Eckhart Tolle: Manejando el enojo, la resistencia y el pesimismo (Español)



  

Creemos que somos intelectuales



Casi todos hemos desarrollado capacidades intelectuales ‑las llamadas capacidades intelectuales, que en realidad no son en absoluto capacidades intelectuales-, leemos muchísimos libros, nos hemos llenado con lo que han dicho otras personas con sus numerosas teorías e ideas. Creemos que somos muy intelectuales si podemos citar innumerables obras de innumerables autores, si hemos leído muchas variedades diferentes de libros y tenemos la capacidad de correlacionarlos y explicarlos. Pero ninguno de nosotros, o muy pocos, tenemos una concepción intelectual que sea original. Habiendo cultivado el así llamado intelecto, toda otra capacidad, todo otro sentimiento se han perdido, y tenemos el problema de cómo originar un equilibrio en nuestras vidas, a fin de tener no sólo la más alta capacidad intelectual y ser capaces de razonar objetivamente, de ver las cosas exactamente como son, de no estar ofreciendo interminablemente opiniones acerca de teorías y códigos, sino de pensar por nosotros mismos, de ver muy fielmente, por nosotros mismos, lo falso y lo verdadero. Y ésta es, a mí entender, una de nuestras dificultades: la incapacidad de ver, no sólo las cosas externas, sino también la clase de vida interna que uno tiene, si es que tiene siquiera alguna

 Obras Completas de J. Krishnamurti - Vol. XV

El Valor de las Cosas

 
 
“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?”

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después…- y haciendo una pausa agregó: Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

-E…encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

-Bien- asintió el maestro.

Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió.

Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.

Entró en la habitación.

-Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

-¡¿58 monedas?!-exclamó el joven.

-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… si la venta es urgente…

El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

SANANDO LAS HERIDAS







Os presento una técnica muy sencilla creada por Peter Levine (Somatic Experience),  llamada despertar al tigre , está basada en que tenemos la capacidad innata de que superar experiencias negativas y sanarnos noosotros mismos .
Esto podemos hacerlo através de traer presencia a nuestro cuerpo físico.
NUestro cuerpo físico tiene memoria lo recuerda todo ttanto los bloqueos como los recursos utilizados para afrontar el trauma  , el sabe sanarse si se lo permitimos.


Esta sencilla técnica trae presencia al cuerpo,Nos conecta con nuestra capacidad innata de regularnos. Nos enseña a liberar la energía bloqueada que impide realizar una vida normal, fluida, sana. (Esta energía bloqueada acaba en parkinson, estrés, depresión, artritis, dolor, patrones de tensión, colapso (desplome), intrusión, ansiedad y disfunción cognitiva). Al liberar la energía estancada-bloqueada se genera ligereza, fluidez, espacio, se va el dolor, se diluyen presiones, etc. El canal queda limpio. Lo que bloqueaba ahora se transforma en apoyo.
 

Podemos realizarla caminando o tumbados en un lugar cómodo. Tomamos una respiración profunda y llevamos nuestra observación a la planta de los pies, centrando toda nuestra atención y entrega al ejercicio, , observamos si están calientes, fríos, tensos, relajados, y permanecemos ahí, observando sin querer cambiar nada, pasando por cada espacio de nuestros pies, por la planta, por cada dedo de mayor a menor, primero por la base de cada uno de nuestros dedos, luego recorremos los pies detalle a detalle, permanecemos ahí en nuestros pies, ¡experimentémoslo!, al menos durante 15 minutos, y si dedicamos 1 hora muchísimo mejor. Tomando presencia de nuestros pies.

Despertando al tigre:
Nacemos con un instinto animal, al cual vamos domesticando poco a poco, nuestra fiera interna acaba dormitando y con ello llegan los bloqueos físicos (aun cuando como humanos poseemos mecanismos regulatorios virtualmente idénticos a los animales, las funciones de estos mecanismos quedan canceladas por la inhibición neo-cortical-la mente racional).

Poco a poco según vamos siendo domesticados, vamos bloqueando nuestra capacidad instintiva de defensa. A diario observamos situaciones de personas que se disparan por pequeñas cosas, esa explosión es una acumulación continuada que cuando no se transforma en enfermedad o bloqueo físico, sale disparada hacia otros.

Cada vez que emprendemos una acción y ésta es “cortada“, queda toda esa energía que habíamos puesto para esa acción acumulada en el cuerpo físico.

Los animales en la naturaleza raramente son traumatizados, aun cuando rutinariamente son amenazados. Los animales libres, si observamos un documental, veremos que el animal que es atacado, genera una cantidad de energía para su huída, huye y una vez finalizada la carrera y quedarse libre, TIEMBLA, para luego continuar con su hacer, (pastar hierba, etc.). Esa es la manera natural de soltar toda la energía restante que no precisó, que le sobró de la huída. Lo mismo le ocurre al humano, para cada acción que emprende, consume una parte de la energía que dispone para ese hecho, y la restante, como estamos muy educados (domesticados, la mente racional), se queda en el cuerpo sin permitirle salir. ¿Quedaría feo si temblamos?, esa energía que no sale, provoca un bloqueo en el cuerpo físico.

Estas situaciones se producen constantemente a lo largo del día, son más sutiles y suaves, sin embargo estamos continuamente tomando arrancada y frenándonos... como si lleváramos un pié en el acelerador y otro en el freno.

Aprender a observarnos, utilizar los recursos que tenemos, nos enseña a liberar esa energía estancada, a sanarnos a nosotros mismos. Somos seres maravillosos, con un cuerpo perfecto que elige vivir desbloqueado, sano, libre, utilizando los recursos y vivencias positivas que a lo largo de la vida se han presentado.

El trauma retarda el florecimiento del ser, estrangulando nuestros intentos para seguir adelante con nuestras vidas. Nos desconecta de nosotros mismos, de otros, de la naturaleza, del espíritu.

El trauma está en el sistema nervioso, no en el evento. Las situaciones difíciles y traumáticas son parte de la vida. No son algo que se pueda "arreglar" o de lo que se pueda recuperarse. Simplemente se trata de restablecer un orden de confianza y de anhelo de vida. Estas experiencias dejan huella como los mapas que encontramos en las conchas de las ostras, que cuentan su historia y su relación con el mar. Lo que constituye el trauma es el residuo de energía que queda atrapada a partir de la respuesta fisiológica ante el evento, más que el hecho traumático en sí mismo.

SENTIDO EMOCIONAL DE LOS PROBLEMAS CON LAS UÑAS


UÑAS (en general) La uña es una región especializada de la piel, que se encuentra en la cara dorsal de la punta de los dedos de manos y pies. Es un órgano de protección que sirve como instrumento de precisión para sostener objetos minúsculos y permite rascarse. Sus problemas más comunes son: MORDERSE LAS UÑAS tener UÑAS QUEBRADIZAS o una UÑA ENTERRADA.

D La persona que se muerde las uñas afecta negativamente a todas sus funciones. En general, es alguien que se carcome por dentro al no sentirse protegida, sobre todo con respecto a los detalles de su vida. Puede sentir ira hacia uno de sus progenitores que no la protegió lo suficiente, según sus necesidades. Cada vez que revive esa falta de protección con ese padre o indirectamente con otra persona, se muerde las uñas, lo cual le da seguridad y alivia su angustia. La persona cuyas uñas se rompen fácilmente se siente culpable de no ser más precisa en los detalles del momento actual. Su búsqueda de perfección le resta energía.

C Con tus problemas en las uñas tu cuerpo te dice que crees que debes hacer todo solo y que nadie te protege ni te ayuda en los detalles de la vida común. Esta creencia no te beneficia y es estresante. También debes permitirte la imperfección en los detalles nimios.

Si te muerdes las uñas es importante que dejes de pensar que si creas situaciones angustiosas, los demás van a protegerte más. Estas expectativas sólo te producen emociones negativas. Si pides lo que necesitas y confías en los demás, verás que estás mejor protegida de lo que pensabas.

Las uñas representan el tejido duro y mi energía la más honda y espiritual. Se manifiestan en mi cuerpo en los lugares más “prolongados”. Pueden estar afectados cuando mi actividad (o mi destreza), mi dirección tienden a cambiar y que tengo dificultad en enfrentarme a estos cambios. Las uñas representan así el sentimiento de protección que tengo con relación a todo lo que sucede alrededor mío. Tengo elección para usar mis uñas negativamente (para agredir, para defenderme y para hacer daño como lo hace el animal) o positivamente usándolas para mi destreza y mi creatividad. Cualquiera que sea la energía empleada, puedo descubrir el estado de ésta definiendo el estado de mis uñas.


UÑAS (comerse las...)

Si me como las uñas, esto indica una nervosidad interior muy grande. También esto puede ser una inseguridad profunda de no sentirme capaz de ser o hacer lo que se espera de mí. Si se trata de un niño, esto puede manifestar la presencia de rencor o frustración frente a uno de los padres, esta situación pudiendo también producirse cuando me he vuelto adulto. Puedo sentirme incapaz de asumirme y de ser auto - suficiente, y quiero que los demás se cuiden de mí. También puedo “comer mi freno” reprimiendo mi agresividad; poniendo agua en mi vino, puedo dejar entrever un desbordamiento inminente de emociones no expresadas. Por lo tanto, tengo ventaja en expresar todas mis emociones y ponerme a buscar mi seguridad y mi confianza en mi interior.


UÑAS AMARILLAS (síndrome de las...)

El síndrome de las uñas amarillas se manifiesta cuando las uñas de mis dedos de las manos o de los pies tienen un color amarillo verdoso, cuando son gruesas y encorvados. Bajo el ángulo médico, esto se produce cuando la circulación de mi sistema linfático es inadecuada, esto atribuyéndose a trastornos respiratorios crónicos. Mis uñas son una protección para mis dedos de las manos como de los pies y mi cuerpo me manifiesta que debo aumentar mis protecciones porque me siento frágil y no hago frente a los acontecimientos de la vida (pulmones = vida) en los pequeños detalles que se presentan a mí hoy o mañana. Mi vida me parece apagada. Busco en mi interior lo que puede aportar más pasión en mi vida. Aumento en mí la energía vital para que se manifieste hasta el final de mis dedos.

UÑAS BLANDAS Y FRÁGILES

Las uñas representan mi vitalidad, el estado de mi energía vital. Uñas frágiles expresan un desequilibrio al nivel de mi energía y referente a la utilización que hago con ella. Uñas blandas expresan el cansancio que estoy viviendo, la indiferencia que me habita. Mi vida está tan apagada como mis uñas. Soy yo quien debo poner picante y cuidar de usar bien mi energía.


UÑERO O UÑA ENCARNADA

Una uña encarnada indica culpabilidad o nervosidad frente a una nueva situación. También puede representar un conflicto entre mis deseos mentales y espirituales. Si se trata de la uña de un dedo, se trata de una situación de mi vida diaria y, más frecuentemente, si se trata de la uña de un dedo del pie, se trata de una situación o decisión de cara al futuro. Si se trata del dedo gordo, la uña encarnada puede representar mi inquietud frente a la presión que creo deber afrontar en el porvenir y frente a la cual me siento ya culpable porque me temo no poder vivir este futuro con armonía y éxito. Es importante ver cuál dedo de la mano o del pie está afectado para tener informaciones complementarias sobre el aspecto de mi vida al cual he de ajustarme eliminando a la vez mi culpabilidad.



Del libro “El gran diccionario de las dolencias y enfermedades”

EL ENEMIGO OCULTO : EL AUTORECHAZO ATRAVÉS DEL OTRO




¿Quién no ha tenido un enemigo? ¿ Quién no conoce a un tiran@s que le "amarga la vida " y no le permite ser feliz ?
Casi nadie contestaría que no a esta cuestión, todos en algún momento de nuestra vida hemos o hemos estado siendo víctima real o no de la tiranía, la traición , el abandono o la falta de respeto , entre otros agravios .
La tendencia cuando esto nos sucede es mirar fuera , buscar en el otro la raíz y causa de nuestro mal, de este modo nos quedamos encadenados a la idea de que si el otro desapareciera o cambiara nosotros podríamos descansar y ser felices .
En ocasiones el otro desaparece y durante un tiempo creemos haber alcanzado la paz deseada, pero o no ¡ alguien o algo aparece de nuevo para robárnosla de la misma manera o tal vez de una manera mucho más dolorosa.
Tal vez esto te suene familiar , en mi vida este esquema se ha repetido en varias ocasiones y con distintas personas o situaciones .
Siempre ha habido algo o alguien que" no me permitía sentirme feliz , tranquila o en paz" .
Mi mente se centrada en censurar , juzgar , atacar e idear mil formas de deshacerme de este mal que no me dejaba vivir y que me hacia preguntarme : ¿qué pasa con mi vida , estaré maldita?

Como si de algún maleficio externo se tratara me sentía incapaz de librarme de todas estas dinámicas, cada vez estaba más harta y cansada a pesar del que el rostro del tiran@ cambiaba así como la situación.

Estaba cometiendo un gran error pero no era consciente de él ni de nada de lo que me sucedía ; ESTABA MIRANDO FUERA 
Sí, todo ocurría fuera y ese ere mi error ...Cuando comencé a mirar dentro a responsabilizarme de lo que yo emitía y sentía  me di cuenta de que nadie tenía la capacidad de dañarme y que en realidad aquello que yo percibía como ataque casi siempre estaba en mi mente; era mi propio ataque mental , mi propia forma de organizar y percibir la realidad y de crearla.
Cuando me di cuenta de que aquel tirano o tirana que estaba ahí afuera era mi fiel espejo vi claro que nadie podía ser más tirana que yo misma conmigo misma : a esto es lo que se le llama falto de amor a uno mismo.Comencé a amarme a través del tiran@ y sus formas de dañarme a mi misma iban remitiendo...
Es la forma máxima de desamor : si hay un tirano en tu vida tal vez es porque no te estás amando lo suficiente y eres demasiado crítico contigo mismo.Hay algo de ti que rechazas y que esta persona o personas viene a mostrarte . En realidad su presencia en tu vida es un gran regalo .

El camino pasa por amar  ,comprender al otro para podernos amar através de él , volver a incorporar ese aspecto rechazado que el otro  nos refleja .
Paradojicamente darle al otro lo que nosotros necesitamos ; amor , respeto , escucha...olvidando la separación que hay entre ambos y por supuesto cuidando de nosotros mismos nos sana.
Cuando esto ocurre pasan tres cosas ; o bien el otro desaparece , o bien la relación  mejora o aunque permanezca ya no nos importa .De este modo sabemos que hemos sanado.
Es aquí donde esa idea espiritual de todos somos lo mismo , la misma cosa exprensandose es comprendida e integrada.
 El siguiente cuento ilustra la idea que os quiero presentar :

Nasrudín, el monje Sufí, había decidido plantar flores en su jardín. Para eso preparó el suelo, sembró semillas de las flores que le parecían más bellas. Cuando las flores comenzaron a nacer, observó con enfado que su jardín se iba llenando de flores que él no había elegido, especialmente de margaritas.

Nasrudín fue en busca de consejo especializado. Habló con todos los jardineros que conocía y leyó las instrucciones para librarse de las margaritas. Todo fue en vano.

Las margaritas crecían cada vez más fuertes, se mezclaban con los claveles, con las dalias y con otras flores.

Por fin, decidió ir a la capital y entrevistarse con el jardinero real, jefe del jardín del palacio del Rey. El sabio jardinero ya había aconsejado a muchos otros de cómo librarse de flores y plantas indeseables.

Nasrudín contó su esfuerzo por librarse de las margaritas que crecían en su jardín. El viejo jardinero lo escuchó atentamente y después de un largo silencio dijo:

- Por lo visto, tienes que cambiar tu decisión y aprender a amar a las margaritas.
Soraya Founty.