Definiendo el Amor




El amor: armonía en el sistema

El Dr. Levy, creador del concepto de autoasistencia psicológica y Terapeuta transpersonal, describe las facetas más significativas del Amor en relación a los procesos de curación.

"La amorosa presencia recíprocamente disfrutada es el mayor recordatorio que conozco del paraíso en la tierra, y es también el mejor aliento para que el empecinado intento del amor de hacerse humano nos entregue a nosotros, pequeños y heroicos aprendices de esa partitura, la bendición de percibir, aunque sea en instantes, la belleza de la sinfonía que nos empeña".

Definiendo el Amor

En su dimensión más vasta llamamos Amor a la energía que ha creado el universo y lo hace funcionar. Es ese principio cohesivo que enlaza y articula todo lo existente.

"He visto el Amor que mueve al sol y las demás estrellas…" decía Goethe.

Desde este punto de vista Dios y Amor son sinónimos, y así como es imposible abarcar todos los atributos de Dios, también es imposible definir completamente al Amor a través de conceptos. Por lo tanto lo que haremos aquí es aproximarnos a esa calidad de energía como el dedo que señala a la luna. Sabe que la apunta pero que no es ella.

Hecha esta salvedad podemos continuar diciendo que para acercarse al Amor en su dimensión cósmica tal vez sea suficiente con mirar una noche la vastedad del cielo estrellado….

…Y para acercarnos al amor en la dimensión humana es muy bueno observar simplemente nuestras manos. Cómo se relacionan entre sí mientras realizan las tareas del día: ponerse la ropa, abrochar un botón, preparar un café, etc. Todas las tareas. Observarlas con detenimiento y mirar la relación. Es verdaderamente maravilloso. Va a encontrar ayuda recíproca, ajustes continuos, acoplamientos precisos, sentido de equipo… Eso que verá entre ellas es la cooperación del amor.

En cada nivel el amor adopta la forma que le corresponde a ese plano. En el nivel personal el amor se manifiesta básicamente como respeto, solidaridad y cuidado, y según la circunstancia será amor pasional, fraterno o religioso, etc. Sea cual fuere la forma, la trama esencial de la experiencia del amor es la que surge del reconocerse como dos partes distintas de la misma unidad mayor. Lo mismo que ocurre entre las dos manos.

Expresado con otras palabras: el Amor es la memoria que la Unidad tiene de sí misma en la diversidad.Leer más...


por Norberto Levy



La física demuestra que hay vida después de la muerte, pero "nuestra mente no lo ve"

La teoría del biocentrismo defiende que el espacio y el tiempo no son lineales, por lo que existirían otros universos paralelos. (Corbis)


“La muerte, tal y como la concebimos, no existe, sólo es una ilusión”. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado el médico y director de Advanced Cell Technology Robert Lanza, defensor de la teoría del biocentrismo, en la que se niega que el tiempo o el espacio sean lineales. Para la gran mayoría de científicos este tipo de afirmaciones son sólo sandeces o, al menos, hipótesis indemostrables. Sin embargo, Lanza parece haber encontrado en el famoso experimento de Young, también denominado de la doble rendija (doble-split), el perfecto aliado para defender su tesis. Si con este se logró demostrar la naturaleza ondulatoria de la luz, Lanza pretende hacer lo propio con el espacio y el tiempo.

En la obra Biocentrism: How Life and Consciousness are the Keys (BenBella Books), el físico norteamericano parte de la premisa de que la vida crea al universo, y no al revés, la base misma del biocentrismo. A partir de aquí, va deduciendo paso a paso que la mortalidad es una idea falsa, creada por nuestra conciencia.

La mortalidad es una idea falsa, creada por nuestra concienciaEn primer lugar, sugiere que la conciencia de una persona determina la forma y el tamaño de los objetos en el universo. Para explicarlo, utiliza como ejemplo la forma en la que percibimos el mundo que nos rodea: “Una persona ve un cielo azul, y se le dice que el color que están viendo es azul, pero las células cerebrales tienen la capacidad de variar esta percepción, pudiendo ver el cielo de color verde o rojo”. En pocas palabras, concluye, “lo que vemos sólo existe gracias a nuestra conciencia”.

El multiverso y la teoría de las cuerdas

Este es el motivo por el que Lanza dice que creemos en la muerte. Al observar el universo desde el punto de vista del biocéntrismo, erramos a la hora de concebir el espacio y el tiempo, pues lo haríamos en función de lo que nos dicta la conciencia. En resumen, el espacio y el tiempo son "meros instrumentos de nuestra mente”, por lo que entender la muerte como algo terminal no tendría sentido según sus tesis.

Robert Lanza. Al concebir que las dimensiones espacio-temporales son meras construcciones mentales, la inmortalidad sería una realidad para Lanza. Es decir, hay vida después de la muerte (física) debido a que habitaríamos un mundo sin fronteras lineales de espacio y tiempo, lo que entronca con la teoría de las cuerdas.

A pesar de ello, lamenta el científico, seguimos creyendo que “la vida es sólo un poco de carbono y una mezcla de moléculas, las cuales dan forma a nuestra existencia durante un tiempo y luego vuelven a descomponerse en el suelo”, explica el físico. ¿Por qué? Simplemente, “porque se nos ha ensañado que las personas se mueren, aunque sólo existe la evidencia de que desaparece el cuerpo en un momento dado”.

“Trascendemos a la vida, pero nuestra mente nos impide verlo”

Para explicar la muerte física del cuerpo, Lanza recurre a la teoría del multiverso o universos paralelos. Una interpretación a la que se ha dado un fuerte pábulo debido a los datos recogidos por el satélite Planck, que mostró una serie de anomalías supuestamente causadas por la atracción gravitatoria de otros universos. Así, según Lanza, “todo lo que ocurre en nuestro universo está sucediendo también en el multiverso, por lo que la vida nunca dejaría de existir en este sentido.

Cuando el cuerpo desaparece, nuestra vida se convierte en una planta perenne que vuelve a florecer una y otra vez en el multiverso“Cuando morimos, nuestra vida se convierte en una planta perenne que vuelve a florecer una y otra vez en el multiverso”, explica gráficamente el físico. Por tanto, la vida trascendería a la forma lineal bajo la que se rige nuestro pensamiento. Esto es porque, como sucede con las partículas de la luz, la materia y la energía “funcionan como las ondas”.

El estudio del fenómeno de las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) ha centrado en los últimos años la atención sobre la posibilidad de que exista la inmortalidad. Una de cada cinco personas que sobrevive a una parada cardíaca asegura haber tenido una ECM durante el tiempo de duración de un coma o de muerte clínica, en el que supuestamente desaparecen todas las señales externas de vida, pero que son capaces de narrar luego sus sensaciones y percepciones.

Investigaciones millonarias para demostrar la inmortalidad

Cada vez son más los investigadores médicos interesados en este fenómeno, y la literatura sobre el tema llegó a su cénit con la publicación el pasado año de La prueba del cielo: El viaje de un neurocirujano a la vida después de la vida (Zenith). Un libro superventas en el que el neurocirujano Eben Alexander narra su supuesta experiencia en el más allá durante el tiempo que estuvo en coma.

Para intentar acabar con esta incertidumbre, la fundación fundación John Templeton que, con base en Filadelfia, se describe a sí misma como “un catalizador filántropo para la investigación sobre las Grandes Cuestiones de la vida”, financiará con cinco millones de dólares una selección de proyectos de investigación sobre las experiencias al borde la muerte. Es lo que se ha dado en llamar el Proyecto Inmortalidad.

Entre los elegidos en el Proyecto Inmortalidad destaca Sam Parnia, director de investigación sobre reanimaciones en la Universidad de Nueva York, quien tratará de de determinar si las ECM son reales. Es decir, discernir si sus causas son físicas o, por el contrario, parapsicológicas o metafísicas. Para ello, el autor de Erasing Death: The Science That Is Rewriting the Boundaries Between Life and Death analizará la actividad cerebral de los pacientes que sufren un paro cardíaco. De este modo, tratará de determinar si las conexiones neuronales son susceptibles de provocar una experiencia subjetiva, verse a uno mismo fuera del cuerpo y en tercera persona mientras los médicos tratan de reanimarlo.



Fuente : http://www.elconfidencial.com/

LOS SIETE EGOS



En la hora más silente de la noche, mientras estaba yo acostado y dormitando, mis siete egos sentáronse en rueda a conversar en susurros, en estos términos:
Primer Ego: -He vivido aquí, en este loco, todos estos años, y no he hecho otra cosa que renovar sus penas de día y reavivar su tristeza de noche. No puedo soportar más mi destino, y me rebelo.
Segundo Ego: -Hermano, es mejor tu destino que el mío, pues me ha tocado ser el ego alegre de este loco. Río cuando está alegre y canto sus horas de dicha, y con pies alados danzo sus más alegres pensamientos. Soy yo quien se rebela contra tan fatigante existencia.
Tercer Ego: - ¿Y de mi qué decís, el ego aguijoneado por el amor, la tea llameante de salvaje pasión y fantásticos deseos? Es el ego enfermo de amor el que debe rebelarse contra este loco.
Cuarto Ego: -El más miserable de todos vosotros soy yo, pues sólo me tocó en suerte el odio y las ansias destructivas. Yo, el ego tormentoso, el que nació en las negras cuevas del infierno, soy el que tiene más derecho a protestar por servir a este loco.
Quinto Ego: -No; yo soy, el ego pensante, el ego de la imaginación, el que sufre hambre y sed, el condenado a vagar sin descanso en busca de lo desconocido y de lo increado... soy yo, y no vosotros, quien tiene más derecho a rebelarse.
Sexto Ego: -Y yo, el ego que trabaja, el agobiado trabajador que con pacientes manos y ansiosa mirada va modelando los días en imágenes y va dando a los elementos sin forma contornos nuevos y eternos... Soy yo, el solitario, el que más motivos tiene para rebelarse contra este inquieto loco.
Séptimo Ego: - ¡Qué extraño que todos os rebeléis contra este hombre por tener a cada uno de vosotros una misión prescrita de antemano! ¡Ah! ¡Cómo quisiera ser uno de vosotros, un ego con un propósito y un destino marcado! Pero no; no tengo un propósito fijo: soy el ego que no hace nada; el que se sienta en el mudo y vacío espacio que no es espacio y en el tiempo que no es tiempo, mientras vosotros os afanáis recreándoos en la vida. Decidme, vecinos, ¿quién debe rebelarse: vosotros o yo?
Al terminar de hablar el Séptimo Ego, los otros seis lo miraron con lástima, pero no dijeron nada más; y al hacerse la noche más profunda, uno tras otro se fueron a dormir, llenos de una nueva y feliz resignación.
Sólo el Séptimo Ego permaneció despierto, mirando y atisbando a la Nada, que está detrás de todas las cosas.
 
 
 
 
Fragmento de la obra el loco de Kalil Gibran 
Descargar la obra aqui 

Ejercicio para trabajar el miedo al Médico-Dentista

 
 
 
 
Con este ejercicio trabajaras tus miedos e inquietudes cada vez que tienes que ir a hacerte una revisión médica o prueba ,así como las derivadas de tus visitas al odontologo
Te recomiendo que previamente hagas algún ejercicio de relajación antes de escuchar este audio de autohipnosis .
Un abrazo hondo y espero que te sea provechoso
Cualquier duda contactar através de mi blog o página web
www.mundotranpersonal.com
http://soraya-founty.blogspot.com.es/
 
 
 

Lo que le sucede a un ser querido es como si nos sucediera a nosotros mismos






A quien quieres, eres: para tu cerebro, lo que le pasa a un ser querido te pasa a ti mismo

La neurociencia descubre que en el cerebro humano lo que le sucede a un ser querido se experimenta como si nos sucediera a nosotros mismos.



No le pregunto a la persona herida cómo se siente,
yo mismo me transformo en esa persona herida.
-Walt Whitman, Song of Myself


El amor, el cariño, el respeto por el otro y la amistad podrían agruparse en torno a una habilidad que poseemos los seres humanos: la empatía. Indudablemente esta capacidad empática es materia prima fundamental de nuestra existencia y, tal vez, apela al sentimiento más auténtico que una persona puede gestar. Incluso podríamos especular sobre el papel que juega la empatía en la evolución y la supervivencia de nuestra especie o, como advertía Roger Ebert, “creo que la empatía es la máxima virtud de una civilización”.

Si bien los alcances de la empatía son, creo, plenamente comprobables mediante la experiencia individual, lo cierto es que la nitidez de este fenómeno se manifiesta tangiblemente incluso a nivel neuronal. Hace unos meses, investigadores de la Universidad de Virginia concluyeron, tras una serie de experimentos con escáneres de resonancia magnética para monitorear la actividad cerebral, que cuando existe un lazo de afecto y familiaridad con otra persona, nuestro cerebro la experimenta como si fuésemos nosotros mismos.

Lo primero que descubrieron fue que nuestro cerebro distingue tajantemente entre los extraños y aquellos a quienes ‘conocemos’. Y luego hallaron que aquellas personas que asignamos a nuestra red social se funden con nuestro sentido de ser a un nivel neuronal –fenómeno que se intensifica entre mayor es el lazo de afecto. James Coan, uno de los psicólogos involucrados en el estudio, advierte al respecto:

Notamos que, mediante la familiaridad, otras personas pasan a formar parte de nuestro propio ser [...] Nuestro yo termina por incluir a esas personas con quienes experimentamos cercanía. Esto posiblemente se debe a que los humanos necesitan de amigos y aliados con quienes puedan unir fuerzas y concebirlos de la misma manera en que se autoconciben. Y cuando las personas pasan más tiempo juntas, entonces esta similaridad se refuerza.

El experimento consistió en escanear la actividad cerebral de 22 personas. Los voluntarios eran advertidos de que recibirían sutiles shocks eléctricos. Ante esta amenaza, sus reacciones fueron contrastadas con aquellas en que existía la posibilidad de que un ser querido fuese a recibir el mismo tratamiento. La respuesta neuronal era casi idéntica en ambos casos, lo cual no ocurría cuando se trataba de una virtual amenaza contra un desconocido (consulta aquí el estudio completo).

Esencialmente se diluye la frontera entre el “yo” y el “otro”. Nuestro ser pasa a incluir aquellas personas que nos son cercanas. Si un amigo está bajo amenaza, en nuestro interior ocurre lo mismo que si nosotros estuviésemos amenazados. Somos capaces de entender el dolor o la contrariedad que él puede estar atravesando, tal como podemos entender nuestro propio dolor.



In Lak’ech (tú eres mi otro yo)
Saludo tradicional Maya



Algunas reflexiones al respecto
Al leer el estudio en cuestión, además de emocionarme, no pude evitar preguntarme qué sucede, entonces, cuando lastimamos a un ser querido. Seguramente al estar molesto con un amigo, porque a su vez nos sentimos ofendidos, nuestro cerebro es capaz de removerlo temporalmente de esa región neuroafectiva y por lo tanto podríamos infligirle un daño. Sin embargo, para que eso ocurriese primero él habría tenido que hacer lo propio, previo a incurrir en el acto que produjo nuestra reacción. Y en este sentido sólo quedaría apelar al sentimiento de autodestrucción, es decir, el concebir a alguien como un “yo mismo” no le exime de mi deseo de, en ciertas circunstancias, lastimarlo, pues ni siquiera mi propio “yo” está a salvo de mi propia destrucción. Consecuentemente, si yo dejase a un lado las prácticas autodestructivas, difícilmente lastimaría a mis seres queridos.

La segunda reflexión que podría detonar este fenómeno es cómo podríamos llegar a ese paraíso empático en el cual realmente concibiésemos a cualquier persona, querida o no, como un propio yo. Cómo eliminar esa distinción entre aquellos a quienes me une el afecto y esas personas a quienes considero simples desconocidos. Lo anterior no para demeritar los lazos de afecto que experimento por “los míos”, sino para derramar este mismo sentimiento de forma incluyente, y así consumar una postura, asumo, impecable, en lo que respecta a la tolerancia, la comprensión, y el respeto por el otro.

En fin, supongo que nos toca, a cada uno, encontrar este tipo de respuestas, pero no por ello deja de resultar fascinante la simple idea de concebir que, más allá de la poesía o la metáfora, realmente tenemos la capacidad de fundir el yo con el otro.
 

Por: Javier Barros Del Villar
Twitter del autor: @ParadoxeParadis
Fuente. http://pijamasurf.com/

EL MONASTERIO CUÁNTICO :VIVENCIA EL AHORA








Nos han enseñado a creernos únicamente una persona, un cuerpo-mente mortal. Desde esta perspectiva es imposible vivir en un estado tranquilo de mente, ese bienestar subjetivo pacífico y constante que es en última instancia nuestra verdadera naturaleza. Y nos vemos compelidos a buscar en el exterior la felicidad y plenitud que no sabemos encontrar en nosotros. Y en semejante contexto, rodeados de los demás miembros de la sociedad que comparten esta misma visión dual, se desarrolla en nosotros desde la niñez un flujo incesante de pensamientos que creemos es la herramienta perfecta para resolver todos nuestros conflictos. Es más, estamos absolutamente seguros de que somos los pensadores de nuestros pensamientos e imaginaciones. Y miles de veces a lo largo del día nos basamos en la memoria de nuestra historia personal para reforzar dichas programaciones.



¿Pero, es este el único modelo de realidad, o existen otras formas de percibir el mundo y a nosotros mismos? Amigo lector te  invito a investigarlo juntos



Concentra tu atención y para de pensar por un momento. Obsérvate leyendo. Insisto, detente y mira lo que haces justo ahora mismo. Comprueba que es únicamente ahora cuando puedes respirar, sentir, tocar, oír, o hacer lo que estés llevando a cabo. En cuanto a tu pasado son pensamientos que tienes ahora y de igual modo tu futuro solo lo imaginas en este momento. No puedes alargar tu mano y alcanzar el vaso de agua que beberás en otra habitación dentro de 10 minutos. Por favor, comprueba si estas afirmaciones son o no son reales en tu experiencia de este momento.



Otra exploración. ¿Eres capaz de detener tus pensamientos durante uno o dos minutos? ¿Estás escogiendo los pensamientos e imágenes que cruzan ahora por tu cabeza? Si te es imposible lograrlo comprobarás de primera mano que no piensas lo que deseas. Una vez investigues en profundidad estos extremos y poco a poco te vuelvas el testigo de tu mente, asumirás que mucho de tu sufrimiento se genera ahí y acabarás liberándote de su esclavitud.



Y una última reflexión: Si consigues volver a concentrarte en este momento presente, fíjate en eso en ti, la Consciencia que está conociendo esto que lees. Es el Observador de los físicos cuánticos. Mírate mirando. Verás que esta capacidad de conocer, esto que percibe los sonidos, es lo más íntimo de ti. Sin la Consciencia tu no podrías ver ni darte cuenta de todo lo que te rodea ahora mismo, incluidas todas tus sensaciones corporales en este momento. El mundo y tu no existiríais. Tu solo puedes percibir aquello que se presenta en este instante. Por tanto, cuando te encuentres con alguien no pienses y actúes según lo que crees ser, vive de primera mano, muda tu identidad desde creerte ese personaje que piensas que eres, a este percibir directo y bondadoso que es tu auténtica identidad.



Estas y otras consideraciones se exponen en “El Monasterio Cuántico”, una novela budista que nació a partir de una estancia en el reino himalayo de Bután. La relación que mantuve con maestros tibetanos de meditación sus monasterios y sus ceremonias ancestrales, y mi formación profesional, fue dando forma a un relato donde convergen misticismo, ciencia y filosofía. en un contexto de acción.



Se ofrece un texto ameno donde se dialoga directamente con el lector invitándole a experimentar de primera mano este Aquí, su paz, su vivacidad, y al Conocedor de todo ello. ¿Querrías explorar algunos acercamientos a tu verdadera identidad y a la vez pasarlo bien?
Encontrarás “El Monasterio Cuántico” en http://www.sb-ebooks.es/l/monasterio-cuantico-2/ Un abrazo. Correo electrónico del autor vicentgovil@hotmail.com

Vicente Goyanes


Vicente Goyanes (Cuenca 1943) Doctor en Medicina, investigador y profesor universitario en España y USA ahora retirado, fue miembro de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias y de la Academia de Ciencias de Nueva York. Su experiencia en meditación, autoayuda y psicología transpersonal procede de sus estudios durante 32 años sobre filosofía Advaita, Zen, Meditación de Atención Plena y Gestalt en España, Francia, USA, India y Bután. Habiendo impartido cursos sobre Mindfulness para prevenir y tratar la depresión en pacientes oncológicos y personal facultativo. Co-autor de la novela “Bhairava, la voz del silencio” (2008). Correo electrónico: vicentgovil@hotmail.com
 
Aquí puedes descargar un previo de la obra :

http://www.sb-ebooks.com/wp-content/uploads/VICENTE-GOYANES-El-monasterio-cuantico.pdf




No hay que hacer nada para conseguir ser lo que ya eres, tan solo parar y abrirse a darse cuenta de lo que hay, lo que Es y ha sido siempre.




ver también en Youtube :http://www.youtube.com/watch?v=8VvDac_Z24g