Ejercicios para relajarse III


RELAX DEL LAGO


CIERRA los ojos y visualiza un gran lago redondo con la superficie totalmente en calma, luego lanzas una piedra en el centro del lago y observa cómo se crean ondas que cada vez son más grandes. Visualiza cómo van llegando a la orilla, hasta que el lago se torna nuevamente calmado. Repítelo tantas veces como desees, hasta que la mente y cuerpo se relajen.


RELAX DEL SONIDO DEL AGUA


SI estás en el campo y tienes la oportunidad de ver un riachuelo, río o cascada, siéntate y cierra los ojos y escúchalo con atención. Sólo concéntrate en el sonido del agua. Quítale toda atención al cuerpo y las cosas que te rodean. Trata de grabar los sonidos en cassette para cuando no estés en el campo.

NOTA: Si consigues estar relajado durante un tiempo de 20 minutos descubrirás que el río es también una entidad viviente como tú. Así descubrirás el significado de cada sonido del agua.  
RELAX DEL FRÍO Y CALIENTE


RESPIRA lentamente por la nariz. Concéntrate cómo entra y sale el aire por la nariz. Al inhalar siente el aire frío y al exhalar caliente.

NOTA: Pasado cierto tiempo haciendo el ejercicio comienzas a sentir un calorcito en las diferentes partes del cuerpo, según en la zona del cuerpo a donde se dirija el calor.

 Estos ejercicios que aquí están a tu alcance, son la experiencia de años de práctica y realización de “el monje ermitaño Paradharmadas”. Muchos de estos ejercicios han nacido y vivido de sus propias situaciones y momentos por los que ha pasado en su vida. Algunos de estos ejercicios han sido enseñados por diferentes maestros con los que se asoció por un cierto tiempo, tales como profesores de Yoga y de Tai’Chi.





TANTRA :El Ejercicio del Kriya Mudra



El ejercicio del Kriya Mudra tiene como objetivo armonizar los dos cerebros, el masculino direccional y el femenino expansivo. Para ello utilizaremos el cuerpo y la respiración. Cuando me refiero a los dos cerebros, hablo de ser capaces de armonizar el cuerpo y la mente racional. Para ello los tántricos usamos este ejercicio.

Ejercicio del Kriya Mudra:


Nos sentamos en el suelo, en posición de medio loto (para los occidentales) sin ningún soporte añadido. Quien lo crea necesario, podría hacer antes algunos estiramientos o un poco de yoga de flexibilidad, sobre todo de columna y de las cadenas musculares posteriores, para que el ejercicio no sea tan “sufrido”. También, a modo de indulgencia, si después de ver cómo se propone el ejercicio, uno se considera verdaderamente incapaz de llevarlo a cabo tal y como se describe, es posible ayudarse sentándose en un cojín y, en casos extremos, se puede hacer acomodado en una silla.

Es importante poner la atención en la respiración. La atención debería estar puesta en todo momento en la respiración, pero una atención pasiva, sin tratar de controlar ni “guiar” la misma. Sólo la observación limpia de la cadencia espontánea del aire entrando y saliendo de nuestros pulmones.

La respiración debe ser nasal, tranquila y suave. Es posible que ya, simplemente, en ese momento empecemos a sentir sensaciones nuevas, por ejemplo, suele ser normal que cuando ponemos atención en la respiración, ésta pierda su cadencia natural y empiece a ser “controlada” por el cerebro y, por lo tanto, desequilibrada. Es bueno estar ahí unos momentos, sintiendo la respiración, al final, la mente se convence de que lo que hace el cuerpo de forma instintiva, es absurdo querer “mejorarlo” con atención controlada y se acaba prestando una atención limpia en la respiración.

En esos momentos es cuando, a medida que nos vamos relajando profundamente, vamos cerrando los ojos, como cayendo en la relajación. Simplemente los párpados caen, no se cierran.

Una vez acompasada la respiración nasal y sentir que fluye con naturalidad, empieza dejando caer la cabeza lentamente hacia delante, como si con cada exhalación fuera cayendo un poco más. Es un “dejarla caer” más que un esfuerzo por llevar la cabeza hacia adelante.

Este ejercicio precisa de tiempo, a algunos les va a resultar más rápido que a otros y no por ello el ejercicio es “mejor”, este ejercicio está concebido para inducir a un estado, no para hacerlo rápido y bien.

A la cabeza le siguen las cervicales y, una a una, todas las vértebras. La sensación es que el cuerpo se cae hacia adelante, como enroscándose. Con cada exhalación cae un poco más.

Premisa importante: Los isquiones no deben levantarse del suelo, al menos no “levantar los glúteos para bascular la cabeza”, esto, a nivel simbólico, es importante mantenerlo. Los glúteos deben tocar tierra, asentarse estables y firmes, como echando raíces profundas, fértiles y duraderas.

Manteniendo esas constantes veremos como, poco a poco y con cada exhalación, la columna se enrosca y la cabeza se proyecta hacia el suelo. A medida que progresa el ejercicio, las sensaciones serán más evidentes. Es aquí cuando el observador omnisciente debe prevalecer ante todo, ya que puede haber sensaciones que arrastren emociones, como la de sentir que falta el aire, opresión, ahogo, claustrofobia y una multitud de interesantes proyecciones neuróticas que tratan de “liberarnos” del estado que buscamos.

La sensación puede ser similar a cuando realizamos un tamascal. Quien haya hecho alguno (si no es así, lo recomiendo) puede recordar haber tenido la sensación de “morir”. También puede sucedernos una sensación similar a cuando entramos en proceso en una sesión de respiración de rebirthing. Confía en el ejercicio, confía que todo está bien y que todas esas emociones negativas no son más que pensamientos proyectivos. En estos momentos, el trabajo con la voluntad se hace necesario para este ejercicio. Aprender a llevarlo a cabo, pasar el “escollo” para poder llegar a la integración.

El trabajo es llegar hasta donde no se puede más, es decir, hasta que sientes que alguna parte de cuerpo interfiere en el proceso de caída de la cabeza hacia el suelo. Y una vez ahí… estar ahí. Estar ahí es el trabajo más difícil, por ser muchas veces incapaces de “estar”. Ahí es cuando acontece nuestro ego, ahí es cuando podemos observarnos de forma espléndida, en nuestra mecanicidad mental, física y emocional.

Sí, el “objetivo” sería llegar a tocar con la cabeza al suelo, muchos podrán alcanzar ese objetivo y, aún así, no habrán alcanzado a percibir el verdadero significado del ejercicio. Es un trabajo profundo que precisa de algo más que un cuerpo flexible. Es un ejercicio que siempre mantiene un significado nuevo y una observación distinta.

Los ejercicios están para ser hechos, no para ser descritos, así que, por mucho que trate de describir el significado del mismo, será mucho mejor que coloques tu esterilla en el suelo y lo pruebes.

Notarás cómo, a pesar de “no poder bajar más”, con cada exhalación y con cada relajación mental, física y emocional, el cuerpo sigue cayendo deliciosamente hasta tocar con la cabeza el suelo.

En ese momento es cuando cruzaremos las manos a la espalda, con las palmas hacia arriba y la derecha apoyada en la palma de la izquierda. Las dos manos deben estar a la altura del tercer chakra o bien del cuarto.

El instinto y la razón se dan la mano fraternalmente.

Una vez consigues tocar con la cabeza en el suelo y seguir respirando, empieza una nueva etapa, la etapa de la integración. A veces suelen suceder oleadas placenteras que te pueden transportar a visiones profundas, a estados alterados de conciencia, donde eres un simple espectador fascinado de la sensación, la emoción y los pensamientos. Los tres centros se equilibran y se acompasan. Pueden suceder viajes reveladores o visiones de la “realidad” que se ocultan en el día a día.

Esa es la pugna, conseguir que los dos cerebros, el cerebro de la cabeza y el cerebro de la cola estén a la misma altura, sin que el coxis esté más levantado que la cabeza y sin que la cabeza esté por encima del cuerpo.

En esa posición podemos estar unos cuantos minutos, a lo sumo 10. Pero, al estar con los ojos cerrados y no tener consciencia del tiempo, simplemente “sentir” cuándo ha pasado el tiempo suficiente, es decir, una vez has perdido el cómputo del tiempo, puedes decidir si terminar esa etapa o no. Normalmente es algo que sucede.

A la hora de incorporarse, siempre con extrema lentitud, sentiremos que estamos colocando una vértebra sobre la otra empezando por la parte baja de la columna. Nos desenroscamos de nuestro estado fetal, embrionario cual crisálidas y nos abrimos a la vida.

Desenroscar la cabeza apoyándose en la cola es el proceso natural de la evolución humana.

Al irnos desenroscando desentrelazamos las manos y las dejamos caer a los lados sin esfuerzo, una vez haya espacio suficiente, las descansamos con las palmas hacia arriba (la derecha sobre la palma de la izquierda) en el regazo. Es posible que en el proceso de desenroscarte sientas mareo, es normal. La cabeza es lo último en asentarse sobre las cervicales.

Estamos ya erguidos.

Seguimos con los ojos cerrados, ahora y de forma rápida y repetitiva, contraemos la zona abdominal, poniendo atención en la exhalación por la nariz. Una respiración parecida al kapalabhati donde, a diferencia de ésta, la atención se pone en contraer los músculos abdominales. Reproduciremos este paso durante unos 30 segundos, hasta “no poder más” y nos detenemos en seco.

Todo se para, el espacio tiempo se detiene y sobreviene el éxtasis. Dejarse inundar por las oleadas de placer que sobrevienen, como ráfagas de viento que nos mecen sin que nosotros debamos hacer nada, sólo saborear la esencia que ha desarrollado el ejercicio, el néctar que ha emanado de ti mismo para tu propio disfrute y degustación. Esa sensación no tiene tiempo, nunca he sabido cuanto tiempo transcurre.

Una vez “alimentados” movemos las manos, giramos las palmas y las apoyamos en el suelo, justo delante de nosotros, una al lado de la otra y haciendo que los brazos permanezcan estirados. Es muy gratificante la sensación de empezar a contactar con el mundo a través del tacto.

En esa posición, abrir lentamente los ojos y que lo primero que veamos sean nuestras manos contactando con la tierra, con el mundo. Muchas veces, en este momento suele acontecer un profundo amor por nuestras manos, que “están” ahí, con nosotros, esas manos son tú, pero a la vez no dejan de ser entes propios.

La vista se eleva poco a poco y empieza un recorrido visual por lo que nos rodea, de más cercano a más lejano, tratando de ir visualmente de un punto a otro, sin ser selectivo con lo que miramos, sólo mirar detalles cada vez más alejados. Observar el mundo de forma abierta, sin una predisposición a mirar ni una cosa ni la otra. Observar y saborear la vida en si misma.

El ejercicio del “Kriya Mudra” termina ahí, puedes estar en esa posición tanto tiempo como quieras, cuando lo decidas, cuando te apetezca, puedes levantarte y seguir con tu día a día con las energías renovadas, las pilas cargadas y el corazón abierto.

Es un ritual-ejercicio que nos lleva al aquí y ahora, a la presencia y al florecimiento de nuestro interior. Si quieres, puedes saborear el amrita que se ha creado en tu boca. El amrita es una especie de secreción que sucede cuando la kundalini se expande y suele hallarse en la zona bucal, en las encías y en lo profundo de la cavidad de la garganta. Así mismo, en la mujer, el amrita también aparece en la zona vaginal. El amrita tiene un sabor dulce y tiene enormes propiedades energéticas. Una vez terminado el ejercicio puedes pasarte la lengua por las encías y la zona profunda de la garganta y saborear (si ha acontecido) el amrita. Al amrita se le llama néctar divino o néctar de dioses.

En mi experiencia personal, debo decir que me aporta muchos beneficios cuando lo practico después del gimnasio. Después de una práctica física intensa o en una jornada laboral tediosa, el Kriya Mudra aporta energía revitalizada, consciencia y un estado de plenitud necesarios para una vida profunda.

Te invito a que lo pruebes, que no se quede simplemente como teoría mental, donde buscar las relaciones razonables, lógicas y basadas en extensa teoría. Los ejercicios han sido creados para ser experimentados. Experimenta el ejercicio y luego valóralo en relación a la propia experiencia.

Si has hecho el ejercicio y quieres compartir tu experiencia para que pueda darte detalles de la misma, escribe un comentario.
 
 
Fuente : www.circulosdecosechas.wordpress.com

La puerta del amor se llama libertad

 
Es muy frecuente pensar que la libertad tan solo aparece cuando se da una ausencia de reglas, cuando en realidad la libertad como estado de conciencia por su profunda conexión con la coherencia cardíaca, aparece entre las reglas asumidas y a pesar de ellas.

El amor es un estado de consciencia profundo, y bien sabemos que, aunque llamamos amor a las exaltaciones de los deseos y a toda la gama de sentimientos que nacen en torno a la admiración y la belleza, no es ese amor precisamente el que buscamos. En realidad, el camino del ser humano por la vida es un laberinto hacia el sí mismo primordial que se recorre de forma más nutritiva cuando se puede compartir desde el amoroso compromiso con los valores emanados de la Esencia.

El decadente patriarcado actual vive en el despiste, un despiste economicista y competitivo, en el que la violencia, el miedo y el dominio jerárquico se han hecho con el paradigma oficial. Muchos hombres y mujeres sienten que tiene que haber otro mundo. Un mundo en dónde la cooperación, el respeto y la compasión dinamicen la economía, la política y la educación, conformando una actitud creativa, plena de inteligencia cardíaca.

El cambio de paradigma sucede de dentro afuera y comienza por hacer en nosotros, aquello que admiramos en nuestras más íntimas utopías. Bien sabemos que nuestro deseo de ver un mundo mejor, tan sólo será posible si comenzamos por ordenar y clarificar desde la veracidad nuestro pequeño mundo afectivo de pareja y familia. Desde ahí, desde el pequeño orden de nuestra vida cotidiana, estaremos en condiciones de que cosas más grandes nos vengan a buscar para que las realicemos.

Una vez confrontado y reorientado nuestro pequeño territorio y tras revisar los flecos que nos quedan del rancio modelo patriarcal, podemos preguntarnos: ¿Cómo se puede llamar lo que viene como sustituto al milenario Patriarcado?

Y por más que busco un titulo al nuevo paradigma, no se me ocurre otra cosa que proponer del Patriarcado al Cardiarcado.

¿En base a qué? En realidad, el Patriarcado es la consecuencia de la hipertrofia racionalista en detrimento de aspectos ecológicos y afectivos de nuestra profunda humanidad y que la emergente neurología del corazón reúne en integrado sentir.

Actualmente es la vanguardia neurológica de la Humanidad la que otorga al corazón y la consiguiente Coherencia Cardiaca la responsabilidad desde la que construir avenidas de relación profunda con el otro en el seno de un mundo cooperativo y compasivo. Y eso no es otra cosa que Cardiarcado.

En realidad, sólo desde la Inteligencia del corazón, que no es la inteligencia del sentimiento, ni de la emoción, sino de la Esencia y el núcleo del Ser, podremos emitir una música en el mundo que suene afinada y proporcione a la Humanidad unas relaciones auténticas y creativas.

Muchos seres sentimos ya la llegada de un nuevo amanecer en el campo global de una Humanidad que crisis tras crisis se renueva vertiginosa. El Patriarcado cae inexorable en su propio ombligo entrópico, al tiempo que el incipiente Cardiacado surge en el interior de muchos seres que como tú y como yo lo vivimos como pleno de vitalidad sanadora y resonancias con el Misterio de lo Transpersonal.


Por José María Doria
Publicado en Claves de Amor y Relaciones el 27 de febrero de 2014
 
 

FORMAS SENCILLAS DE LOGRAR LA AUTORELAJACIÓN II



1. RELAX RESPIRANDO CON LAS OLAS


VISUALIZATE frente al mar o la playa, observa el ir y venir de las olas, inhalando y exhalando siempre por la nariz. Inhalas cuando las olas se acerquen a la orilla y exhalas cuando las olas se retiren. La respiración será algo sonora para que puedas apreciar el sonido del ir y venir de las olas. Notarás que cuando las olas se retiran parece como si arrastraran piedras y piedrecitas. Para concentrarte un poco más, tapa tus oídos con los dedos índices y lograrás un estado de relax increíble. Si estás en la cama tendrás un rico relax y buen sueño.


2. RELAX CONTANDO DEL 10 AL 1


RESPIRA profundamente, si estás acostado/a, caminando o sentado/a. Visualiza en tu mente una pizarra negra, escribe sobre ella en color blanco o fuego brillante los números del 10 al 1. Cada respiración completa equivale a un número. Hay personas que se quedan dormidas antes de llegar al N. 1 en caso de que estén acostadas.
 
 
Estos ejercicios que aquí están a tu alcance, son la experiencia de años de práctica y realización de “el monje ermitaño Paradharmadas”. Muchos de estos ejercicios han nacido y vivido de sus propias situaciones y momentos por los que ha pasado en su vida. Algunos de estos ejercicios han sido enseñados por diferentes maestros con los que se asoció por un cierto tiempo, tales como profesores de Yoga y de Tai’Chi.

Por un sexo consciente, más allá de lo penecéntrico

 
“Yo iba a piñón fijo: empresa, sexo, cama, pim pam”

Tengo 51 años. Barcelonés. Licenciado en Ciencias Empresariales y máster por Esade. He sido un ejecutivo de marketing. Ahora me dedico a conversaciones genuinas, escribir y dar charlas. Tengo novia. En política hay poca autenticidad. Creo en una conciencia universal.

Yo era el típico ejecutivo de multinacional en ascenso.
… Buena planta, buen trabajo, sexo, amigos… Me casé y a los 30 años me enviaron de directivo a Portugal.

Casa fantástica, coche fantástico…

Sí, y tarjeta de crédito fantástica. Empiezo a trabajar como un loco y a correr, correr todo el rato hasta que me pararon.

¿En una autopista?

Sí. Eran las siete de la tarde, salía de una reunión en Oporto y quería llegar a la hora de cenar a casa, a Lisboa. Lluvia torrencial…, mi mente analizaba la reunión, iba a toda velocidad y me topé con un camión accidentado: volantazo, vueltas de campana…

Shock.

Me quedo tetrapléjico. Mi mujer no acepta la nueva situación: separación. Así empiezo un proceso de cambio personal que no se materializa hasta al cabo de ocho años.

¿Amaba usted a su mujer?

Christopher Reeve escribió un libro en el que explicaba cómo tras su accidente su mujer se enamoró todavía más de él. Al leerlo lloraba como un niño, estaba enamorado de mi mujer. Fue un inmenso duelo.

¿Cómo se teje ese cambio personal?

Me doy cuenta de que la mayoría de mis decisiones no eran mías, hacía lo que tocaba. Decido formarme como coach en EE.UU.

Íntimamente, ¿qué tuvo que afrontar?

El “a mí nadie me va a querer; no tengo sensibilidad del pecho hacia abajo y por tanto no soy un hombre, no puedo dar placer, no puedo dar nada”.

¿Lo probó?

Sí, fue un desastre. Asumí que era un frígido impotente e incompetente: incapaz de tener deseo sexual, de realizar el coito y de satisfacer a una mujer.

Doloroso.

Pero conocí a una mujer que no buscó en mí la parte genital, sino la sensorial: los largos besos, las caricias, el tiempo dilatado. Cosas de las que yo no tenía ni idea. Yo iba a piñón fijo: empresa, sexo, cama, pim pam.

Ya.

Descubrí otra manera de relacionarme con las mujeres infinitamente más satisfactoria. Ambos salíamos de rupturas dolorosas, así que no había prisa por consumar, nos dedicábamos a conocernos, a conectar, hasta que de manera natural se produjo la primera relación y descubrí la mujer, sus puntos erógenos, los mios…. Hasta entonces yo era penecéntrico. Sexo era igual a pene.

Es bastante común...

En diez años coaching he conocido a muchas mujeres y todas confiesan les gustaría más la complicidad con su pareja, que no sólo haya penetración, que haya compenetración. Nosotros vemos el sexo como una descarga y no como una carga de energía.

¿Cómo lo ve usted ahora?

He descubierto el sexo consciente. La sexualidad está en cualquier parte del cuerpo. He llegado a tener y provocar orgasmos acariciándonos la yema de los dedos e incluso sin tocarnos.

Eso es el éxtasis.

La mujer es un ser herido arquetípicamente: para defenderse de la insensibilidad del hombre, se cierra. Pero el hombre también es un ser autolesionado por el tengo que: ser activo, proveedor… La emoción, la caricia se lee como un signo de debilidad.

¿El sexo es ahora mejor que antes?

Yo no lo cambio. La metamorfosis de mi sexualidad, más allá de la tetraplejia, o quizás gracias a ella, ha pasado por la toma de conciencia, por el despertar energético y emocional, sin lo cual mi pene seguiría siendo el foco de mi atención y frustración.

Entiendo.

Cuando dejé de buscar el placer en la vagina de mi compañera y lo descubrí en cada una de las terminaciones nerviosas de su boca, pude quitarme el pene de la cabeza y devolverlo a su lugar. Alcemos la vista y miremos a nuestra pareja: escuchémosla, acariciémosla, saboreémosla.

Aboga por relaciones auténticas.

Es la manera; si no, la vida es tan complicada que acaba separándote. Mire, yo siempre he temido al abandono, mi primer amor me dejó, luego mi mujer, así que para evitar ese dolor abandonaba yo. Cuando conocí a mi novia lo primero que hice fue contárselo. Entonces ella me dijo lo que nunca le había dicho a nadie. Hay que dar ese primer paso.

Hay que comunicarse.

Hay que dejarse ir, soltar, explicar: estas son mis miserias, estos mis miedos, estas mis ilusiones. Expliquémonos, déjame ver quién eres y ahí podré descubrir que hay otra manera de relacionarme contigo y conmigo a nivel corporal.

Del coaching derivó usted a las conversaciones genuinas.

Dejé de decirle a la gente lo que tenía que hacer y escuché. Utilizo la conversación para que el otro pueda conectar con su autenticidad, así ocurren los cambios; pero para eso has de ofrecer tú también autenticidad.

¿Cuál cree que es el mayor problema de las relaciones de pareja?

Tenemos conversaciones de ascensor, por mil razones
que se resumen en una: miedo.


La Contra de la Vanguardia con Francesc Granja del miércoles 26 de junio de 2013
Ima Sanchís

Dos formas simples de lograr relajarse




RELAX DE LAS SEMILLAS

EL ejercicio es curioso pero cierto. Lleva siempre contigo una bolsita con semillas de anís, hojas de romero, menta, salvia u otras semillas de tu gusto. Cuándo estés tenso o desees un buen relax, toma unas semillas y las masticas muy bien e inhalas el aroma de tu propio aliento. Esto relaja con muchísimo éxito. Tiene la particularidad también de combatir el mal aliento.




RELAX DE LA LENGUA


(Con la punta de la lengua toca y traza círculos en el paladar.) 
 
 1. se harán en sentido horario unas 10 vueltas. 
2. se harán en sentido antihorario otras 10 vueltas. 
Los círculos serán suaves y lentos. Así misma será la respiración.