañamiento de otro ser humano.Quiero ser tu compañera de viaje durante todo tu proceso; esa persona que te escucha, comprende, un igual que ha recorrido tus mismas dificultades y ha aprendido el cómo salir con éxito de los conflictos y situaciones difíciles. Sin juicios, aceptando la validez de tu experiencia, promoviendo tu desarrollo y ayudándote a ampliar tu mirada para encontrar nuevos caminos.
La Psicoterapia Transpersonal con la que trabajo te proporciona herramientas concretas para el cambio y la superación de tus conflictos y desafíos, potenciando una actitud optimista y positiva hacia ti mismo/a y la vida. Durante el proceso descubres tus fortalezas latentes, construyes sobre tus áreas poco desarrolladas o más débiles, amplias los horizontes y observas como haciendo pequeños cambios puedes aumentar tu estado de bienestar. Lo que realmente resuelve tus problemas es el crecimiento personal y la expansión del saber y de la consciencia que finalmente te ponga en contacto con tu identidad esencial.
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